ʟɪᴛᴛʟᴇ ʟɪᴀʀ (+18) ʟ ʏ ʟɪɢʜᴛ

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Nota: este one shot es continuación del anterior, así que los invito a leer el otro primero para tener una mejor experiencia

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Nota: este one shot es continuación del anterior, así que los invito a leer el otro primero para tener una mejor experiencia.<3

Advertencia: el siguiente capítulo tiene contenido sexual explícito (+18). Leer bajo su propia responsabilidad.

Desperté luego de haber pasado una larga noche junto a mi novio. No quería siquiera abrir los ojos, estaba cómodamente recostada en mi cama. Estiré mi brazo palmando mi costado sintiéndolo vacío y abrí los ojos de golpe frunciendo el ceño. Ese bastardo me había dejado sola.

Bueno, tampoco es como que esperaba que L se quedara conmigo toda la noche. Sabía que estaba saliendo con un maniático del trabajo, y a la primera oportunidad volvería a trabajar. Así que probablemente solo esperó a que me duermiera para irse.

En fin, tomé toda mi fuerza de voluntad y me levanté de la cama para tomar una ducha. Dejé que el agua tibia relajara mis músculos y después lavé mi cuerpo y cabello.

Regresé a mi habitación, —porque claro que tenía una habitación en el cuartel, después de todo ser novia de L tenía sus beneficios— y elegí algo de ropa que ponerme.

Una vez vestida, salí y tomé el ascensor a la planta baja, donde la mayoría del equipo ya se encontraba trabajando. De nuevo recibí esa mirada entre desagrado y desconfianza.

—Buenos días —saludé.

Podrían odiarme, pero al menos yo era educada y cortés. Algunos de ellos me respondieron y otros no, igual no me interesaba demasiado.

—Buenos días Giselle —replicó el señor Yagami.

Él era una de las pocas buenas personas de por aquí, o al menos uno de los que no me juzgaba.

Le sonreí.

Volteé al fondo y miré a Light sentado junto a Ryuzaki, ambos estaban trabajando en conjunto.

Ver a L tan concentrado me hizo recordar lo que habíamos hecho el día anterior, la manera en la que su respiración se volvía pesada, como hacía la cabeza hacia un costado permitiéndome besar su cuello y sus jadeos que me llevaban al cielo. Inconscientemente me mordí el labio.

Regresé a la realidad y me acerqué hacia ellos.

Me acerqué a L y planté un beso en su mejilla izquierda.

—Buenos días, cielo.

—Buenos días, cariño —respondió.

Tomé asiento de ese mismo lado, de modo que quedé en la orilla y Light en la otra.

—Si sigo escuchando sus conversaciones tendré que conseguirme una novia —dijo Light bromeando.

—Pues tienes a la chica Amane —apoyó L.

𝐋 𝐋𝐚𝐰𝐥𝐢𝐞𝐭 | 𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora