DOS

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¿Sí viste? Hyunjin estaba en un salón revolcándose con Lia.

Pobre Jeongin. Se le nota que está enamorado de Hyunjin.

Todos sabemos cómo es él, no entiendo cómo alguien tan bondadoso como Jeongin decide entregarle su corazón a Hyunjin.

Jeongin es un idiota, ya hace tiempo se hubiera alejado de él.

El pequeño omega caminaba por los pasillos de la universidad mientras escuchaba cada uno de los desagradables comentarios que hacían sobre su persona y sentía las miradas quemar sobre su cuerpo.

Tenía ganas de irse a su habitación, de encerrarse por tres días mientras lloraba desconsoladamente y de dejar de escuchar esos horrendos cometarios.

Su omega lloraba en su interior y la imagen de un Hyunjin besándose con Lia le atormentaba fuertemente. Y aunque no era la primera vez que eso sucedía, eso no evitaba que doliera menos. Tenía la gran fortuna de jamás ver a Hyunjin con alguien más, pero las personas jamás dejaban de hablar.

Y se preguntaba cada día de su vida desde que conoció a Hyunjin por qué simplemente no se alejaba de él; por qué no hacía el intento de eliminar esos fuertes sentimientos que tiene hacia él; o por lo menos de siquiera confrontarlo para que le contara toda la verdad.

Pero tenía miedo.

Miedo de que si lo hacía Hyunjin no cambiaría y simplemente se alejaría de él.

No podía imaginarse una vida sin el mayor; su presencia había calado por cada partícula de su ser. Y aunque su omega y su dignidad estaban destrozados, quería aguantar un poco más. Quería pensar que Hyunjin sí cambiaría. Quería tener un poco de esperanza.

—¡Innie!—Escuchó la voz de Beomgyu llamarlo a sus espaldas.

Sin siquiera voltearse, esperó a que su amigo llegara junto a él, y cuando lo hizo, supo la razón de porqué lo buscaba. Había evitado a toda costa las llamadas y los mensajes de Beomgyu y de Jisung. No quería que le dijeran un "te lo dije"; y aunque se lo merecía, sus amigos jamás lo hicieron. Solo se mantenían a su lado mientras lo consolaban suavemente y eso lo hacía sentir aún peor. Porque estaba dejando que hicieran con él lo que juró jamás permitir.

—Te estábamos buscando, Innie.—Beomgyu rompió el silencio sacándolo de sus pesados pensamientos.

Levantando la vista un poco, la dirigió hacia el alfa y se arrepintió de haberlo hecho. La mirada que le dirigía Beomgyu estaba cargada de pena, de angustia y de pesar.

Mordió su labio inferior mientras evitaba el sollozo que quería salir de su garganta.

—Lo siento.—Añadió.

—¿Qué sientes?—

—Hacerlos preocupar.—

—No lo sientas.—Beomgyu sonrió cálidamente y pasó su brazo por sobre los hombros de Jeongin, dándole así un pequeño abrazo.—Para nosotros no es ningún problema preocuparnos por ti. Para eso estamos.—

Devolviéndole la sonrisa, se dejó llevar por el suave toque de Beomgyu. El olor a gasolina del alfa relajó un poco a su omega, sintiéndose protegido en los brazos de su mejor amigo.

—¿Quieres ir a la cafetería?—Preguntó Beomgyu.—Hay postres de napoleón, yo invito.—

La sonrisa que apareció en los labios contrarios lo tranquilizó, haciendo a su alfa relajarse un poco al sentir el aroma agrio transformarse en uno suave, indicando que se estaba tranquilizando por la invitación a su postre favorito.

SECOND CHANCE || HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora