Amores Destructivos |2° temp. Amores Peligrosos|

Capítulo 17

Conducía de vuelta del trabajo, se supone que tenía vacaciones, pero Leslie me llamó pidiéndome un favor y no me pude negar.

Escuchaba la radio, sonaba I Want You To Know de Selena Gómez, mientras pensaba en las ganas que tenía de llegar a mi casa, tomar un baño caliente, prepararme un café caliente y acurrucarme en el sillón para ver alguna película o algún programa que me encontrara en televisión.

Mi celular sonó, en la pantalla se leía en nombre de mi hermano mayor.

-¿Qué pasa, Jorge? – contesté.

-Paola está aquí-.

-Pero llegaba mañana-.

-Dijo que algo se le canceló y decidió venir antes-.

-¿Y por qué no me marcó a mí?-.

-Su celular quedó sin batería. Oye, puedes darte prisa, tengo que salir y Mónica no está, salió junto con Lalo-.

-¿Y Karla?-.

-Está aquí con ella, pero...-.

-Dile a Karla que ayude a Paola a instalarse en mi habitación. Ya voy para allá, puedes salir ¿sabes? Ellas no tienen cinco años-.

-Sabes que me preocupo-.

-Lo sé, lo sé. Ya voy para allá ¿de acuerdo?-.

-Bien, nos vemos-.

Colgué y seguí conduciendo.

Mi hermano se había vuelto tan sobreprotector con Karla como lo era conmigo y suponía que mientras Paola se quedara en nuestra casa sería igual con ella.

Acelere, quería llegar rápido, moría de ganas de ver a Paola. Además hacía mucho frío y comenzaba a caer una de las pequeñas y delicadas lluvias de Diciembre, encendí la calefacción y cerré las ventanas para protegerme del frío.

Me encontraba cerca de casa, quizá a quince minutos en coche, había decidido tomar una ruta poco transitada para poder llegar más rápido. Pero me lamente de haberlo hecho, mi coche cada vez iba más lento a pesar de que yo seguía pisando el acelerador, me orille justamente cuando el auto se detuvo por completo. Por un momento pensé que el tanque de gasolina había quedado vacío, pero no era eso, al revisar el tanque tenía poco menos de la mitad, no tenía sentido.

¡Maldición! Mecánica automotriz era una de las muchas cosas de las cuales no entendía ni una jodida cosa.

Baje del auto, al abrir la puerta el frío de la calle me golpeo justo en la cara haciendo tener un pequeño escalofrío, la lluvia no era de gran ayuda, tal vez era ligera, pero era constante y, por supuesto, muy fría. Abrí el cofre del coche con la intención de revisar el motor, pero, como ya había dicho antes, no sabía ni una mierda de mecánica automotriz. Me quede un par de minutos viendo el motor reflexionando que, al menos en esta vida y en ese instante, nunca podría reparar el motor, si es que algo andaba mal con el motor.

Podía llamar a Jorge, sabía que él iría por mí inmediatamente, cancelando cualquier plan que tuviera. Pero sabía que iría a ver a Jessica, las cosas iban tan bien entre ellos que yo no quería arruinarles su cita, así que descarte a Jorge como una de mis opciones de salvamento.

También pensé en Josh, pero lo descarte casi de inmediato, no quería pensara que lo utilizaba o que lo llamaba sólo cuando necesitaba de su ayuda. Él me había llamado el día de Navidad y volvió a pedirme disculpas por su comportamiento, le dije que todo estaba bien, pero no había vuelto a hablar con él.

Samantha no estaba en la ciudad así que ni siquiera era una opción.

Daniel tampoco era una opción, llevaba dos semanas sin saber de él, a nadie contestaba el teléfono así que habíamos decidido que, cuando llegara Paola, iríamos a buscarlo las tres.