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—Usted manda, capitán

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—Usted manda, capitán.

—Si vive, muere— dijo Malenalie—. Tienes un plan, ¿no?

—Lo voy a matar— las variantes soltaron carcajadas sonoras, volteó a verla y ella se encogió de hombros. Se iba a ir cuando los rodearon más variantes de Loki, así que la pelinegra alzó las manos para crear una barrera, a lo que el líder, uno idéntico a su variante, intentó atravesarla.

—Normalmente esto funciona.

—Supongo que tenías mayor compatibilidad con tu variante.

—Ella usaba mi magia.

—¿Y no murió en el intento?

—Bájalo y lo averiguamos.

—Pásalo y lo averiguamos.

—Hasta crees.

—Diles que se retiren.

—Díselos tú.

—Esto es una pesadilla.

—Cierra la boca— medio giró la cabeza para verlo.

—No estás ayudando.

—Y tú sí, ¿no?

—Escucha, mortal, estoy en medio de una pesadilla.

—¡Su nombre es Malenalie! — espetaron la variante idéntica y el de la capa.

—Ya sabemos quiénes estaban más obsesionados contigo— murmuró cerca de su oído.

***

—Tú.

—¿Podrías cerrar la puerta? Tenemos otro problema aquí— dijo Mobius—. Deberías tener cuidado de meterte así al auto de un extraño.

—¡Cuidado!

—Lo veo.

—¿Enserio? Conduces hacia él.

—Dios, sí que eres una de ustedes. Sujétate.

***

—¿No hablarán enserio?

—¿Enserio lo creíste?

—Te di nuestra ubicación, a cambio de refugio y suministros, me das tu ejército y tomo el trono.

—Sí, no es un buen negocio. ¿Qué tal este? ¿Mi ejército, mi trono?

—Sobre eso— ahora amenazaban al presidente.

—¿Por qué, tontos desgraciados?

—¿Qué puedes esperar de un Loki? — Malenalie sonaba cansada con toda esa situación, se desplomó en el suelo a esperar el resultado.

Loki presidente fue mordido por el caimán, así que su variante la levantó de un jalón cuando el caos empezó, pues el caimán se comió la mano derecha del presidente, el niño cargó al animal, las variantes empezaron a pelear entre ellas mientras Loki y Malenalie emprendían carrera hacia la salida, lejos de todo el tumulto. El digno les abría camino, escuchan a unos y otros gritar que se trataba de su propósito glorioso. El de capa amarilla creó ilusiones holográficas de todos peleando mientras corrían a la salida, o bueno, a la que creó.

—Maldita sea, qué animales.

—Loki— la pelinegra se desvaneció por un momento, el clásico quitó a su variante.

—¿Estás bien?

—Vi algo, algo fugaz, pero necesito a Sylvie para aclarar esta situación.

—Por eso debemos salir de aquí— dijo su variante—. Nada puede cambiar hasta no detener a la AVT.

—¿Y confías en ella?

—Solo confía en ella— indicó con la cabeza.

—¿Y tú?

—Vayamos por ella.

—Ahora mismo creo que es nuestra única chance de detener a la AVT.

—Eso me basta—dijo el niño.

—Los ayudaremos— dijo el de capa—. Pero acercarse a Alioth es una sentencia de muerte, los llevaremos hacia él, hasta ahí llegamos nosotros.

—Me sirve— la pelinegra se encogió de hombros.

***

—Todo este tiempo, realmente creí que éramos los buenos.

—Aniquilar realidades enteras, dejar huérfanas a niñas, cosas clásicas de héroes.

—Cuando piensas que el fin justifica los medios, no hay mucho que no harás. Por cierto, tú también aniquilaste.

—Hice lo que debía hacer.

—Yo también.

—Me cazaste como a un perro.

—Lo lamento.

—Cuando me podé, pensé que podría hallar a Loki, ahora necesito encontrar a Malenalie— sonaba frustrada—. Esa tormenta, esa cosa, posiblemente los atrapó.

—¿Realmente lo crees?

—No importa— volvió a ponerse seria—. Ahora lo único que importa es salir de aquí y averiguar quién está detrás de esto.

—Genial, ¿cómo lo hacemos?

—Damos la vuelta.

—¿Dar la vuelta? ¿Y volvemos a la nube enfadada?

—Sí, creo que esa podría ser la respuesta, o Malenalie lo cree, me mostró una visión.

***

—Debo decir que se siente raro caminar hacia la criatura colosal.

—¿Tienes un plan de acción?

—Meterse en su interior, hallar el corazón, el cerebro o lo que sea, y matarlo.

—Quiero decir...

—Que no sea complicado no significa que sea malo.

—Tampoco que sea bueno.

—Al menos tiene un plan.

—Está rezando, cree que moriremos.

—Alioth es como un animal, ¿no? — la pelinegra apreció cómo caía un enorme barco de combate—. Irá por la comida grande, está ocupado con eso, nos escabullimos por atrás... si algo sale mal, puedo quedarme y tratar de frenarlo con la telequinesis.

—Eso no pasará— espetó el mayor.

—No hay forma en que tu telequinesis lo derrote.

—Entonces hay que pensarlo más— se encogió de hombros.

—Un auto.

—¿Es malo? — inquirieron los pelinegros.

—Normalmente son merodeadores caníbales o piratas caníbales.

—Divino.

—Manténganse en guardia.

—Sylvie—sonrieron los pelinegros antes de correr hacia ella, Malenalie le tiró un campo de fuerza para derribarlo y tener la ventaja.

Loki & MalieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora