Amores Destructivos |2° temp. Amores Peligrosos|

Capítulo 7

-¿Dónde la encontraste? – preguntó cuando entramos a su casa.

En todo el camino hasta ahí no habíamos hablado, según Freddy ningún lugar era seguro para hablar más que su casa y era obvio que ninguno de los dos tenía ganas de hablar de otro tema.

-Tal vez no era para ti – volvió a hablar.

-Estaba en mi lugar – le respondí – creo que es muy obvio que la nota es para mí. ¿Crees que sea...?-.

-No – me interrumpió – eso no es lógico, todos ellos están muertos – se revolvió el cabello nervioso - ¿no hay alguna otra persona que le caigas mal o algo así?-.

-No, me llevo bien con... - me interrumpí a mí misma, tal vez sí había una persona. – Bueno... tal vez hay alguien...-.

-¿Quién? – me vio totalmente serio.

-No es como que me quiera ver muerta, no que yo lo crea, pero tal vez sí un poco...-.

-¿Quién? – repitió, me tomó por los hombros y me sacudió ligeramente.

-Lía – dije en voz baja, pero con el volumen suficiente para que me escuchara.

Retiró las manos de mis hombros y volvió a revolver su cabello.

-¿Bromeas? – me dijo mientras me veía como si yo estuviera loca.

-No – negué – hablo muy en serio. Freddy, ella no me soporta-.

-Dudo que ella te haya dejado la nota-.

-¿Por qué?-.

-Porque... porque no, ella no lo haría-.

-¿Por qué no lo haría? – Estaba a punto de gritar – Freddy, no me digas que no te has dado cuenta de que no le caigo nada bien-.

-Ella solo...-.

-Ella nada, Freddy. No me soporta, no soporta que me acerque a ti cuando estás con ella, no soporta que ponga un pie en el aula en el que estés ¡no soporta que sea tu novia!-.

-Bonita, ok lo acepto, tal vez no le caes muy bien – lo volteé a ver.

-¡No! ¡¿En serio?! – exageré. – No me había dado cuenta-.

-Deja el sarcasmo a un lado – suspiró. – Ok, no le caes bien. Pero no creo que ella haya puesto la nota, no creo que te quiera ver muerta-.

-Yo tampoco lo creo – negué con la cabeza – pero la nota no dice que me va a matar, dice que mi felicidad va a acabar-.

-Tampoco es como que diga gran cosa-.

Lo volteé a ver totalmente furiosa.

-¡¿Bromeas?! – le grité, para este punto de la conversación ya no podía retener mis gritos mucho más tiempo.

-No me refería a eso – negó – quiero decir ¿qué sabe ella sobre lo que representa tu felicidad?-.

-¡Tú representas buena parte de mi felicidad!-.

-Espera, espera, espera – me frenó - ¿estás celosa?-.

Grité, no pude hacer otra cosa, era eso o golpearlo y preferí gritar aunque pareciera una loca, ya no me importaba.

-¡No! – Hablé – no lo entiendes-.

-Pues explícame-.

-Si ella quiere acabar con mi felicidad una muy buena forma de hacerlo es apartarte de mi lado-.

-¿Y por qué haría eso?-.

Me di una palmada en la frente. Freddy no era estúpido, sólo se estaba comportando como uno.