Sweetheart - Eddie Munson +18

Déjame explicarte..

El fin de semana pasó rápido, los chicos casi vivieron en casa con nosotras, intentando crear un plan decente porque un maldito monstruo de otra dimensión iba a matarnos, esto era simplemente genial, sí.

Eddie el domingo no apareció por casa como todos los demás, supusimos que tendría cosas que hacer, el lunes le explicaríamos el plan en el instituto, es decir, hoy.

Steve nos había recogido a Robin y a mí, y hacía unos minutos que habíamos llegado, hoy había una asamblea por no sé qué del partido de baloncesto, así que se suponía que todos teníamos que ir al gimnasio, pero yo sabía que Eddie no iba a ir simplemente a ver a Jason, así que estaría en el bosque o en el club del sótano.

- Yo me encargo de buscar a Eddie, vosotros no perdáis de vista a Max y los chicos. -le dije a Robin yendo directa para el club.

Eddie no estaba en el sótano, así que mi última opción era el bosque, si no estaba ahí, supongo que estaría en su casa.

Me adentré en el bosque, buscando el lugar donde lo conocí, hasta que empecé a escuchar una risa y dos voces. La curiosidad pudo conmigo y me metí detrás de un árbol para que nadie me viese, eran Eddie y Chrissy, ¿qué demonios hacía la animadora estrella con el freak?

Chrissy se levantó del asiento y se dirigió hacía Eddie, no podía verle la cara a él, ya que estaba de espaldas a mi, pero ella llegó a su lado y se sentó en su regazo, cogió su cara y se acercó a él, juntando sus labios. 

Mi cuerpo tardó en reaccionar, pero me moví hacia atrás, chocando con otro tronco y causando un ruido fuerte que hizo que los dos miraran en mi dirección, pero yo ya estaba corriendo lejos de ahí, lejos de Eddie, era un cabrón de mierda, no me merecía eso.

- Mierda. -escuché que decía Eddie a lo lejos.

Estaba corriendo con las lágrimas cayendo por mis mejillas sin parar, no podía parar.

Unos brazos fuertes me cogieron y me alzaron del suelo, haciendo que mi cara quedara enterrada en su pecho. Steve. Reconocí ese dulce aroma al instante y fue ahí cuando exploté finalmente.

- Hey nena, ¿qué ha pasado? -susurró el contra mi pelo, sin dejar de abrazarme.

- Eddie.. él.. estaba con ella y.. y.. se besaban.. -conseguí decir entre sollozos.

- ¿Con quién estaba Eddie? -preguntó Steve.

- ¡Maya! -gritó Eddie apareciendo de la nada.

- ¿Qué coño has hecho Munson? -preguntó Steve abrazándome más fuerte.

- Yo.. Maya, lo siento, Chrissy se ha acercado a mi y yo no sabía que iba a besarme, estábamos fumando ahí en el bosque y tengo la cabeza nublada, por favor Maya, solo escúchame.

Mis sollozos aumentaron y subí la mirada hacia Steve, suplicando que me sacara de ahí, por suerte él me entendió a la primera.

- Déjala en paz, Munson, no te merece. -Steve pasó un brazo por mi cintura y me llevó hasta el coche, arrancando mientras Eddie seguía gritando.

Steve no dijo nada en todo el camino, y a mi me daba igual dónde me llevase, solo quería desaparecer. Aparcó el coche y me di cuenta de que estábamos en su casa.

- ¿Crees que no soy suficiente? -susurré cuando Steve abrió mi puerta para ayudarme a bajar.

- Maya, eres más que suficiente, preciosa y cualquier chico querría estar contigo. -susurró él limpiando alguna lágrima que seguía cayendo.

Entramos los dos en casa y me tumbé en el sofá, esperando a Steve. Él puso una película, cogió una manta y se acercó a mi.

- ¿Puedo tumbarme contigo? -preguntó a lo que yo asentí.