—He oído algo por aquí.
—Yo también. Creo que lo hemos encontrado.
—Es posible.
Mientras limpiaba los pupitres, dos voces familiares se aproximaban por los pasillos.
Al distraerme, se me cayó el flush-flush y se derramó por no estar cerrado correctamente.
—Mierda.
—¿Has oído eso?—volvió a intervenir una de las voces.
—¡Es él!
En cuanto me agaché para limpiar el charco, se me enganchó la manga a otra mesa y, al tirar de ésta, se me cayó todo lo que había debajo.
—¿Purpurina? ¿En serio?
De repente, dos chicos irrumpieron en la sala con máquinas enormes y tuberías de plástico.
—¡Ahí estás, Fantasma Robert!—me señaló uno de ellos mientras el otro corría en mi dirección lanzándome una especie de red.
¿Robert?
En ese momento, su extraña máquina comenzó a parpadear y ambos chicos agarraron unos artilugios.
Yo quedé atrapado entre cuerdas y, mientras intentaba liberarme, sentí mi rostro absorberse en un tubo a gran presión.
—¿Qué estáis haciendo, imbéciles?—protesté sin comprender la situación—. No me digáis que estáis con esas tonterías otra vez.
—¡Está hablando!
—¡Será un sujeto de colección!
—¡Oye!—les intenté apartar a ambos de mí—. ¿Podéis dejarlo ya?
—¡Se está resistiendo, Max! ¡Sube la potencia!
—¡Ya está al máximo!
Mi piel estaba siendo succionada por sus estúpidas máquinas y yo atrapado en una red de pesca.
—¡Que soy Hugo, joder!—exclamé exhausto.
—¿Hugo?—Logan detuvo el artilugio—. ¿Eres tú de verdad?
—Puede ser una mutación. Debemos tomar precauciones.
Dicho eso, los dos sincronizaron un movimiento colocándose las máscaras de gas que tenían sobre la cabeza.
Me golpeé la cara al darme cuenta de que estaba rodeado por dos niños estancados en sus 6 años y busqué la forma de levantar la red.
—No estoy de humor para vuestros juegos, Max.
Antes de que me pudieran responder, otra persona más entró en aquel aula.
—¿Montándote una orgía gay?—cuestionó burlón el odioso castaño.
Creo que se llamaba Elmer...¿Dufault?
—Llegas tarde—solté cortante—. ¿Planeas escaquearte del trabajo y dejármelo todo a mí?
—No serías capaz de hacerlo solo. Sino lo haría.
—¿Podéis liberarme ya?—les pregunté a los gemelos molesto.
Ellos se miraron a la vez y finalmente obedecieron.
—Pareces una niña a quien le ha vomitado un unicornio.
—Cállate, gilipollas.
—Hugo—interrumpió Logan tapándole los oídos a su hermano—. ¿Quién es tu nuevo amigo?
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Solitaria realidad [BL]
Teen FictionSexo y droga. Estas dos palabras eran suficientes para describir la establecida vida de Hugo Chance. Al no tener padres que se preocupasen por él, la calle era quien le enseñó lo que hoy en día la mayoría de vosotros no consideréis correcto. Eso era...