Loki & Malie

6

Rió de forma sarcástica, el llanto había terminado. Entonces su captora entró en la habitación, la inutilizó con facilidad al torcerle el brazo, usó su autorización para soltarse el collarín y ponérselo para dejarla dentro de un bucle antes de enviarla de nuevo al recibidor. Lanzó el aparato a la mesa y se sentó en el suelo, a pensar. Se apretaba la cabeza con fuerza, meditando toda la información que acababa de recibir, porque no era poca, toda importante. Ahora tenía sentido que Mobius mencionara a una "ella", pensando que era su madre y resulta que tenía una gran vida. No podía creer que fuese capaz de renunciar a eso por ella, o ellas.

—No intentes escapar.

—¿No puedo volver, verdad? A mi línea del tiempo. No gozo lastimando a la gente. Yo, no gozo, lo hago porque tengo que hacerlo, tuve. Es parte de la ilusión. Es el truco cruel y elaborado conjurado por el débil para infundir miedo.

—Desesperación por el control.

—Te conoces a ti mismo.

—Un villano.

—No es así como lo veo. ¿Intentaste usarlo?

—Hasta una Gema del Infinito es inútil aquí. La AVT es formidable, esa fue mi experiencia.

—Escucha, no te puedo dar la salvación, pero quizá pueda ofrecerte algo mejor. Una variante fugitiva estuvo matando a nuestros minuteros.

—Y necesitas que el Dios de las Mentiras te ayude a detenerlo?

—Así es.

—¿Por qué yo?

—La variante que perseguimos eres tú.

—¿Cómo dices?

***

—¿Enserio dijo que era un excelente custodio?

—Señorita Madinaveitia...

—No ensucie el apellido de un veterano de guerra— espetó al alejar a sus hombres—. Ahora explíqueme cómo carajo lo va a encontrar, no me refiero al cubo, sino al prisionero.

—Malenalie...

—No sigues las órdenes de Fury, no me digas que acatarás a Pearce.

—Basta, arréstenla— exclamó Alexander Pearce.

Malenalie los empujó con su telequinesis. La pelinegra corrió fuera para que los agentes la siguieran. Pero Tony no consiguió su armadura a tiempo, fue inmovilizado. Steve trataba de defender a Nat y Clint corrió de vuelta. La hija de Arthur intentó usar a Jarvis para llamar a Pepper o Sharon para pedir refuerzos, antes de ver cómo Hulk caía interceptado por varios dardos para adormecer diez elefantes, Thor la tomó de la cintura, se impulsó con el martillo para ir a la azotea.

—¿Este era tu brillante plan?

—¿Cómo vamos a encontrar a tu hermano?

—Podría estar en cualquier lado con el teseracto.

—Vienen los helicópteros.

—Yo me encargo— dijo el rubio al invocar rayos y dispararlos hacia los recién llegados. La pelinegra puso sus manos en el suelo para cerrar las puertas. El edificio estaba sellado.

—Mi telequinesis no será suficiente, estoy muy cansada luego de pilotear las nave citauri.

—¿Cómo te ayudo?

—Jarvis, ¿en qué camión llevan al resto? ¿Quedaron armas en el recinto?