TREINTA Y DOS

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Tres semanas habían pasado desde que se enlazó con Jeongin y su tan esperada graduación era en tres horas.

Se encontraba con su omega en su habitación mientras que este le hacía unos masajes raros en el rostro con un objeto que parecía un utensilio de cocina según él.

—¿Ya?—Dijo un poco ansioso el alfa.

—No, Jinnie, tu rostro debe verse lo más hidratado y hermoso posible.—Respondió mientras quitaba la mascarilla facial y le seguía haciendo pequeños masajes.

—Eso me haz dicho toda la semana, ángel.—Dijo divertido.

Y es que Jeongin llevaba una semana completa haciéndole tratamientos faciales, capilares y muchísimas cosas más para su graduación. El omega se había encargado de convencer al alfa para hacerse cada una de las mascarillas que encontraba en internet, también arreglándole las uñas para que brillaran con el esmalte transparente que le había colocado. Hyunjin se había puesto un poco reacio a esas ideas absurdas de Jeongin, pero nada que un buen sexo no pudiera arreglar.

Aunque también era bastante satisfactorio pasar tiempo con su omega. Amaba la sonrisa hermosamente grande que aparecía en su rostro al verlo complacer sus caprichos; sus tiernos ojos brillando de la emoción al verlo con cosas raras puestas en su rostro; su dulce aroma feliz llenando la habitación y sobre todo el sentimiento abrasador que envolvía su pecho con esos pequeños detalles.

—Calla y déjame seguir con mi trabajo.—Dijo serio.

Hyunjin hizo caso total a la petición de su omega y se quedó callado mientras admiraba su rostro.

Joder, Jeongin era una obra maestra convertida en omega. Lo amaba con todo su corazón.

—Jinnie.—Rió el menor tiernamente. Sus mejillas se colocaron de un leve tono rosado.—También te amo con todo mi corazón.—

El alfa rió un poco apenado mientras rascaba su nuca nerviosamente.—Aún no me acostumbro a eso.—

—Yo tampoco, pero me encanta poder escucharte.—Sin poder evitarlo, Jeongin dejó de hacer sus masajes y se acercó a los labios contrarios, besando castamente para dejar suaves piquitos después de separarse.

Sin previo aviso, el alfa tomó a Jeongin de la cintura y lo sentó en su regazo, besando apasionadamente los labios de su omega. El menor soltó un jadeo que fue silenciado por los labios del mayor. Tomó sus grandes manos y las ubicó en la pequeña cintura del chico sobre sus piernas mientras que apretaba levemente y sentía a Jeongin soltar un suspiro complacido.

—Llegaremos tarde y los chicos nos están esperando.—Jeongin se separó con toda la voluntad que tenía, no dejándose envolver por el atrayente y atractivo aroma a petricor de su alfa.

—Que esperen todo lo que quieran.—Dijo Hyunjin sin importarle un poco.

Seungmin, Chan, Yeonjun, Minho y Changbin se graduaban ese mismo día también. En su universidad hacían las graduaciones de todos los de último año de diferentes carreras en una semana entera. Dividían a los alumnos dependiendo de sus especialidades y todos se graduaban con diferentes diplomas dependiendo de su título. Hyunjin por fin se graduaba de abogacía y no podía estar más feliz de por fin dejar de asistir a clases.

Pero todo pensamiento relacionado a la universidad se vio opacado por el gemido que salió de la boca de Jeongin cuando besó su marca. Su corazón latió rápidamente y sintió su miembro comenzar a endurecerse debajo de los muslos del menor.

El omega, sintiendo cómo su alfa se crecía deliciosamente debajo de su entrada, comenzó un vaivén rápido para poder calmar las ansias de tenerlo en su interior.

SECOND CHANCE || HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora