Casablanca aún no había terminado. Harry ni siquiera sabía cuánto faltaba para que terminara y no era como si no le importara la película, porque ahí estaba, esforzándose como nunca para conservarse despierto, a pesar de que, por haberse perdido tantos pedazos de la filmación por haber estado viviendo la maldita mejor escena de su vida —en la que Louis le correspondía en sus sentimientos y se besaban—, no entendía nada de la película. Por lo que no hubiese estado nada mal que faltara poco para que terminara. O aún mejor, que terminara ya mismo para quedarse dormido sin culpa.
No sabía cuántas escenas se había perdido en medio de segundos que se permitía cerrar sus ojos para descansarlos. Segundos que, al parecer, se convertían en mucho más, porque cuando volvía a abrirlos en un arranque de "tengo que estar despierto", la escena ya era otra diferente. Pero el estar ahí, acurrucado sobre el pecho del alfa tampoco le ayudaba.
—¿Quiere ir a dormir? —escuchó de pronto la voz de Louis sonando suave a través de sus labios. Somnoliento, Harry negó con la cabeza y se reacomodó sobre su pecho—. Está cansado —continuó el alfa—, no crea que no me estoy dando cuenta que se está quedando dormido.
Harry ocultó una sonrisa entre los pliegues de su camiseta y luego se incorporó en el sofá, bostezando y estirándose.
—El problema es que no me quiero ir —dijo cuando estuvo un poco más despabilado.
Harry sabía que lo que quería era dormir junto al alfa. No importaba dónde, él solo quería dormirse sabiendo que estaba junto a él. Quería sentirlo, acurrucarse entre sus brazos y pasar ahí el resto de la noche hasta despertarse. Sí, eso quería. Pero no sabía si Louis pensaba en lo mismo que él. No tenía idea de cuáles eran sus planes ahora.
—Bueno, pero me temo que dormirte sobre mí estando aquí no es una buena opción. Quiero decir, yo no tendría problema si no supiera que yo también necesito descansar, y no creo que sea bueno para mi columna si nos quedáramos así —Louis rio suave.
Harry sonrió ante ello. Luego se remordió el labio inferior, pensando con cierta timidez si era oportuno proponerle a Louis dormir juntos en su habitación.
—Mh... podríamos... Bueno, si no tiene problema... mh, dormir en... Bueno, en su habitación —Harry no podía creer cuánto le había costado soltar esas benditas palabras. Y ahora estaba sonrojado con su mirada apartada del alfa. Soltó aire.
Louis guardó silencio por un momento antes de decir:
—No tengo ningún inconveniente, Harry, siempre y cuando tú te sientas seguro con la idea. Sabes que no quisiera ponerte en una situación que te genere incomodidad.
Harry no creyó que pudiese existir tal situación. No creyó que pudiese existir manera de que Louis le incomodara.
Era Louis, ¿cómo podría imaginarse una situación en la que le incomodara si ese alfa era todo lo que estaba bien? Y sin embargo, no pudo evitar hacerlo. Su despiadada mente lo llevó directo a imaginarse aquello que creyó que no podría. Y ahora estaba ahí, en un escenario en que Louis ya no era el Louis que él conocía. Era otro. Era un alfa que ya no tenía reparo alguno en someterlo. Un alfa sucio y malicioso capaz de hacer con él todo lo que se le viniese en gana, aún y si él, Harry, no quisiese.
Harry se atormentó con aquel pensamiento. No quería tenerlo. No quería pensar de esa manera. Louis no era así, y la sola idea de pensar en lo contrario le golpeaba como nada, haciéndole mierda. No, él no quería tener esas imágenes en su cabeza.
Harry se esforzó por regresar a la realidad, inquieto por la mala jugada que le estaba haciendo su mente. Él confiaba en Louis. Realmente confiaba, así que basta. No dejaría que su mente ganara. Que sus miedos le dominaran.
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cherry wine ❧ larry
Fanfiction1990. Pasaron dos años desde que la guerra entre las dos familias más poderosas de la mafia siciliana instaladas en Nueva York comenzó. La paranoia abunda entre los Berlingieri, quienes temen ser traicionados por sus mayores aliados: los famosísimos...