Amores Destructivos |2° temp. Amores Peligrosos|

Capítulo 11

-Mañana tenemos que ir a Querétaro – le dije a Freddy.

-Lo sé-.

-¿Pasaras por mí o...?-.

-Yo te llamo, debo irme – sin decir nada más se alejó a su coche, subió y salió del estacionamiento.

Samantha y Josh llegaron a mi lado.

-¿Otra vez se va sin ti? – preguntó Sam.

Asentí.

-Tenía cosas que hacer – mentí – y yo también, debo ir a mi trabajo-.

-De acuerdo – Josh se despidió – nos vemos mañana-.

-Lo siento no vendré un par de días, tengo que salir de la ciudad-.

-Sí, Josh, recuerda que la chica tiene una vida ocupada – se burló Samantha.

-Estúpida – me despedí de ella.

-Llámanos para saber que estás bien – me dijo Josh.

-Lo haré – prometí.

Me alejé de ellos y subí a mi coche. Salí del estacionamiento y conduje hasta mi trabajo.

Después de el maravilloso fin de semana que pase con Freddy las cosas habían cambiado, justo el día después de haber vuelto se volvió más serio y más distante, rara vez pasábamos tiempo juntos, ya no pasaba por mí ni a mi casa ni al trabajo y tampoco me llevaba a ningún lugar. Ahora simplemente no pasábamos tiempo juntos y con dificultad hablábamos. Me estaba cansando y estaba llegando a mi límite, tarde o temprano tendría que hablar con él.

Al llegar a mi trabajo Leslie me pidió que la acompañara a la sala de grabación donde estaban grabando el demo de un nuevo chico que, según ellos, prometía ser un gran éxito.

-Leslie – le llame en voz baja a mitad de la grabación.

-¿Qué pasa? – dejó de ver al chico que cantaba en la cabina para mirarme.

-¿Recuerdas que te dije sobre mi amiga Paola que vive en Querétaro? – Leslie asintió – su novio cumple 2 años de haber muerto y él también era mi amigo, y me preguntaba si podía...-.

-Ve, no hay problema. Me las puedo arreglar sola por un par de días-.

-Gracias, Leslie-.

-No te preocupes, Fer. Solo deja todo lo que tengas de trabajo en orden y te puedes ir-.

-Gracias – repetí.

Salí de la cabina de grabación y fui a mi escritorio donde me puse a ordenar mi trabajo hasta que fue la hora de salir. Subí a mi coche y fui a casa.

-Llegué – anuncié.

-Hola – saludó mi hermana bajando las escaleras.

-¿Cómo te fue? – preguntó mi hermano mayor saliendo de la cocina con un plato lleno de frituras.

-Bien – comencé a subir las escaleras.

-¿No quieres ver una película con nosotros? – preguntó Jorge.

-No, debo empacar para ir a Querétaro, salgo mañana por la mañana – anuncié.

-Yo quiero ir – pidió Lalo que estaba sentado en el sofá frente al televisor.

-No – negó Jorge – tú tienes escuela mañana y no es opcional faltar-.

-No es justo – se quejó el menor de mis hermanos.

-La vida no es justa – dijo Mónica sentándose a su lado.

-Lo siento – me disculpe y seguí subiendo las escaleras.