Harry se pasó varios días pensando en todo lo que Louis le había dicho aquella noche en la que el asunto de Dante se interpuso entre ambos, y, de hecho, en aquella ocasión, Harry no pudo dormir.
Se quedó desvelado, observando al alfa durmiendo. Nunca le había mirado de cerca por tanto tiempo. Pero allí estaba, en las penumbras de aquella lujosa habitación, admirando su adormecido rostro apenas resplandecido bajo el encanto de la tenue luz de la luna.
Harry recordó aquella primera vez que había visto a Louis a través de una imagen de su expediente. Recordó lo bonito que le había parecido. Y lo era. Era sumamente bonito. Su piel, sus rasgos, su cabello, su rostro, sus pestañas, su naricita, sus lunarcitos, sus labios, su pequeña barba de algunos días. Por Dios, era hermoso.
Su delicada belleza le inspiró un profundo deseo de acercarse, de brindarle una suave caricia solo para comprobar que lo que veía era real y, hasta inclusive, de besarlo. Su interior rogaba porque posara sus labios sobre los de él. Un cálido roce, una pequeña presión. Un beso que podría robarle sin más.
No lo hizo, por supuesto, reprendiéndose a sí mismo por haberse desviado de su eje. Estaba intentando descifrarlo como persona, no intentando deducir que sucedería si extendía su mano para tocarle el rostro o acercar sus labios.
Maldita sea, Harry, céntrate.
Porque, mierda, él ansiaba entenderlo. Pero Louis era tan misterioso, tan reservado… Le intrigaba demasiado. Y ahora más que nunca deseaba saber la verdad. Deseaba conocer su versión.
La repulsión hacia el alfa se había calmado desde aquella noche, pues algo en su interior no había parado de insistirle en que era mejor lanzarse al beneficio de la duda y no dar todo por sentado. Así lo hizo, y ahora Harry ya no estaba tan seguro de nada.
¿Era Louis realmente aquel alfa que todos decían? ¿Era Louis el alfa monstruoso que él se imaginaba? ¿Y si nadie lo conocía realmente? ¿Y si nadie sabía realmente qué había pasado? ¿Y si cada quien tenía una versión distinta de los hechos?
Después de todo, Louis no parecía albergar rastros de maldad o rastros de demencia. Al menos no ahora, no en el presente. Harry no podía decir lo mismo del pasado. Él no tenía idea de cómo había sido Louis antes, pero ahora… Ahora no parecía ser aquel maligno hombre del cual se hablaba horrores de él. No, no lo parecía en lo absoluto.
Además, si mal no recordaba, había escuchado a una de las parientas de Louis decir que Dante era el “enfermo”, aquel que cometió la locura de intentar criar a un hijo de Louis inclusive a espaldas del mismo.
¿Y si Louis había sido la víctima aquí? Pero, ¿cómo podía ser él la víctima? Es decir, más allá de que Louis no hubiese querido engendrar un cachorro de su primo, sucedió. Tuvo que tener algo con Dante, ¿cómo se embarazó sino? ¿Habrían sido amantes? ¿Louis habría sido capaz de meterse con un primo mentalmente enfermo?
Harry aseguraba que el Louis de ahora, el que él estaba conociendo, no habría sido capaz. Era demasiado prudente, demasiado respetuoso. Sin embargo, ¿qué hay del Louis de antes? Si el Louis del pasado fue capaz de terminar con la vida de un cachorro, ¿por qué no iba a ser capaz de mantener una relación incestuosa con un primo que no estaba en todas sus facultades?
Pero entonces recordaba que Louis había dicho que, si él fuese su novio de verdad, se abriría y le contaría la verdad. De modo que él acabaría dándose cuenta de que Louis no era el alfa que se estaba imaginando y hasta se terminaría enamorando más de él.
¿Cuál…? ¿Cuál sería esa verdad? ¿Con qué verdad Louis podría hacerle ver que él no era el monstruo que Harry se imaginaba? ¿Con qué verdad podría hacer que un omega se enamorara un poco más de él?
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cherry wine ❧ larry
Fanfiction1990. Pasaron dos años desde que la guerra entre las dos familias más poderosas de la mafia siciliana instaladas en Nueva York comenzó. La paranoia abunda entre los Berlingieri, quienes temen ser traicionados por sus mayores aliados: los famosísimos...