Me había pasado el fin de semana entero con Eddie en su caravana.
Era lunes y Steve me estaba llevando al instituto, llegando tarde, como de costumbre.
- Entonces Munson por fin ha dado el paso. -habló riendo.
- Sí, fue en la fiesta, bueno él me lo pidió y no pude decir que no, estoy muy feliz Steve.
- Se te ve en esa carita bonita, te brillan los ojos.
- ¿Y tu como vas? -pregunté y el terminó contándome todo lo que había hecho el fin de semana mientras llegábamos al instituto.
El día pasaba lento, como siempre, pero a la hora del almuerzo fui a sentarme en la mesa de Eddie.
- Hola Eddie, hola chicos. -saludé colocando mi bandeja en la mesa y sentándome a la derecha de Eddie.
- Hola preciosa. -me plantó un beso en los labios y los chicos casi gritaron.
- ¿Ya son novios? -Dustin preguntó.
- Por fin, Eddie llevaba días estresándonos a nosotros. -Gareth habló riendo también.
- Ya cállense. -dijo Eddie lanzándoles un trozo de su comida a cada uno, mientras todos reímos.
- Entonces hoy vienes a la noche de D&D, ¿No, Maya? -preguntó Gareth y todos me miraron suplicantes.
Yo miré a Eddie y el me sonrió dejando que fuese yo la que hablase.
- Si todos me quieren ahí, claro que sí. -les sonreí y todos gritaron que sí a coro.
- Esta noche también hay partido de baloncesto, así que todo el instituto estará en el gimnasio, pero bueno. -dijo Dustin.
Hacía un par de horas que había vuelto a casa y estaba mirando que ponerme para ir a jugar con los chicos.
Iba a llegar tarde como no me diera prisa.
- ¡Maya, Steve ya está aquí, vámonos! -gritó Robin abajo.
- ¡Ya voy! -grité de vuelta cogiendo mis cosas y corriendo escaleras abajo.
Los tres nos subimos al coche y al rato llegamos, separándonos al ir ellos al gimnasio y yo al sótano con Eddie.
Iba por los pasillos caminando tranquilamente.
Una campanada.
Dos.
Me giré y lo ví.
El maldito reloj.
Estaba en la pared y me acerqué inconscientemente.
Iba a tocarlo, estaba cerca y seguía sonando sin parar, era como si de alguna forma me estuviese llamando, algo en mí gritaba que me acercase para tocarlo.
- ¿Maya? -una voz hizo que me girara y el reloj desapareciera, al igual que esa sensación fría que estaba sintiendo.
- Gareth, hola, estaba yendo.. yo.. estaba bajando ya. -dije tropezándome con mis propias palabras.
- Llegamos tarde y Eddie nos va a matar.
- Tranquilo, yo me encargo de él. -le dije y se rio.
Los dos bajamos y me volví a girar unas cuantas veces, pero el reloj ya no estaba.
- Llegáis tarde. -habló Eddie, todos estaban ya en su sitio.
- Lo siento, maestro. -susurré yo.
- Mierda Maya, no vuelvas a decir eso si no quieres que eche a todos estos idiotas fuera y la mesa nos sirva para otra cosa. -gruñó Eddie.
- ¡Eddie! - le grité y todos se rieron.
Nos sentamos y empezó la partida, como siempre entre lamentos, risas y gritos, íbamos perdiendo otra vez.
Me tocaba tirar y tenía el dado entre los dedos, calculando mi tirada a la perfección.
Una campanada.
Dos.
Tres.
El reloj volvía a estar ahí, esta vez más cerca, en el centro de la habitación.
El dado se me escapó, cayendo al suelo, no escuchaba nada, solo las campanadas, me acerqué y mi mano se estiró, tocándolo por fin.
Todo pasó demasiado rápido, un puñado de enredaderas negras salieron del reloj, rompiéndolo en mil pedazos, atrapándome los brazos y las piernas, sin poder moverme.
-¡Eddie! -conseguí gritar.
Nada.
Intentaba zafarme como podía, pero era inútil, intentaba buscar a los chicos pero no había nada, solo oscuridad y algo caminando hacia mi, cada vez más cerca.
- ¡Llamad a Steve y los demás, esto es un puto código rojo! -lo último que oí fue a Dustin gritar, antes de que mi cuerpo quedase en completa oscuridad.
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VALE IMPORTANTE
AAAAAA LO SIENTO POR ESTE CAPITULO, SE VIENE EL DRAMA GORDO AHORA
Y SEGUNDO, HE SUBIDO EL PRIMER CAPÍTULO DE MI HISTORIA CON STEVE, ESTÁ EN MI PERFIL, SE LLAMA " I WANNA BE YOURS", ME ENCANTARÍA QUE OS PASARAIS Y LE DEJASEIS ALGO DE AMOR, SEGUIRÉ SUBIENDO EPISODIOS SI TIENE APOYO, Y ESTA NOCHE TENÉIS LA CONTINUACIÓN DE ESTE. OS ADORO. :)
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Sweetheart - Eddie Munson +18
FanfictionMaya lleva toda su vida en California, con su padre, el cual fallece y ella tiene que viajar hasta Hawkins para poder vivir con su hermana, Robin. Nuevo instituto, nuevos amigos, un freak que va a robarle el corazón y un peligro que nadie espera que...