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Mi cuerpo estaba atado a lo ancho por varias cuerdas, unas esposas atrapaban mis muñecas detrás de mi espalda y mi boca tenía una mordaza. Me retorcía tratando de liberarme del agarre, pero era imposible.
La situación se tornó peor cuando miré a mi derecha, Misa estaba aún más inmóvil que yo, incluso habían cubierto sus ojos.
Nos habían atrapado.
Más bien, L nos había atrapado.
—Gigi, ¿e-estás ahí? Tengo miedo —dijo Misa con notable temor en su voz.
Traté de responderle pero la mordaza me lo impedía. Solo salían algunos quejidos, dándole a enteder que estaba junto a ella.
—Quiero ir a casa —lloriqueó.
Me sentí mal por verla en ese estado.
Debía sacarla de esto.
Mientras estaba ahí, solo pude recordar cómo había comenzado todo; el día que encontré la libreta.
Era muy temprano, alrededor de las ocho de la mañana. Había llegado muy temprano a mi salón, por lo que estaba muy vacío.
Me senté en mi lugar; el cuarto asiento de la última fila, la que estaba junto a las ventanas.
Mientras esperaba a que comenzara la clase, saqué un cuaderno y empecé a repasar algunos ejercicios. Estaba aburrida.
Una media hora más tarde, comenzó la lección de inglés. El profesor preguntaba al azar, la mayoría respondía mal, a excepción de un compañero llamado Light Yagami; el castaño que se sentaba al frente de mí. Y yo, por supuesto.
Ambos competíamos siempre por los primeros lugares. Claro que yo sabía que era mejor que él, pero delante de los demás fingía inocencia.
Mis compañeros creían que era una chica inteligente, amable y tierna. No era mentira del todo, sin embargo, sentía que a mi vida le hacía falta algo.
Estudiar, estudiar y estudiar. Eso era lo único que hacía todos los días, y si no fuera tan sencillo, mi habitación no estaría llena de tantos trofeos y medallas.
Estaba cansada, pero más que eso, aburrida.
Por eso decidí que no prestaría atención a la clase de inglés.
Suspiré y me acomodé en el mesabanco. Puse mi mentón sobre la palma de mi mano y posé mi vista sobre la ventana.
Sentí la mirada del profesor hacia la fila en la que estaba, pero no estaba segura a quién le iba a preguntar.
—Joven Yagami, ¿puede traducir la siguiente oración?
Seguí viendo el movimiento de las hojas de los árboles mientras escuchaba de fondo las voces en mi salón. De pronto, un objeto extraño captó mi atención.
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𝐋 𝐋𝐚𝐰𝐥𝐢𝐞𝐭 | 𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬
Fiksi Penggemarʜɪꜱᴛᴏʀɪᴀꜱ ᴄᴏʀᴛᴀꜱ ᴄᴏɴ ʟ ʟᴀᴡʟɪᴇᴛ ᴅᴇ ᴅᴇᴀᴛʜ ɴᴏᴛᴇ. •Favor de leer las aclaraciones.