¿QUÉ?

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El resto del día transcurre lentamente. Él es el único pensamiento que invade mi mente. ¿Cómo lo hará? ¿Qué querrá ahora? Y lo mas importante, ¿acabaré yendo a nuestra "cita"? No tengo ni idea. Lo único que se ahora mismo es que como no me de prisa en tomar una decisión, voy a acabar perdiéndome nuestro pequeño encuentro. Creo que me lo estoy tomando muy a pecho. Probablemente sea algo sin mucha importancia. Mejor será que no me haga falsas ilusiones y vaya. No pierdo nada.

Así pues, salgo de clases, no sin antes atusarme bien el pelo y retocarme un poco el maquillaje con discreción, y me encamino al lugar en donde me citó. Cuando llego a la puerta de los baños, él no está ahí. Lo sabia. Esto era mala idea. Me dispongo a dar media vuelta y marcharme, cuando los dos nos tropezamos y caemos al suelo. Mi cuerpo se encuentra encima del suyo, y la distancia entre nuestras caras es mínima. Momento mas incomodo no había...

-Vaya... No pensaba que me tenias tantas ganas.-Interrumpe Mario.

Lo cual, hace que me levante rápidamente. Mario hace lo mismo. Acabamos uno en frente del otro, sin saber que decirnos. ¿Soy yo, o... Mario está nervioso? No. Imposible. ¿Mario nervioso delante de una chica? Jamás. Eso jamás se verá.

-Bueeno...-Interrumpo, en este caso, yo.-¿Que tenias para decirme?

Mira hacia el suelo, luego al techo, y finalmente, a mis ojos.

-La verdad es que nada. Solo quería verte.

-¿Qué? -Pregunto sin antes pensarlo dos veces.-¿Que querías verme?

-Si.

Entonces el silencio reina. No sé que decirle. Pero tampoco sé que pensar. Es tan bipolar, tan incomprensible... Sin embargo me gusta, me encanta.

-Ah.-Dice como se hubiese acordado de repente.-También quería decirte que me voy a mudar pasado mañana.

-Y... ¿Que quieres que haga yo? -Digo.-Estoy bastante ocupada como para ayudarte con tu mudanza.

-No no.-Dice soltando una carcajada. No sé a donde quiere llegar.-De la mudanza se encargan mis padres.

-¿Entonces?

-Nada. Decirte que me he alegrado mucho al saber que iba a tener una vecina muy guapa.

-Ah.-Digo en seco.

Que el chico que te gusta te hable sobre otra chicas, no es precisamente algo que me atraiga.

-Una tal... Alicia Halloway creo que era.

¡¿Qué?! Pero si esa soy... yo...

-¿Perdón?

-Perdonada. Ya nos veremos... Vecinita.-Dice dándome dos besos en la mejilla.

-Pero...

-Y eso es todo amigos.-Dice imitando al conejo Bos Bonny.-Te quiero dulce.

Y se va.

Se va mientras yo me quedo aquí procesando toda esta nueva información.

Ósea, que el chico que me gusta, Mario, ¿va a ser mi nuevo vecino? Y... ¡¿ha dicho que me quiere?!

Tierra trágame.

¡Eyy! Me gustas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora