Señorita Miller • JJK (COMPLETA)

𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 20: 𝐷𝑖𝑓𝑖́𝑐𝑖𝑙 𝑑𝑒 𝑐𝑟𝑒𝑒𝑟

JungKook había estado contando sus pasos en el departamento desde que llegó allí, podía guiarse un poco, a veces usaba su bastón y otras veces no, al tomar asiento en la cama sabía que Olivia se encontraba allí durmiendo luego de la tragedia de anoche, el chico acarició su mano frunciendo ligeramente el ceño al sentirla algo fría.

—Despierta—susurró dulcemente. Liv se movió apenas entreabriendo sus ojos sintiendo su cuerpo muy cansado—Debemos ir a la clase grupal.

—No me siento muy bien.

— ¿Qué tienes?—tocó su frente notando que estaba ardiendo en fiebre.

—Siento que mi cabeza explotará y sólo quiero dormir.

—Le diré a Julia que estás enferma.

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Debido a la preocupación de esos días y parte del estrés con el tema de JungKook, Olivia había enfermado un poco con algunos malestares generales, por ese día no asistirían a la clase del grupo, Liv se mantuvo con fiebre todo el día y el doctor había ido a verla para atenderla. Con algunas recomendaciones e instrucciones del médico mejoraría pronto.

La madre de las hermanas había llamado a Julia para reunirse con ellas e invitarlas a comer, apenas Julia le dijo sobre la salud de Olivia la mujer no dudó en ir al departamento, para más incomodidad, fue con su esposo. Aunque JungKook no pudiera ver a los señores Miller, sentía la tensión en el ambiente, estaba incómodo, no iba a negarlo.

— ¿Vino a verla el doctor?—preguntó la señora Miller quitándose su abrigo. Afuera estaba lloviendo un poco.

—Sí, la revisó y dijo que probablemente el estrés junto a la preocupación hicieron que sus defensas bajaran un poco—explicó Julia—Aún así tomó una muestra de sangre para hacer un chequeo, siempre es bueno hacerlo.

— ¿Está en la habitación?—el señor Miller preguntó a Nam quien también estaba allí.

—Sí, está dormida—respondió.

—Pasaré a verla.

JungKook escuchó sus pasos alejarse, estaba de pie en la cocina apoyado del mesón. Sus manos estaban juntas frente a él, la mujer de cabello oscuro miró al chico respirando profundo.

—Olivia le dijo a su padre que recibiste un golpe en su cabeza debido a los ladrones, profesor Jeon.

—Sí.

— ¿Está bien?

Julia y NamJoon movían sus ojos nada más observando aquello.

—Sí, señora.

—Pasaré a ver a Liv—dijo antes de retirarse. JungKook respiró intentando aliviarse de la tensión, NamJoon que estaba cerca de él dio palmaditas a su hombro.

—Tranquilo.

—Aunque no estoy haciendo nada malo sigo sintiéndome incómodo.

—No te preocupes, sí o sí deben aceptar su relación—escuchó a Julia.

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Los señores Miller habían estado con Liv unas horas, no hablaron mucho, sólo trivialidades hasta que la joven de veintiun años se quedó dormida de nuevo. El señor Miller al salir de la habitación miró a JungKook sentado en el sillón con aire pensativo, se sentía extraño verlo de nuevo y de esa manera. JungKook sintió que alguien se acercó a él, dedujo quien era.

— ¿Señor Miller?

— ¿Cómo lo supo?

—NamJoon y Julia bajaron la basura un momento, sólo están usted, su esposa, Olivia y yo—respondió manteniéndose sereno por fuera— ¿Liv está despierta?

—No, volvió a dormirse. Al menos su fiebre está bajando—comentó—Supe de los ladrones, gracias a Dios no pasó nada más grave, ¿Su cabeza está bien?

—Estoy bien, no se preocupe.

—Quería...hablar con usted—allí el nerviosismo aumentó—Sé que Olivia y usted mantienen una relación...no me sorprende—tomó una bocanada de aire—Yo...sigo sin apoyar esto, al igual que mi esposa, sabemos que Liv es mayor de edad, ya no podemos decidir sobre ella, sólo puedo decirle que espero que cuide bien a mi hija.

JungKook levantó sus cejas sorprendido.

—Lo haré.

—Bien—se levantó del sofá—Dígale a Julia que nos mantenga al tanto de la salud de Olivia.

—Sí, señor—se levantó también.

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Con un suspiro, Olivia despertó por la noche cuando el pelinegro se recostaba a su lado. Liv guardó silencio viendo a su novio con un semblante cansado, no se cansaba de pensar que era atractivo y hermoso, tenía mucha suerte de tenerlo en su vida. Una vez acostado, Liv abrazó su torso apoyando su mejilla en su pecho sin dejar de verlo.

— ¿Liv?

—Estoy despierta—susurró.

— ¿Te sientes bien?

—Mi cabeza ya no duele tanto, pero me siento un poco cansada todavía.

— ¿Tienes hambre?

—No. Comí la sopa que Julia hizo para mí y sigo llena.

— ¿Quieres agua?

—Estoy bien—sonrió ladinamente—No te preocupes por mí, no es primera vez que enfermo.

— ¿Suele pasarte seguido?—acarició su espalda.

—A veces paso una temporada así.

—El doctor dijo que si has tenido mucho estrés puede afectar—contó—Lamento estresarte tanto.

—No me estresas—apoyó su oreja en su pecho escuchando su corazón. JungKook la rodeó con sus brazos besando su cabeza— ¿Te has sentido bien del golpe?

—Estoy bien. Tus amigos vinieron a verte cuando dormías—antes de que ella preguntara, añadió—Emily y Deivis.

—No recordaba que ella vendría.

—No estuvieron mucho tiempo.

— ¿Deivis te dijo algo?

— ¿Sobre qué?

—No lo sé.

—Pues no, no dijo mucho—agregó—Tuve una...pequeña conversación con tu padre—Olivia se tensó—Creo que no fue tan malo como pensaba.

— ¿Te hizo sentir incómodo?—volvió a mirarlo.

—Siempre me sentiré incómodo.

— ¿Qué te dijo exactamente?

—Voy a resumirlo, dijo que te cuidara bien—Liv se sorprendió—No apoya esto, pero son conscientes de que ya no eres una niña.

Ninguno de los dos dijo más, permanecieron en silencio disfrutando la compañía del otro, al final del día lo único que importaba eran ellos y nada más.