DIECINUEVE

584 58 2
                                    

Tener que esperar a que Jeongin regresara del baño era algo que podía soportar, pero el omega ya había durado más de quince minutos y todavía no llegaba a la mesa. No quería preocuparse o pensar de más, pero su alfa se removía ansioso en su interior. Jeongin jamás se demoraba tanto y los baños no estaban tan alejados de la cafetería como para que se durara bastantes minutos en el lugar.

Escuchaba a sus amigos hablar como si nada mientras que él se removía ansioso en su silla. Estaba a poco de pararse e ir a buscar al menor.

—¿Estás bien?—Le preguntó Chan mirándolo preocupado.

Alzó su vista hacía él y notó que todos los demás chicos lo estaban mirando.

—¿No creen que Jeongin se ha demorado mucho en el baño?—Preguntó con una mueca.

Los rostros pensativos de los demás chicos hicieron acto de presencia, haciéndole entender que nadie había notado cuántos minutos pasaron desde que el omega se fue.

—Cierto, ¿se habrá ocupado en otra cosa?—La voz preocupada de Beomgyu quiso camuflarse con una despreocupada, pero el alfa mayor la percibió de igual forma y eso lo hizo ponerse aún más ansioso.

Sin esperar ni un minuto más, se levantó de su silla.—Voy a buscarlo.—Dijo mientras caminaba rápidamente hacia las afueras de la cafetería.

Sintió presencias detrás de él y notó que todos lo estaban siguiendo. Tal vez no era el único que podía percibir que algo malo sucedía.

Al llegar a los pasillos, inhaló completamente para percibir el aroma de Jeongin en el aire, pero sus nervios se activaron cuando percibió miedo en él y también el fuerte olor de la madera haciendo acto de presencia. Su mandíbula se tensó y siguió rápidamente el aroma. Se hacía aún más fuerte al pasar por un salón, y su mundo se vino abajo para cuando percibió un sollozo provenir el lugar.

No pudo explicar las emociones negativas que lo invadieron cuando abrió la puerta y vio a Karina amasar el trasero de su omega de forma descarada mientras que este sollozaba asustado. Ni siquiera notó cuando sus ojos se colorearon de un fuerte azul eléctrico y su alfa tomó todo el control de sus acciones.

Tomó fuertemente el cuerpo de la alfa mientras la estampaba contra la pared, escuchando el gruñido que salió de ella al no estar preparada para tan brusco movimiento. La chica lo miró fijamente mientras se acercaba a él y le golpeaba la mejilla con su puño, pero no dejó que eso lo desestabilizara. Su lobo solo buscaba herir a la persona que osó ponerle una mano encima a su omega.

Plantó fuertemente sus pies sobre el suelo para no dejarse caer al recibir el golpe y se lo devolvió aún más fuerte. No sentía el dolor que debió invadirlo al tener el golpe en su rostro y tampoco sentía sus nudillos al golpear a la alfa. No sentía nada a su alrededor y lo único que quería era llegar a la chica que se alejaba de él rápidamente para evitar ser golpeada hasta la muerte.

Llegó a ella y la tomó por el cuello para tirarla por algún lugar del salón, su cuerpo cayendo junto a unas sillas y mesas y sacándole un gruñido de dolor. La alfa se puso de pie rápidamente y corrió hacia él plantándole un golpe en el abdomen. Hizo una mueca de dolor por la falta de aire, pero le propinó una patada en sus piernas que la hizo caer. Aprovechando el dolor de Karina al no lograr ponerse de pie, se colocó encima de ella y comenzó a golpearla nuevamente.

No sabía cuánto tiempo había pasado, tampoco sabía cuántos golpes le había propinado, pero no lograba controlarse. No lograba regular a su alfa enojado y tampoco quería hacerlo. Dejó que Karina tuviera la audacia de ir más lejos con su omega por no ser lo suficientemente territorial con lo que le pertenecía, y pensar en eso lo hizo enojarse aún más.

SECOND CHANCE || HYUNINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora