𝓔𝓶𝓹𝓾𝓳𝓪𝓻, 𝓳𝓪𝓵𝓸𝓷𝓮𝓪𝓻

927 81 15
                                    

Al ver esa reacción por parte mía, Sonic se sintió levemente intimidado. Realmente parecía que no me afectaban sus palabras; sin embargo, tan pronto como recuperó la compostura, optó por tomarme fuertemente del brazo y jalarme hacia él, dejándome caer bruscamente al sillón.

-No vas a ignorarme, Shadow...- Susurró Sonic con una molestia evidente. No le gustaba cada que me atrevía a responderle o llevarle la contraria, cosa que era muy rara por eso mismo...

-Mira... Realmente ya no tengo ganas de seguir charlando contigo. Me asustas...- Dije con miedo, mientras el ruido de la lluvia inundaba el silencio que había en la sala.

-No puedes evitarme, Shadow- Exclamó el cobalto molesto, a lo que yo opté por no contestarle; haciendo que inmediatamente pusiera una cara de nerviosismo. No iba a aguantarlo más y creo que lo mejor sería confrontarlo y ya no dejarme.

-¡Dije que no puedes evitarme!- Gritó Sonic, tomándome fuertemente de la camisa, jalándome hacia él.

A pesar de que no quería ser tratado así por el azulado, tenía límites en cuanto "defenderme" se trata, ¿qué es? Algo simple, no ponerle ni un dedo encima por más daño que me hiciese.

Es una regla un tanto rara, más si tomamos en cuenta quién se ve más "malo y fuerte" que el otro.

Nunca me gustaron los chismes ni enterarme de cosas desagradables; sin embargo, me enteré de algunas cosas importantes antes de pedirle matrimonio a Sonic.

Sus amigos siempre pensaron que era un mal tipo para él, en especial Tails... Sin embargo, en ese tiempo Sonic ignoró lo mal visto que estaba nuestra relación y optó por aceptar mi propuesta de matrimonio.

Pero, no lo sé... Quizá no debería creer tanto en la duración de las decisiones que tenía el erizo azul; ya que... Bueno, hace algunos días lo encontré conviviendo como si nada con Tails.

Antes de proseguir con mi monólogo interno, siento otro jaloneo por parte de Sonic, haciendo que saliera totalmente de mis pensamientos.

-¿¡Me estás escuchando!? ¡Shadow!- Gritaba Sonic molesto, a lo que asentí sin decir nada.

-Deberías de dejar de hacerme la ley del hielo. ¿A qué carajos estás jugando?- Exclama Sonic, teniéndome aún tomado de la camisa.

En eso, lo tomo de la mano que tomaba mi camisa, alejándola de mí para posteriormente levantarme del sofá.

-No, Maurice. ¿Tú a qué estás jugando? Llevas días tratándome igual de mal y sigo sin entender la razón. Me pides que yo no te ignore y no te haga la ley del hielo ¡cuando tú mismo lo haces cada que puedes!- Exclamé, haciendo que Sonic retrocediera.

•𝚅𝚒𝚘𝚕𝚎𝚗𝚝𝚘𝚖𝚎𝚝𝚛𝚘• (𝓢𝓸𝓷𝓪𝓭𝓸𝔀)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora