Sweetheart - Eddie Munson +18

Te quiero..

Dustin y los chicos habían encontrado un portal, en el lago, literalmente dentro del agua, así que ahí estábamos todos metidos en un pequeño bote mientras Max, Lucas, Mike y Once iban a la casa que Nancy había encontrado en la biblioteca que pertenecía al que se suponía que era Vecna.

- És aquí. -dijo Dustin.

- ¿Hay que meterse ahí para entrar? -pregunté confundida.

- Supongo que vamos a mojarnos un poquito. - Dijo Robin y se tiró al agua, seguida por Steve, Dustin y Nancy.

- Iré yo primero. -dijo Eddie.

Se giró y me besó, un beso corto, pero que me dejó claro muchas cosas.

Se tiró al agua y unos segundos después me tiré yo. Empecé a nadar hasta el fondo, hasta que vi una gran grieta de un color marrón rojizo por donde se estaba metiendo Eddie, así que aceleré el ritmo aguantando la respiración y me metí detrás de ellos, cayendo a un lugar frío y oscuro.

- ¿Estamos todos bien? -preguntó Steve y todos respondimos que sí.

- Chicos, estamos dentro, cuando Eddie, Maya y yo empecemos la fase uno del plan os aviso. -habló Dustin por el walkie con Max y los demás.

- Ten mucho cuidado, por favor. -me abrazó Robin y la estrujé contra mi cuerpo.

- Estaremos bien, tened cuidado, todos. -respondí.

- Nos vemos en poco, seguid el plan sin excepciones. -habló Steve y se fueron hacía su lugar.

Eddie, Dustin y yo salimos corriendo hacia la camioneta de Eddie, en donde nos tocaba hacer nuestro plan.

Al llegar, empezamos a tapar cada una de las ventanas y todo, para que no pudieran entrar los murciélagos.

Una vez todo listo, Dustin y  yo subimos a lo alto de la caravana el altavoz y todo lo necesario mientras Eddie cogía su guitarra y se preparaba para tocar.

- Empezamos fase uno, repito, empezamos fase uno. -habló Dustin otra vez por el walkie.

Eddie empezó a rasgar la guitarra tocando de una forma que me dejó casi con la boca abierta, era buenísimo, lo hacía perfecto y se metía en su música de una forma que te hipnotizaba.

- ¡Están llegando! -grité yo al ver los murciélagos cada vez más cerca.

- ¡Un poco más! -gritó Dustin en respuesta.

Eddie tocó más fuerte, sin fallar una sola nota.

- ¡Eddie están aquí, bajamos ya! -grité y los tres nos metimos en la caravana.

Espalda contra espalda, formando un círculo estábamos los tres escuchando como los malditos bichos daban golpes contra todas las paredes.

- Van a entrar, chicos van a entrar. -empecé a entrar en pánico al ver que estaban rajando las tablas de madera que habíamos puesto para tapar las ventanas.

- Eddie, ¿qué hacemos? -preguntó Dustin, asustado.

Eddie nos miró a los dos, y esa mirada no me gustó en absoluto.

- Lo siento mucho, y os quiero, Dustin, cuida a Maya por mi. -dijo rápido y de repente nos dio un empujón a los dos, tan fuerte que dolió y nos hizo caer a Dustin y a mi al suelo, mientras el corría a la puerta y la cerraba detrás de él.

- ¡NO! -grité yo levantándome corriendo y intentando abrir la puerta.

- ¡Hay que ir con el, YA! -gritó Dustin detrás de mí.