TRES

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Ver a Changbin y a Seungmin discutir entre sí sobre una partida de un videojuego le resultaba extrañamente cómico. Los dos alfas parecían a punto de arrancarse los ojos mutuamente.

—¡Eres un tramposo!—Gritó Changbin.

—¡¿Yo tramposo?! ¡Tú eres un mal perdedor!—Contraatacó Seungmin.

—¡Si fuiste tú quién utilizó las gemas para poder ganar cuando veías que estabas perdiendo!—

—Perdona, ¿qué fue lo que dijiste? No puedo escucharte desde allá abajo.—Y soltando una risotada, salió corriendo mientras Changbin gruñía y lo perseguía por todo el cuarto.

Hyunjin tampoco pudo aguantar la risa que salió de él, siéndole divertido ver a Changbin tan enojado por el tonto comentario del alfa menor.

Parando de reír, tomó su celular cuando le llegó una notificación, viendo que era un mensaje de Jeongin. Se habían mantenido hablando desde el primer momento en donde intercambiaron números, conociéndose y simplemente hablando cosas que se les venían a la mente.

—Mírale la cara de estúpido que tiene.—Dijo Seungmin cuando Changbin lo había parado de perseguir, dirigiendo también su mirada a Hyunjin y confirmando lo dicho por el menor. El rubio tenía una estúpida sonrisa de enamorado puesta en su rostro.

—Déjame adivinar.—Dijo Changbin llamando la atención del más alto.—Estás hablando con Jeongin.—

—¿Cómo lo sabes?—Preguntó confundido.

—Se te nota en tu cara de estúpido enamorado que solo pones cuando hablas con Jeongin.—Dijo Seungmin.

—No estoy enamorado.—Bufó.

—¿Hasta cuándo lo vas a seguir negando?—Ya para sus amigos era más que obvio que Hyunjin estaba enamorado. Entendían hasta cierto punto la negación del rubio; al alfa no le habían enseñado a amar y por eso no sabía cómo expresarlo.

Hyunjin venía de una familia difícil. Sus padres estaban divorciados por una infidelidad mutua, pero seguían viviendo bajo el mismo techo y no entendían verdaderamente el por qué. Y eso complicaba demasiado las cosas porque sus padres se la pasaban discutiendo y no le prestaban ni una mísera de atención a su único hijo. El alfa, al crecer en ese ambiente, no sabía cómo manejar algunas de sus emociones. Para él era más fácil mostrar su disconformidad, su mal genio y sus palabras hirientes a mostrar una sonrisa, unas palabras de aliento e incluso el sentimiento de amor que solo había salido a su relucir fuertemente desde la llegada de Jeongin.

—Entre mas lo niegues será peor.—Dijo Seungmin.—Solo te estás hiriendo a ti y a Jeongin.—

—Es cierto.—Confirmó Changbin.—Si sigues con este juego podrás perderlo y será demasiado tarde.—

Para Seungmin y Changbin era demasiado importante hacerle saber al alto sobre el mal que le estaba causando al omega menor y a él mismo. Les alegraba completamente que Hyunjin haya podido encontrar a su alma gemela, pero querían que hiciera las cosas bien. Y aunque Hyunjin no les había dicho eso, ellos estaban consientes de la conexión del alfa rubio con el pequeño omega. Cualquiera podría notarlo.

Hyunjin simplemente escuchó las palabras de sus amigos, siéndole casi imposible imaginar ahora una vida sin Jeongin. Era el omega más especial y hermoso que alguna vez haya conocido. Él sabía que le costaba hacerle frente a sus sentimientos, pero venía a su cabeza la infeliz vida que llevó por culpa de sus padres al estos decirle que así era el amor.

El amor viene y va, Hyunjin.—Le había dicho su madre una vez.—No dejes que te hiera como me está hiriendo a mí.—

Las palabras de su madre habían calado en cada parte de la mente del pequeño Hyunjin de tan solo doce años, haciéndole caso a la alfa mayor al no dejar que ese sentimiento lo hiera primero. Le habían enseñado que era mejor herir a ser herido.

SECOND CHANCE || HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora