Amores Destructivos |2° temp. Amores Peligrosos|

Capítulo 20

-¡Qué sorpresa! – volvió a gritar.

-Hola – contestó Josh.

Josh quitó su mano de mi cintura y tomó la mía dándole un pequeño pero fuerte apretón.

-Hola – mi voz salió un poco ronca y débil.

-Esto sí que no me lo esperaba – dijo Lía sonriendo. - ¿Y tú bombón?-.

¿Bombón? ¡¿Bombón?! ¡Vieja ridícula! En los dos años que había estado con Freddy jamás nos habíamos puesto sobrenombres estúpidos y ridículos. De hecho, ambos nos burlábamos de todas esas parejas que lo hacían.

-No – negó Freddy sin quitar la vista de mi mano unida a la de Josh.

-Pues me alegro por ustedes – dijo Lía con su maldita sonrisa sínica. Me daba asco y ganas de vomitar – en especial por ti Fernanda-.

-¿Eh?-.

-Sí, al fin superaste a Freddy-.

¡PERRA!

-¡Lía! – le dijo Freddy, a lo que ella sólo alzó los hombros.

-Tranquila – dije – es todo tuyo – sonreí tan sínicamente como ella. – Me alegro que hayas recogido mis sobras, perra-.

Las caras de Freddy y Josh reflejaban una sorpresa a lo que había dicho, mientras que la cara de Lía se ponía roja de furia. Mantuve mi sonrisa, creo que se hizo más grande con la reacción de Lía.

-Adiós – me despedí.

Jale a Josh para volver a la casa.

-No puedo creer que le hayas dicho eso-.

-Ni yo – dije sincera – pero ya estaba cansada. Cada vez que la veo me molesta y nunca contesto, tengo la suficiente educación para no hacerlo, pero también tengo un límite y llegue a él-.

-Está bien – dijo Josh sonriéndome – nunca dije que no me gustara que le hayas contestado. – Sonreí. – En realidad, me gustó mucho-.

-Vamos a buscar a los demás-.

Nos adentramos aún más en la casa a buscar a cualquiera de mis acompañantes. Los encontramos en la cocina bebiendo todo lo que se ponía en su camino.

-Hola – saludé.

-Al fin vuelven – dijo Sam.

Se notaba que todos ya tenían unos tragos de más... ¿Cuánto tiempo me había ido?

-Únanse a nosotros – dijo Daniel tendiéndonos un shot a cada uno de no sé qué licor.

-No, gracias – negué – ustedes ya están muy mal y alguien tiene que conducir-.

Daniel se alzó de hombros y se tomó mi shot. Josh recibió su shot e imitó al resto.

-¡Fer! Cuánto tiempo sin verte-.

Diego me abrazó y levantó.

-Hola – lo salude.

-Pensé que no vendrías-.

-¿Y por qué no lo haría?-.

-Pues no sé – dijo poniéndome de nuevo en el suelo – por... pues, Freddy y Lía. Yo pensé que...-.

-Eso... eso ya no me importa – o intentaba no importarme.

-Qué bueno – me sonrió. – Aunque, si te soy sincero, yo soy de tu equipo ¡Team Fernanda!-.

Solté una carcajada.

-Me alegra tener tu apoyo, pero...-.

-Ya sé, ya lo olvidaste. No importa, Lía será mi amiga, pero es una perra-.