• Segunda temporada de Profesor Jeon.
Olivia sigue enamorada de JungKook pero él sigue teniendo la esperanza de que se enamore de alguien más porque considera que a su lado perderá el tiempo. Liv convencida que no es así, intentará levantar su ánimo...
—Estoy embarazada—fue lo que dijo la joven rubia al pelinegro—Tengo...tres meses de embarazo y...es más que evidente que tú eres el padre—JungKook mantuvo un rostro serio, su mano todavía tomaba la de Olivia. Ella notó sus intentos por soltarla, apretó su mano y él retrocedió un paso.
— ¿Qué acabas de decir?
—Lo siento, yo...sé que dijimos que no estábamos listos para nada de esto, sé que tenemos muchas cosas que aclarar y...
Entonces la soltó.
—Y te embarazaste.
—No fue así.
— ¿Ah, ¿no?, porque eso es lo que parece—acusó. Liv contuvo sus lágrimas sintiendo el miedo apoderarse de ella— ¿Qué demonios tenías en la cabeza, Olivia?
—Lo siento.
— ¿Lo sientes?, ¿De qué me sirve eso ahora? —ella intentó tocarlo, pero volvió a retroceder.
—No me odies, no planeé nada de esto, pensé que los anticonceptivos tendrían algún efecto incluso si eran otros, no pensé que esto pasaría, lo juro.
El enojo de JungKook fue en aumento.
— ¿Qué dijiste? —exigió saber— ¿Usaste los anticonceptivos que no eran? —su voz se elevó— ¡¿Pero qué carajos tenías en la cabeza?!—escuchó su sollozo—No vengas a llorar ahora, ya es muy tarde para eso. No te pedí esto, te metiste sola en este problema.
—JungKook, por favor...
—No, encárgate tú sola.
Olivia despertó con un peso en el pecho, la culpa y la incertidumbre la estaban matando, cualquiera la juzgaría por no abortar, otros por decidir hacerlo, si lo tenía tendría quejas y si lo daba en adopción habría quejas, al final del día, sin importar cual fuera su decisión tendría respuestas negativas. Con un suspiro giró en la cama, las cortinas del cuarto cubrían las ventanas trayendo más oscuridad. Hundió su rostro en la almohada sintiendo un nudo en la garganta, JungKook se enojaría independientemente de la razón, tenía motivos y ella lo sabía.
Así como también sabía que era su culpa (al menos eso pensaba)
▪︎▪︎▪︎
Julia había salido a comprar algunas cosas para el refrigerador, NamJoon había salido de la habitación con el cabello mojado al haber tomado una ducha, el chico divisó a Olivia en el sofá con aire ausente, la chica había pasado todo el día durmiendo con el descontrol de horario. Cuando tocó su hombro Liv dio un respingo.
—Tranquila, soy yo.
—Ah, hola—respiró aliviada—Buenos días.
—Buenas tardes, mejor dicho—sonrió un poco— ¿Tienes hambre?, tu hermana fue a comprar algunas cosas, pero puedo prepararte algo.
—No, estoy bien.
Pero su expresión no decía eso.
— ¿Estás pensando en JungKook? —rodeó el sofá sentándose a su lado. Olivia respiró profundo apoyando su brazo del respaldar.
—Tuve un sueño con él, no tomaba del todo bien la noticia del embarazo y decía que debía ocuparme de esto.
—Jamás te diría eso en la realidad.
—Eso no lo sabes.
—Lo sé y por eso te lo digo.
—Lamento si esto interfiere un poco en los planes de ustedes...
—No, no es así—mintió un poco. La verdad era que Julia estaba dudosa de dejar a Olivia sola con la noticia del embarazo, aunque no lo dijera, NamJoon sabía que tenía dudas sobre su hermana, a veces le parecía que Julia podía subestimarla mucho—No te mentiré, sigue algo molesta.
—Te juro que no lo hice a propósito.
—Lo sé.
—Intenté abortarlo apenas lo supe, pero no pude.
—Lo sé.
—Soy muy débil.
—No lo eres. Desde que iniciaste una relación con JungKook has demostrado ser muy fuerte, incluso más que él, mira todo lo que has hecho por ese chico—señaló. Liv mordió su labio conteniendo sus lágrimas, puede que los síntomas del embarazo no aparezcan, pero sus emociones eran más fuertes y sensibles—No tengas miedo.
—Ni siquiera quise escribirle al llegar a Seúl.
—Bueno, si estás aquí debes armarte de valor para decirle.
—Suena sencillo—negó con la cabeza.
—Hay momentos y decisiones que sólo tú puedes superar o pasar por ellos. Ese momento sólo depende de ti—tomó su mano—Tu hermana y yo te apoyaremos, pero quien decidirá eres tú, ¿Entiendes mi punto?
—Gracias, Nam. Siempre que tenemos una conversación sabes que decir.
—Es sencillo cuando no se trata de Julia, muchas veces no me escucha—bromeó.
—Tendrás una esposa difícil.
—Según mi madre, encontré a la mujer perfecta.
Ambos rieron un poco ante eso.
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