51. Esen | La caída de la reina.

3.1K 282 63
                                    

51.
LA CAÍDA DE LA

REINA.

Estuve un tiempo hablando con Raizel, en un momento me vi tentada a contarle toda la verdad, pero ese arrebato duró muy poco y pronto me sentí como una hipócrita.

¿Cómo podía yo reclamarle a Freya por engañarme cuando prácticamente había creado toda una vida en paralelo con las mentiras a Raizel?

Decidí aplacar mi consciencia.

──Entonces, aquí es donde vives ahora, ¿lo llevas bien?

──Sí, claro, no es tan difícil ──se apresuró a aclarar──. Bueno, después de que me echaran supongo que no estoy tan mal.

La abracé con fuerza, sintiéndome aún peor al notar mi falta de apoyo con ella durante el último tiempo.

──No abandones tus proyectos, estoy segura de que con buenos contactos aún puedes conseguir soporte para tu investigación.

──No sé si ahora…──dudó.

──Sí, lo conseguiré, Constantino conoce mucha gente y te conoce también de sobra, sabe que eres confiable, lo convenceré para que te recomiende.

Raizel realizó una mueca de animadversión.

──Esen, no hay nada que quiera menos que un favor de Constantino Karravarath, prefiero volver a criar vacas en la Gex.

Aplané los labios, dándome tiempo para pensar.

──Bueno, no tiene que ser él.

──Estoy bien, en serio ──insistió──, de todos modos, el ritmo del posgrado era demasiado, ya no lo estaba disfrutando.

Sopesé un momento.

──Bien, como digas, igual pasaré a verte más seguido.

──Claro, Esen ──Dio un vistazo rápido a la puerta de la sala──. Me gustaría que la próxima vez no vengas con uno de ellos.

──¿Con Caín? Pero él está en la otra habitación.

──Ese imbécil tiene el oído por sobre la media de los vampiros, no lo traigas.

La verdad era que no parecía estar bromeando, su desagrado lucía muy sincero.

──Cuando lo conoces no es tan imbécil ──quise excusar.

Raizel negó de forma leve, pero muy convencida.

──Solo no confíes en él, los Karravarath no son de fiar, ninguno de ellos.

──¿Qué sabes de ellos?

──Lo suficiente.

En ese momento Caín cruzó el umbral para apoyarse en el marco de la puerta.

──¿Cómo va mi cuñada favorita? ──le preguntó a Raizel antes de dirigirse a mí──. Sin ofender, cariño.

Rodé los ojos.

Trono de Cuervos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora