ʙʀᴇᴀᴋ ᴜᴘ

2.1K 119 39
                                    

━━━━━━❃━━━━━━

Las gotas de lluvia sonaban al chocar contra el techo del coche y las miraba deslizarse por las ventanas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las gotas de lluvia sonaban al chocar contra el techo del coche y las miraba deslizarse por las ventanas.

Dentro del auto se había creado una atmósfera llena de tensión, yo estaba en el asiento del conductor, mientras que L se encontraba en el del copiloto.

Había manejado todo el camino pensando en la conversación que estaba por tener.

Seguro iba a terminar siendo otra discusión.

Me estacioné frente al enorme edificio del cuartel general, e hice que L bajara y subiera al auto.

—Hola —L intentó darme un beso pero volteé el rostro, haciendo que me lo diera en la mejilla.

—Hola —dije desganada. —¿Sabes por qué vine hasta aquí, no?

—Supongo que estás molesta por algo.

—¿Por algo? —remarqué. —Me dejaste plantada otra vez.

No era la primera vez que lo hacía.

—Lo siento Giselle, he tenido mucho trabajo y-

—Déjalo L —interrumpí. —Siempre tienes la misma excusa.

Suspiré con cansancio y fijé mi vista hacia enfrente, a ningún punto en específico, solo estaba pensando en cómo habíamos llegado hasta aquí.

Llevábamos varias semanas peleando constantemente. La mayoría de veces era porque L olvidaba nuestras citas o llamaba de último momento y decía que había que posponerlo.

Pasaron un par de minutos que se sintieron una eternidad y luego hablé de nuevo.

—Nunca tienes tiempo para mí, lo único que haces es trabajar —reclamé. —No te pido que estés conmigo todo el día, solo quiero poder pasar algo de tiempo contigo.

—Lo sé Giselle, pero sabes que la justicia-

—La justicia es prioridad —completé molesta. —Sí, ya lo memoricé de tantas veces que lo repites.

El se llevó el dedo pulgar a su boca, sabía que estaba pensando en algo. Lo conocía tan bien.

Y enseguida supe que algo no estaba bien.

Mis sospechas se confirmaron cuando lo escuché decir:

Creo que lo mejor sería que terminemos esta relación.

En ese instante todo parecía haberse congelado. Me quedé sin palabras. No sabía qué decir o hacer.

Aquella frase resonaba como eco en mi mente.

¿Cómo se atrevía? Después de estar tanto tiempo juntos, después de darle todo mi amor y cariño, me estaba botando como si nada.

No estaba enojada. Tampoco estaba triste.

𝐋 𝐋𝐚𝐰𝐥𝐢𝐞𝐭 | 𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora