"Me da la sensación de que si hay algo que quieres lo suficiente, nada te detendrá"
De Sangre y Cenizas.
Jennifer L. Armentrout.
La pasada noche no pude ver nuevamente a Pol cuando me marchaba a casa, probablemente estaría haciendo una de sus rondas nocturnas.
Por lo que decidí dejar la reprimenda para hoy.
Son casi las doce de la noche.
Se me ha hecho tarde porque el tiempo pasa volando cuando no piensas o te preocupas por el mundo exterior y los desastres que aguardan en el.
Sacudo enérgicamente mi cabeza evitando los pensamientos negativos.
Luego recojo mi cabello en una trenza y voy al baño a limpiar todo el desastre de mi piel y a cambiar mi ropa por un atuendo más limpio.
Cuando me encuentro lista, marcho en busca de Pol.
Esta noche dejé en su mesa lo que me pidió ayer, así que ya cumplí mi parte del trato.
Sin embargo me preocupa mucho que puedan quitarle su puesto solo por permitirme entrar a una sala privada.
Sala que estaba abierta.Lo que me resulta confuso.
Al ver a mi agente de seguridad favorito le sonrío, agradecida y feliz al mismo tiempo.
—Gracias por la sorpresa —me guiña un ojo y yo imito su gesto.
—Pol —su nombre suena firme en mis labios—. No debes permitir que otras personas que no pertenecen a la galería accedan a ella, ayer encontré a un chico vagando por las salas.
—¿Estaba vestido completamente de negro? —pregunta sonriente.
—Sí, ¿Por qué?
La confusión ha de ser palpable en mi rostro ya que deja escapar una fuerte carcajada, probablemente riéndose de mi.
—Le aseguro, Señorita Clifford, que nadie ajeno al personal ha atravesado esas puertas.
Cierro mis ojos, la frustración apoderándose de mí.
—Bueno él estaba allí y luego desapareció como si lo hubiesen visto haciendo algo malo.
Pol toma el libro de registro.
El que debemos firmar todos los días y todas las veces que decidamos entrar o salir.
Lo lee y vuelve la sonrisa fácil, conocedora.
—¿Entonces? —cuestiono.
—No había nadie raro por estos pasillos, solo ustedes dos.
—¿Nosotros dos? —mi cerebro ya es un amasijo de confusión.
—Usted y el artista.
—Lottus —medio grito, sorprendida—. Te refieres a Lottus, ¿El artista cuyas obras yo estaba observando sin su permiso?
—Exacto. El ha estado apareciendo todas las noches, desde el mismo tiempo que usted.
—Entonces el chico que vi... —mi voz se quiebra por la emoción—. Ese era él.
—Vestido de negro —comienza a contar con sus dedos—, no te observa a los ojos, no habla. Es un poco tenebroso si me permite el comentario.
Realmente lo es.
Un escalofrío me recorre al pensar en nuestro encuentro.
Tan oscuro y tenebroso como puede ser, ha creado obras que poseen tanto amor y dolor que la dualidad me sorprende.
—¿Está aquí ahora?
—No —comenta rascándose la cabeza—. Ha salido por la puerta trasera hace unos minutos.
Lo dejo allí hablando solo mientras comienzo a correr en dirección contraria.
Al atravesar la puerta trasera un dolor inexplicable me oprime el corazón y una fuerte corriente de viento me azota el rostro.
Un auto recién sale del parking, a una velocidad peligrosa, como un murciélago huyendo de la luz.
—¿Por qué no me dejas conocerte? —susurro al pequeño remolino de aire que deja al desaparecer.
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Beloved Thorns Of Paris (#PGP2023)
FantasiHabía una vez... una princesa rota. Y un príncipe cuyo corazón había sido robado. Un puñado de quizás. Noches eternas y marcas en la luna que ni siquiera el universo ha podido borrar. Magia invisible hilando corazones y arte entretejiendo personas...