Chapter six

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Regulus

Abro los ojos nuevamente y, al dirigir mi vista al sillón a mi lado ya no veo a James, en su lugar encuentro a Pandora haciendo una pulserita y tarareando alguna melodía que habrá escuchado.

-- Buenas noches, princesa durmiente-- dice mi amiga sin levantar la vista de su pulsera.

-- Hola, Dora-- digo, con la voz ronca puesto que recién me despierto--. ¿Qué hora es, Pands?

-- Algunos alumnos siguen cenando, pero yo me apuré para venir aquí-- contestó y pareció acordarse de algo, pues levantó la vista y extendió la mano a una mesita--. Por cierto, come. Estás muy pálido-- añade y yo tomo el plato con la comida entre mis manos, empezando a comer aunque realmente no tuviera hambre.

Estuvimos en silencio un rato, hasta que ella vuelve a hablar.

-- Sirius te trajo el libro que le habías prestado-- señala con la cabeza a la mesita mientras continúa su pulsera.

Ella estaba callada pero sabía que moría por preguntarme algo. Suspiré y hablé.

-- Dilo ya, Dora-- ella sonrió y dejo la pulsera en la mesita, viéndome atentamente y con un brillo en sus ojos azules.

-- ¿Qué tal todo con James?-- era una simple pregunta, pero sabía que venía acompañada de gran peso, y mis mejillas asumieron un color carmesí. Mi amiga sonrió ampliamente y pude escuchar un pequeño chillido salir de ella.

-- ¿Cómo sabes que estuvo aquí?-- pregunté, desviando mi mirada de ella.

-- Estaba aquí cuando vine por la tarde. Y aún si no lo hubiera visto, eso me lo confirmaría. Ahora, ¿cómo les fue? Me dijo que habías despertado un rato. Debes saber que estuvo muy atento a ti estos dos días.

-- Tan insoportable como siempre ha sido.

-- ¿Acaso no recuerdas que así de insoportable te llegó a gustar, corazón de melón?

-- Mi pasado oscuro, por favor no lo menciones-- digo, cerrando los ojos al momento que suelto un suspiro dramático.

-- ¿Pasado?-- menciona y yo inmediatamente abro los ojos y la veo.

-- ¿A qué te refieres con eso, Pandy?-- pregunto con inocencia. Realmente tenía una idea de qué quería decir, pero no estaba listo para responder.

-- Lo que quiero decir es que, ¿estás seguro de que te gustó?-- recalcó la última palabra para remarcar el tiempo pasado--. ¿De que sólo es un "pasado oscuro" en tu vida? ¿Estás seguro de que no es incluso em presente, oscuro o luminoso?-- alza una ceja y yo bajo la vista.

-- Yo... No lo sé, Pands-- digo en voz baja--. No sé. Pero espero que no. No quiero volver a encariñarme y... y que finalmente se repita-- digo entre tartamudeos.

-- Cariño...-- Pandora se sienta en la camilla a mi lado y me rodea con sus brazos--. No debes tener miedo de encariñarte, y sé que toda tu vida te han enseñado a no demostrar tus sentimientos, pero eso no está mal. Sé que con decirlo no dejarás de lado esos pensamientos que te impusieron esos señores, y te ayudaré a que dejes de pensar eso. Estoy a tu lado, Reg, nunca pienses lo contrario-- dijo, al momento en que me apretujaba más fuertemente contra ella y yo correspondía su abrazo.

Pandora se quedó a mi lado mientras yo sollozaba en sus brazos, y cuando a la mañana siguiente desperté ella seguía a mi lado, en la misma posición en que nos dormimos, abrazados y con lágrimas secas en mis mejillas. También noto algunas lágrimas secas en sus mejillas; sabía que mi amiga sentía demasiada empatía con Barty y conmigo.

Luego de un rato mi amiga se despierta y me saluda, volviendo a la silla para continuar con la pulsera del otro día.

Estiro mi brazo para alcanzar el libro que Sirius me había devuelto, pues quería hacer algo, y al no poder moverme mucho debía alcanzar con leer algo.

Ciervo - JegulusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora