𝐋 𝐋𝐚𝐰𝐥𝐢𝐞𝐭 | 𝐎𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬

ʙᴇᴛʀᴀʏ

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—Hasta mañana Light —me despedí de mi amigo con un movimiento de mano.

Me giré y comencé a caminar hacia mi casa. La plataforma de mis botas negras sonaban al chocar contra el piso.

Ya era bastante noche, únicamente me había quedado tan tarde en casa de Light porque insistió en aclarar los últimos detalles del plan contra L.

Íbamos a asesinarlo.

No con nuestras manos y pies como tal, pero habíamos creado un plan para lograr escribir su nombre en la death note, sin que nadie más lo supiera.

Para eso me necesitaba a mí. Necesitaba mi conexión con Rem. Él iba a sacar ventaja de ello, y yo se lo permitiría.

Sí, lo sé, suena bastante retorcido cuando lo ves de esa forma.

Había conocido a Light en la preparatoria, tomábamos las mismas clases y ambos éramos conocidos por ser estudiantes sobresalientes.

Pronto nos volvimos amigos muy cercanos, sin embargo, me sorprendió mucho cuando me reveló su identidad.

Aunque tampoco fue su decisión del todo.

Básicamente ocurrió por accidente unas semanas después de que él encontrara la death note.

Aquel día había ido a visitarlo, sin avisar —como de costumbre—, toqué el timbre de su casa y esperé, la puerta se abrió y la señora Yagami me recibió con un fuerte abrazo.

—Giselle, qué gusto verte linda.

—Lo mismo digo, señora Sachiko —dije sonriendo. —¿Light está en casa?

—Claro, pasa —invitó. —Está en su habitación haciendo tarea.

—Gracias, con su permiso.

Subí por las escaleras, y sin pensarlo demasiado entré a su habitación sin tocar la puerta.

Lo vi de espaldas, estaba recargado en su escritorio, como si estuviera escribiendo algo. Se dio la vuelta y cuando me miró lo noté tenso.

—Hola Light —saludé alegre. —¿Qué tienes ahí?

—Nada. Solo un cuaderno —respondió serio. —¿Por qué nunca tocas la puerta?

—L-lo siento —murmuré apenada.

Intentó guardar la libreta, pero como soy muy curiosa me acerqué cuando él estaba de espaldas.

—¡Giselle no la toq-

—¿Death Note? —tomé la libreta y leí la portada. —Esto está en inglés.