EPÍLOGO

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«—No debes hacer ruido y no llores, yo te cuidaré.

—¿Papá y ma? Yo ir quiero con ellos.

—Lo haremos, lo prometo, pero no ahora.

Abrazo a mi pequeña Love mientras ella se aferra a mi cuerpo entre sollozos silenciosos. Abro la puerta de metal y me encuentro una vez más en el sótano de la casa en ruinas que madre me enseñó el verano pasado. Pongo a Love en el sillón viejo y sucio, y corro hasta la ventana, a lo lejos diviso unos autos pasar, no debo ir hasta allí, debo quedarme aquí y esperar. Ellos me enseñaron. Yo debo hacer lo que dijeron. Debo ser mejor que ellos. Yo soy bueno. Yo soy inteligente y estoy preparado, eso dijeron ellos. Confían en mí. Me dieron a Love, a mi Love.

—Dande. ¿Papá? ¿Ma?

—Vendrán pronto y estaremos bien.

Se baja del sillón y corre hasta mí, abrazándose a mis piernas. ¿Ahora estamos solos? ¿Solo Love y Dante?

Algo en mi interior se desgarra y duele, de pronto un sonido fuertísimo se escucha y tomo a Love y corro hasta el sótano. Debo alejarme de las ventanas.

Cierro la puerta detrás de nosotros y nos sentamos al pie de las escaleras, ella toma mi mano y se apoya en mi hombro, acaricio sus cabellos negros tratando de calmarla.

—¿Quin eda Dande?

—Era una bruja y a las brujas malas se las quema.

Miro a mi pequeña Love, la atraigo hasta mí abrazándola fuerte».

No debieron darle todo a un niño que nunca tuvo nada y luego arrebatárselo. No debieron romper mi corazón. No debieron hacerlo. No debieron tocarla y mucho menos debieron llevársela.

—Nadie nunca nos separará.

Repito en mi mente las palabras que me juré desde que el abuelo nos sacó de ese sótano.

Dos días después, él nos entregó a mis padres y se dedicaron a llenarnos de amor, protegernos y hacer de nosotros fuertes. Destinados a la grandeza. Vivimos una buena vida, hasta que tuve la osadía de poner mis ojos en ella, en la única mujer que nunca debí mirar de esa manera.

«¡Oh Dios porque tuve que hacerlo!».

Era prohibida, pero la deseaba tanto.

Fantasma me llamaron, el verdugo otros dijeron y, hoy volveré y todos me conocerán... y sabrán quién es Dante Johnson Moore.

RULETA RUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora