NUEVE

995 98 35
                                    

Caminar por los pasillos con un gran ramo de hermosos tulipanes blancos no era algo que le agradaba del todo. Los rumores sobre su supuesta discusión con Hyunjin a las afueras de su salón de clases ya estaban en todas las bocas de la universidad.

Aunque para qué mentir. Amaba el hecho de que el alfa se había tomado el tiempo de comprarle flores y buscarle el significado exacto de ellas. Su omega se movía alegremente en su interior, pero no quería ceder tan fácilmente. Tal vez para su inocente omega su dignidad y orgullo no valían nada, pero Hyunjin había herido cada parte de su ser y no quería que le vuelvan a ver la cara de estúpido otra vez. Ya había tenido suficiente.

Su corazón se estrujaba al repasar en su mente la imagen de Hyunjin con esa omega en la fiesta. Podía recordar a detalle el deseo palpable en cada toque que ella le hacía, pero también recordar las grandes manos de Hyunjin adentro de la blusa contraria, tomando la pequeña cintura de la omega entre ellas.

Las ganas de llorar inundaron su ser; el pensar que se dejó hacer las cosas que el alfa quería también lo carcomía. Había jurado darse a valorar, hacerle saber a cada persona lo que tenía para ofrecer y si no lo querían entonces estaban invitados a irse, pero había dejado que Hyunjin se divirtiera con él, que hablaran sobre él y simplemente dejar pasar todas las cosas que lo hirieron. Y eso lo hacía sentir peor. Le dolía el hecho de ver al alfa con alguien más, eso era obvio; pero le dolía aún mas dejarse pisotear cuando juró jamás permitirlo.

—¿Estás bien?—Le preguntó Jisung preocupado.

Al percatarse de su alrededor, se dio cuenta que su olor a tristeza inundaba toda la estancia, captando toda la atención de los alfas del lugar. Su corazón comenzó a ir más rápido al no querer esa atención puesta sobre él, así que simplemente asintió y siguió caminando.

—Vayamos a comer.—Sonrió para poder tranquilizar a Jisung. Aún no se quedaba tranquilo con la vaga afirmación.

El omega mayor asintió y tomaron rumbo hacia el lugar mencionado. Al llegar, decir que las miradas se posaron sobre él está de más. Ya estaba cansado de esa atención recibida.

—No te preocupes.—Habló Jisung.—Están así porque es lo más interesante que ha pasado. Seguro que cuando salga un nuevo chisme se dejarán de preocupar por ti.—

Asintió más tranquilo. Eso era verdad.

—¿Le escribimos a Beomgyu para que nos alcance aquí?—Preguntó Jeongin.

Al ver el asentimiento de cabeza de Jisung, sacó su teléfono para escribirle al alfa. Se dirigieron a comprar algo frío para tomar. Ya se sentía el verano llegar.

Les entregaron sus dos limonadas de coco mientras se sentaban en una de las mesas vacías del lugar. Beomgyu le había contestado que se demoraba un poco en llegar al estar esperando unas notas que su profesor le tenía que entregar.

Colocó los hermosos tulipanes en la mesa mientras endulzaba su paladar con la rica bebida. Inconscientemente, aspiró el aroma para ver si percibía el petricor en el ambiente, pero su omega se entristeció al no hacerlo. Supuso que Hyunjin seguía en clases igualmente.

Entabló una amena conversación con Jisung por varios minutos hasta que sintieron una presencia junto a ellos. Jeongin pensó que sería Beomgyu, pero al no ser el aroma a gasolina y en vez de eso sentir un olor a madera alzó la vista.

—Hola, Jeongin.—La alfa que estaba enfrente de él le sonrió.

—H-hola, Karina.—El temblor en su voz se hizo presente.

Karina era una alfa mayor a ellos. La conocía por ser una de las más hermosas y buscadas por los y las omegas del lugar, pero jamás había entablado una conversación con ella y no sabía porqué se le había acercado.

SECOND CHANCE || HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora