Chapter seven

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Miércoles a primera hora después del desayuno y me encuentro caminando a encantamientos junto a Pandora y Barty mientras me preguntan acerca de cómo me fue con los extraños de quinto ayer.

Mientras caminamos siento un cuerpo colarse entre Pandora y yo para pasar un brazo sobre mis hombros y de sólo oler su perfume lo reconozco rápidamente como mi hermano, y al mirarlo lo confirmo sin duda alguna.

-- Reggie, ¿cómo te fue ayer?-- pregunta Sirius, a quien le había contado que tendría clases de astronomía con quinto el día anterior, y yo suspiro levemente.

-- Bien, supongo-- contesto yo, mas el Gryffindor, que parecía tener complejos de Ravenclaw por no dejar de indagar, no pareció conforme.

-- Dime qué hiciste, ¿hiciste nuevos amigos? ¿Te nombraron el estudiante con más conocimientos en astronomía? ¿Descubriste tú solito una nueva cinstelación?-- yo blanqueo los ojos mientras el Gryffindor a mi lado pronuncia las dos últimas preguntas y les digo a Pandora y Barty que se adelanten.

-- Tengo que hacer un trabajo en grupo; no, no he hecho nuevos amigos; seguramente no soy el que más conocimientos astronómicos tiene y definitivamente no encontré una nueva constelación.

-- Espera, espera, espera. ¿Trabajo en grupo? ¿Tú, uno de los seres más asociales que he conocido en mi vida, ha aceptado hacer un trabajo en grupo que no sea con uno de sus amigos?

-- Claramente, era obligatorio, y esas Gryffindors fueron amables conmigo-- comento, apurándome a llegar a mi clase.

-- ¡Encima Gryffindors! ¿Quiénes eran? De quinto y Gryffindors, probablemente las conozca.

--Claramente las conoces. Lily, Marlene y Mary.

-- Oh, sí. Son buenas. Pero, y no digas que te lo dije yo, puede que Mary y Lily se pasen un pequeño rato mirándose embobadas. Ya sabes, el amor y esas cosas.

-- Bien, pero debo apurarme a mi clase y tú seguro a la tuya. Adiós, Orion.

-- Nos vemos, Arcturus-- dice mi hermano y yo blanqueo los ojos.

Por la tarde tras las clases me dirijo a la biblioteca y tomo algunos libros que creí que necesitaríamos mientras me dirijo a una mesa. Rato después llega Marlene con otros dos libros y me sonríe, sentándose a mi lado.

-- Buenas, mini Black-- dice la rubia, y en lo único que pienso es que se parece bastante a mi hermano por la actitud que la Gryffindor irradia.

-- McKinnon-- respondo mirándola.

Tiene la melena en su mayor parte a un costado y se toca el pelo empujándolo más al lado con una mano con muchos anillos y las uñas de negro.

-- No sabía que seríamos formales. ¿Debería ir por una pipa y un sombrero antiguo?-- bromea mientras Mary llega con otro libro.

-- ¿Quién va a fumar con un sombrero?-- parece confundida mientras se sienta frente a su amiga.

-- Nosotras, señorita Macdonald. Hoy seremos refinadas ante la presencia del joven Black.

-- No le prestes atención. Tu hermano y ella parecen tener una enfermedad que uno empezó y le contagió al otro, que mientras se curan se contagian nuevamente entrando en un ciclo sin fin-- comenta Mary, viéndome a mí con una sonrisa.

Tenía el pelo rizado, como suele tenerlo naturalmente, y la tez morena, con ojos cafés y unos pendientes negros colgado de sus orejas.

-- ¿Y la señorita Evans? ¿Piensa acompañarnos este atardecer?-- pregunta Marlene, sin cambiar su tono fingidamente flrmal y Mary rueda los ojos ante sus bromas, pero contesta sin rodeos.

Ciervo - JegulusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora