25.
᯽Estuve un tiempo encerrada en la habitación, tirada sobre la cama mientras observaba qué clase de teléfono me había dado Constantino, deslizando sus llamadas de la pantalla de vez en cuando.
¿Vas a tener que hablar conmigo en algún momento, sabes?
11:33, Constantino.Rodé los ojos, su llamada titiló en la pantalla y la deslicé fuera, luego alguien llamó a la puerta.
Al abrir, me atendió una de las empleadas de la mansión.
Mis hombros cayeron al notar que Deva se estaba escondiendo de forma deliberada.
La mujer me realizó una leve reverencia, que intenté no me mostrara incómoda.
──Sí, dime.
──La esperan en la sala, señorita Harseth.
Fue inevitable no mostrarme contrariada, pero tomé el teléfono e hice mi mejor esfuerzo para seguir en el papel.
La mujer no me dijo quiénes me solicitaban, pero sí respondió a mis preguntas ─no sin cierta reticencia.
Me dijo que llevaba trabajando ahí desde su adolescencia, al salir del Internado, a los dieciocho, y que para ese entonces Cassiel, Constantino y Caín ya eran hombres hechos y derechos.
──En ese entonces ellos me parecían grandes, es decir, eran mayores a mí ──explicó──. Ahora también lo son, pero es raro creerlo cuando lucen tan jóvenes, tienen la apariencia de mi hijo mayor.
Debía ser extraño para ella, como envejecer atrapada en una cúpula de cristal donde todo permanece igual.
──Es un mundo raro, más para unos que otros ──comenté al azar──, la mayoría de aquí debe llevar una vida trabajando en la mansión.
Intenté darle pie para que mencionara a Deva, y funcionó.
──La más reciente incorporación es Deva, lleva algunos años pero apenas ahora el señor empieza a confiar en ella, es un animal de costumbre.
──Sí, lo imagino.
La mujer se calló antes de que cruzáramos las puertas que salían al balcón de la escalera principal.
Ahí me esperaba otra jovencita mucho menos cooperadora, quien me dirigió al salón donde aguardaban mis supuestos invitados.
En la habitación me recibieron tres personas, un trío de ángeles con pieles perfectas, vestimenta de vanguardia y sonrisas de demonio.
──Esen Harseth ──chilló la mujer de pelo corto y blanquecino──. Al fin te veo, tu nombre suena precioso, ¿es el real?
──Hasta donde sé.
──Ay qué linda ──Sonrió como si yo fuera algo hilarante──. Soy Mirna Petrás, la asesora de imagen y relaciones públicas de los Karravarath, todo lo que sabes sobre ellos fue aprobado por mí, ella es la estilista, Gala Mercovi ──señaló a la mujer de largo cabello naranja y corte recto──. Y él es Lucian Marene, el jefe en etiqueta y protocolo.
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Trono de Cuervos
Vampire«Solo la perfección es capaz de esconder la mezquindad más cruel». ── La perfección es un ideal fuera del alcance humano, por eso en Alta Resilia no gobiernan ellos. Los humanos crecen en las Gex, como ganado, son cria...