Chapter twenty-tree

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-- Ahora...-- comienzo, mas realmente no sé qué decir-- no lo sé-- admito.

-- ¿No lo sabes?-- pregunta, genuinamente confundido. Niego-- No puedes no saberlo, siempre sabes lo que va a pasar... ¿Ahora qué?

-- Pues, si debo pensar sobre la marcha, aunque seguramente luego me arrepienta, será igual. No tenemos por qué interactuar, sólo... leemos en el lago. Tal vez sea algo más más adelante, pero por ahora nada, sólo eso. Y ni una palabra a Sirius-- aclaro lo último apuntándole con mi dedo índice.

-- Eso no necesitas aclararlo, no soy tan suicida como para lanzarme a ser ciervo asado-- comenta y reímos levemente.

Caminaba con Pandora por los pasillos vacíos de laa mazmorras al Gran Comedor. Habíamos salido del cuarto solos, pues Barty no sabíamos dónde estaba y Marlene estudiaba en el mismo grupo de estudio de Remus para los TIMOS, pues con mi poca paciencia oara enseñar cuando no entiende a la primera no la ayudó.

-- Dora-- la llamo y ella voltea a verme, atenta. Nuestras manos estaban entrelazadas, balanceándose de un lado a otro en el aire y el espacio entre nosotros.

-- Dime, Reggie.

-- Si te dijera que besé a alguien... ¿Te enojarías?

-- Depende de quién sea. ¿Caíste en la tradición Black y cometiste incesto? ¿Para sobornar a algún profesor?-- pregunta y yo me río levemente.

-- Si pones esos ejemplos, lo que pasó no parece nada-- ella asiente para que le cuente--. Me besé con James. Unas dos veces. Hoy-- suelto con pausas y mi amiga se queda con la boca entreabierta, adimilándolo en silencio varios segundos.

-- Bien, creo que prefiero que sobornes a algún profesor-- comenta--. ¿Cómo?

-- Pues... Nos hemos estado viendo estos últimos días en el lago negro-- comento.

-- Pero... ¿Tanto se agradaron nuevamente?-- pregunta, incrédula.

-- No lo sé, Pando-- admito y ella asiente a la espera de alguna explicación o detalles--. Estábamos en el salón de pociones, habíamos estado leyendo un rato en el lago y luego fui allí a practicar una poción y él me siguió. Casi me caigo buscando un ingrediente, él impidió que me cayera y... nos besamos.

-- Es... wow-- suspira--. ¿Y ahora qué? ¿En qué quedaron? ¿Qué pasará ahora?

-- Ahora quedamos en actuar normal. Si va al lago mientras leo, bien, y si no también-- digo, un suspiro al final y ella asiente. Luego siento un tirón en el brazo, deteniendo mi andar, y los brazos de la rubia, tan alta como yo - muy poco - me rodean en un cálido y protector abrazo.

-- Te quiero mucho, ¿sabes eso, Reg? Te quiero, te amo y eres muy importante para mí-- me dice al oído, casi un susurro, y yo asiento sobre su hombro.

-- Te quiero más, Dora. También me importas mucho-- le digo y ella ríe suavemente antes se separarse de mí, entrelaza nuestros brazos nuevamente y cambia nuestro rumbo de vuelta a las mazmorras. Yo la miro, confundido.

-- Seguro nos traen comida si notan que no fuimos. Sí no lo notan o si lo notan y no lo hacen, son malos amigos y los hacemos dormir fuera del cuarto ésta noche. Oh, y vamos por chocolate caliente a las cocinas. Aunque eso lo haremos de todos modos, pero si sucede eso, lo justificamos.

Ciervo - JegulusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora