"Querida Maddie".
—Lo siento, me está costando entender esto. —dijo Jonathan con desesperación. —¿Qué está pasando en Hawkins? ¿Qué está causando los asesinatos?
Angustia. Era la palabra que podía definir el momento. Qué de la nada lleguen unos extraños a tu casa y te digan cosas fuera de lugar, es muy confuso.
—Eso es lo que queremos averiguar. —dijo la señora frente a ellos.
—¿Dónde está El ahora? —cuestionó la rubia.
Sonaba desesperada al no saber como se encontraba la castaña. Necesitaba asegurarse de que estuviera bien.
—Por su seguridad, es mejor que no lo sepan. —respondió la señora.
—¡Es una locura! —exclamó levantándose del sillón con molestia.
Maddie comenzó a dar vueltas de un lado a otro, tratando de recapitular todo lo que le habían dicho. Estaba volviéndose loca.
—Este entrenamiento para recuperar sus poderes, ¿cuánto dura? —cuestionó Jonathan.
—Quizá semanas, quizá meses. —respondió.
—¿Meses? —cuestionó Will, incrédulo.
—Los agentes Harmon y Wallace se quedarán aquí. —dijo la desconocida, refiriéndose a los dos tipos que estaban atrás de ella.
—No estamos en peligro. Nuestros amigos viven en Hawkins. —dijo Will.
—Mi familia vive en Hawkins. —comentó Maddie.
—Intentaré controlar todo esto hasta que Eleven esté lista. —aseguró la mujer. —Mientras tanto, es muy importante que no hablen con nadie sobre esto. Sé que es difícil de entender...
—No es difícil, es imposible. —dijo Maddie con una ironía.
En estos momentos eran en los que Maddie solía actuar como estúpida, gracias a la preocupación que estaba teniendo. Cuando por fin había pensado que podría tener una vida normal y sin monstruos del otro lado, salen con esto. Le preocupaba mucho su novia, sus amigos y familia. Deseaba poder estar en Hawkins para tratar de ayudar en lo que sea que estuviera pasando, pero, no iba a dejar a su novia sola, entonces optó por tratar de tranquilizarse y escuchar atentamente a aquella señora.
—Hay facciones dentro del gobierno que trabajan directamente contra Eleven, que, de hecho, la están buscando en este momento. —dijo la mujer. —No podemos arriesgarnos. Si se enteran de esto, Eleven estará en peligro. Y si Eleven está en peligro, sus amigos también. Y tu familia. —recalcó viendo a la rubia.
—¿Cómo sé que debo confiar en ustedes? —cuestionó Maddie, ya con más tranquilidad.
—Somos amigos de Owens. —respondió. —Eleven confió en nosotros. Ahora les pedimos que hagan lo mismo. —Nadie dijo nada. Aquella mujer metió su mano a su traje y de el sacó un sobre. La examinó antes de extenderla hacía la rubia. —Para ti.
Maddie confusa, lo tomó. Le dió un pequeño vistazo a el sobre y para tener privacidad, corrió hacía la habitación en la que se había estado quedando. Cerró la puerta con seguro, seguido de esto se sentó en el borde de la cama y comenzó a desgarrar el sobre. Cuando la carta ya estaba a su vista, leyó con determinación.
"Querida Maddie,
Me fui a convertir de nuevo en superheroína.
EL"
Un suspiro salió de sus labios al finalizar la lectura. Analizó todo con detención, no sabía que haría, pero si tenía que desobedecer las ordenes de esos desconocidos, lo haría sin pensarlo. Le aterraba el hecho de que su novia estuviera arriesgándose, aunque claro que si ella estuviera en su lugar, también lo haría. Pero es diferente. Maddie se preocupaba demasiado por aquella castaña, mucho más que por su propia vida. Y peor aún, no podía dejar de pensar en aquella pelea que tuvieron anteriormente, recordó lo mal que se sentía por no haber podido demostrar sus sentimientos. Sin tan solo hubiera dicho aquellas palabras, Eleven no la estaría odiando. Pensó.
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Lights in the darkness━━ Eleven.
FanficMaddison Harrington una chica que desde su corta edad ha tenido una vida bastante difícil. Después de un incidente la chica tendrá que mudarse a Hawkins, la pequeña ciudad donde nació. Conoce a un grupo de amigos que al agradarles la aceptan en su g...