Capítulo 7

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"La soledad es peligrosa. Es adictiva una vez que te das cuenta de cuanta paz hay en ella, no quieres lidiar con la gente"

Carl Jung

Ramé.

No recuerdo el momento exacto en que escuché esa palabra por primera vez.

Sé que era pequeña, muy pequeña.

A papá le encantaba leer el diccionario.

<<Todos los días se aprende algo nuevo, princesa>> decía.

Puede existir belleza en el caos.

Lo comprobé muchos años después.

El día en que mi madre murió.

Tenía doce años y ella había pasado por una feroz batalla contra un temible monstruo.

Cáncer.

Una enfermedad mortal que le arrebató todo.

Fueron meses de desvelo.

Noches y noches rezando a dioses y exigiendo milagros.

Horas sosteniendo su mano y viendo como la luz que siempre la acompañaba fue menguando poco a poco.

Recuerdo los sentimientos de agonía, miedo y desesperanza.

Todo se convirtió en caos.

Dejé de ver colores en todas partes. Dejé de sentir. Dejé de vivir.

Mi mente de niña creía, que, algún día nos volveríamos a ver, justo ahora, decido creer en que hay algo más, no importa que, solo anhelo una última vez, una última conversación en la que pueda contarle mis aventuras, mis conquistas y mis nuevos sueños.

Esa noche, la noche en la que su cuerpo quedó sin vida y su alma fue dividida en los corazones de quienes nunca dejaremos de amarla, dijo algo, a mí, palabras que se convirtieron en acero, reforzado e indestructible.

—Sabes pequeña, yo digo que los sueños son posibles—susurró, su voz rota y sus labios secos—. Creo que si no pudieran convertirse en realidad, no habría razones para tenerlos. Nunca dejes de soñar, Vera. Nunca permitas que nadie te arrebate la oportunidad de hacer de tu vida algo mágico.

Hubo muchas cosas, cientos de consejos que me ofrecieron a lo largo de mi vida, pero solo ese se quedó conmigo.

Me acompaña a donde quiera que vaya.

Y justo ahora está a mi lado.

Mostrando un pequeño arcoíris que ilumina mi mundo luego de una furiosa tormenta que llegó para revolucionarlo todo.

Sobreviví.

Lo he hecho toda mi vida.

Ahora veo la belleza del mundo.

Cuando lo pierdes todo más de una vez comprendes a apreciar los pequeños detalles, esos que se encuentran ocultos entre risas, lágrimas y corazones rotos.

Beloved Thorns Of Paris (#PGP2023)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora