MI FORTALEZA

285 21 3
                                        

Salgo con cuidado de la casa de Mario y entro a la mía.

-Pensaba que iría yo a recogerte.-Dice mi madre por detrás mío.

-Emm... Si. Es que... La madre de Aitana se ofreció a llevarme y bueno... Eso.

-Ah.-Dice mientras subo las escaleras para refugiarme en mi preciado cuarto.

Dejo mi mochila en la cama y entro al cuarto de baño que se encuentra al lado de mi habitación.

Desde pequeña he tenido la manía de encerrarme ahí y pensar acerca de lo que me ha pasado últimamente. A veces, me pasaba horas y horas llorando en silencio ahí dentro. Recuerdo que acabó siendo una rutina para mi. Hasta que un día me cansé de estar siempre escondida. No estoy diciendo que ahora no lo haga, por que si. Con menos frecuencia pero si.

De todo aquel solitario pasado aprendí que, si la vida te da mil razones para llorar, tú dale mil y una razones para reír.

Pero llora de vez en cuando, de lo contrario, acabaras explotando tarde o temprano.

¡Eyy! Me gustas...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora