UNO

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El frío que todavía se sentía en las concurridas calles de Seúl al ser finales de febrero calaba cada poro de su cuerpo.

Caminaba rápidamente para poder llegar a su encuentro con Hyunjin, llegando un poco tarde por no saber medir los tiempos de su última clase hasta la cafetería fuera de la universidad en donde quedaron para verse.

Estaba preocupado. No quería hacer al alfa esperar, pero mayor fue su preocupación al llegar diez minutos tarde y no ver rastro del olor o del cuerpo del mayor por ningún lado de la cafetería.

Tomó rápidamente un asiento vacío para poder esperarlo. Aunque eso fuera ya algo usual en Hyunjin, no le quitaba la ansiedad y el nerviosismo de que algo pudo pasarle al alfa. Siempre llegaba tarde, incluso hasta cuarenta minutos después, pero siempre se excusaba y Jeongin sabía que al ser unos años mayor, tendría más preocupaciones por sus trabajos de la universidad.

—Lo siento; llegué tarde.—La voz profunda y varonil resonó en su cabeza, sintiendo el fuerte olor del petricor llenar sus fosas nasales.

—No te preocupes, yo acabo de llegar.—Y aunque ya hayan pasado veinte minutos, Jeongin jamás le decía a Hyunjin lo tanto que lo había esperado.

Tomando asiento a su lado, Jeongin inhaló el delicioso aroma del mayor, su cara desfigurándose unos segundos al sentir un dulce, pero tenue olor a algodón de azúcar. Su corazón comenzó a latir desenfrenado mientras que su omega se retorcía de tristeza al sentir el olor de otro omega encima del que él decía era el amor de su vida.

Y es que no debía por qué aguantarse sus ganas de llorar, pero ya se le hacía costumbre hacerlo desde que Hyunjin le dejó muy en claro que no eran nada más que amigos que se besaban. Y aunque eso hería fuertemente el corazón del omega, se repetía mil veces que era mejor así a tener a su mayor lejos de él. Y es que desde que Hyunjin llegó a su vida no puede imaginarse con alguien más, y sabe que eso tal vez está mal, pero su cabeza y su corazón le rogaba que por favor luchara por ese amor que tanto quería.

—¿Qué vas a pedir?—Hyunjin fue el primero en romper el silencio, mirando el menú que estaba situado en la mesa.

—Un chocolate-...—Y no pudo terminar de hablar cuando el mayor lo interrumpió.

—Un chocolate caliente mediano con un postre de napoleón.—Y la sonrisa que se situó en su rostro al mayor saber sus gustos exactos le quitó todo malestar que había sentido momentos antes, dejando en el pasado el dolor de su omega para convertirse en ahora un sentimiento de felicidad.—Eres tan predecible, Innie.—Y tocando su mejilla suavemente levantó la mano para que los vinieran a atender.

Sus mejillas ahora rojas las sentía calientes por los nervios que le llenaron al ser tocado por el mayor. Los pequeños detalles de Hyunjin lo enamoraban más de él; y al ser alguien que le gustaba el contacto físico, pero que era muy tímido como para pedirlo, el hecho de que el alfa lo hiciera le reconfortaba en demasía.

Al sentir movimiento a su lado y el olor de alguien más, levantó su vista para ver a la mesera que venía a atenderlos. Su omega se removió receloso al percibir que se trataba de otra omega, pero se obligó a mantenerse con una expresión amable.

—Buenas tardes, ¿qué desean pedir?—Y la sonrisa coqueta y la mirada penetrante que le dirigió a Hyunjin lo hizo sentir aún más incómodo.

—Me regala por favor un chocolate caliente mediano con un postre de napoleón y un americano grande.—Y no supo interpretar la hermosa sonrisa que hizo acto de presencia en el rostro del alfa al dirigirse a la delicada omega.

—Enseguida se los traigo.—Dijo la omega mientras se daba media vuelta y meneaba exageradamente sus caderas. Vio a Hyunjin mirar su trasero, pero enseguida apartó su vista para dirigirla a él. Y a pesar de todo, suspiró complacido al tener los ojos oscuros del mayor sobre sí.

SECOND CHANCE || HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora