Lights in the darkness━━ Eleven.

Capítulo 5

"Dig Dug"

Mike y yo habíamos ayudado a Joyce a pegar en las paredes los dibujos que hacía Will. Toda la casa estaba ahora repleta de los dibujos.

—Es como que siento lo que siente el monstruo sombra. —Habló Will. Estaba sudado incluso había sudado la camisa que ahora tenía. —Veo lo que él ve.

—¿Como en el otro lado? —Preguntó Mike, yo veía los dibujos en las paredes tratando de hallar algo. Will asintió a su pregunta.

—Una parte de él está ahí. —Dijo Will. —Pero otra está aquí.

—¿Aquí en esta casa? —Pregunté sentándome a su lado.

—En esta casa y... en mí. Pero, él no solo me quiere a mí. —Dirigí mi mirada hacía el castaño. Fruncí mi ceño al escuchar lo que dijo.

—¿A que te refieres? —Pregunté. Lo miré confusa esperando una respuesta de su parte.

—Él también quiere a alguien más. —Will me miró. En mi rostro aún se notaba la confusión. No sabía a qué o a quién se refería. —Pero, aún no sé a quién. —Solté un suspiro. Los problemas aumentaban cada vez más. —Al principio, solo lo sentía en la nuca. —Su voz comenzó a entrecortarse. —Ni siquiera sabía que estaba ahí. Es como cuando sueñas algo, luego no lo recuerdas salvo que te concentres. Era así. Pero ahora es... ahora lo recuerdo. Lo recuerdo todo el tiempo.

—Tal vez... tal vez eso sea bueno. —Dijo Mike. Yo lo miré confundida sin entender a que se refería.

—¿Bueno? —Preguntó el castaño mirando a Mike.

—Piénsalo, Will. Ahora eres como un espía. Un superespía. Espías a el monstruo sombra. Si sabes lo que ve y siente... quizá así lo detengamos. Tal vez todo esto suceda por una razón. —Dijo Mike. Dándole ánimos a él.

—¿En serio crees eso?

—Si. En serio.

—¿Y si él se da cuenta de que lo estamos espiando? —Pregunté mirando el dibujo del monstruo sombra. —¿Y nos espía a nosotros?

—No. —Respondió Mike.

—¿Cómo lo sabes? —Pregunté.

—No lo dejaremos. –Aseguró Mike.

(...)

Todo a mi alrededor era oscuro. Hacía más frío de lo normal. No había señales de vida de alguna persona. Grité con todas mis fuerzas pero simplemente se escuchaba el eco de mi voz. Estaba sola. Me senté en el suelo, abracé mis piernas esperando no ver nada más. Un ruido muy agudo me hizo tapar mis oídos. Era un sonido que conocía. Trataba de recordar de dónde pero lo único que podía pensar es en cómo salir de aquí. En mi mente vagó el recuerdo de aquella vez cuando mis padres eran felices juntos. Podía verme a mí junto a ellos. Todos sonriendo. Una pequeña sonrisa se formó en mis labios. Ese sonido volvió de nuevo. Parecía como un animal rugiendo, solo que era demasiado agudo. Y lastimaba mis oídos. Levanté mi mirada. Una gran sombra se hizo presente en el cielo. Entonces recordé aquel dibujo que hizo Will. Era idéntico y se acercaba cada vez más a mí. Me levanté de inmediato y comencé a correr. No tenía rumbo alguno, solo corrí. Ese rugido agudo volvió a sonar. Ocasionando que me cayera. Mis manos cubrieron mis oídos, esperando que el rugido desapareciera. Y cuando lo hizo, quise levantarme. Pero por alguna razón no pude. Estaba congelada. No de frío. Como una estatua. Cerré mis ojos con fuerza al ver la sombra gigante acercarse a mí. Luego de un momento, volví a abrirlos. La sombra paso de largo, iba por alguien más. Mi mirada se dirigió hacía la casa que estaba frente a mí. Era la casa de los Byers. ¿Iría por Will? No estaba segura. Tenía que confirmarlo. Corrí con todas mis fuerzas hacía adentro de la casa. El monstruo sombra metió uno de sus tentáculos por una de las ventanas. Cuando llegué a el cuarto de Will. Me pude visualizar. Estaba durmiendo. Mike y Will también lo hacían. El tentáculo irrumpió en la habitación. Pero no fue por Will. La sombra rodeó a mi otra yo. Se metía por todo el cuerpo. O mi otro cuerpo. Por los ojos, la boca, los oídos. Por todas partes. Cuando se detuvo abrí mis ojos como platos. Me levanté sobresaltada. Mike se levantó al escuchar mi respiración agitada. Al verme así me preguntó si estaba bien. Yo asentí lentamente. Había sido un sueño. O eso había parecido.