【Sí respira.】Tranquilizó 2-2 enseguida.【Solo que sus signos son muy ligeros. Continúe caminando, debemos irnos pronto...】Estaba a punto de decir que tenía un mal presentimiento cuando una figura giró desde la esquina frente a ellos.【 ¡Imposible!】
Debido a su desconexión con el sistema central, 2-2 ya no podía acceder a la vista panorámica mundial, sin embargo, todavía podía vigilar un rango de un kilómetro de circunferencia alrededor de Lewin; no obstante, esta persona no era visible en su monitoreo... ¿Era posible? ¿Los habían encontrado? ¿Cómo...?
—Ven conmigo —dijo el hombre con el ceño fruncido, aparentemente demasiado disgustado con el hombre en los brazos de Lewin.
Saliendo de sus pensamientos, 2-2 notó que se trataba del comandante Sun, lo que resultaba incluso más extraño; ¿no estaba en ese momento en una campaña en el norte?
Por otra parte, Lewin se vio a sí mismo siguiendo las órdenes del hombre con naturalidad, incluso se dejó cubrir con la gran túnica negra que no dejaba al descubierto a ninguna de las dos personas que seguían al comandante Sun. Sin embargo, al contrario de sus acciones metódicas y fluidas, todo su interior estalló en un caos.
Cuando vio al hombre salir de un rincón de forma inesperada, hubo una molesta sensación de nostalgia, pegajosa; quería ignorarla, pero el rechazo solo la hacía más evidente. Al escuchar su voz, los latidos de su corazón se detuvieron junto a todas sus emociones, como si hubiera sido encerrado en una bodega de hielo; la acidez se acumuló en su estómago, luchando por subir a su garganta. Lo peor fue que, apenas logrando contener sus arcadas, su mirada se cruzó con la del hombre y todo estalló como una bomba: la dependencia, el odio, la amargura, el rencor.
La palidez se extendió por todo su rostro y sus brazos temblaron sin fuerzas. Fue en ese momento que Liu Bei, quien luchó por abrir los ojos y mirar a través de la hinchazón de los hematomas, se percató que estaba en movimiento y alguien lo conducía en una dirección desconocida. Quiso luchar contra la persona desconocida, pero cuando miró el delicado rostro del ger que lo abrazaba, se calmó enseguida, como si comprendiera todo su dolor y quisiera cuidarlo para sanar sus heridas; sin embargo, detuvo sus pensamientos enseguida y observó el camino con más atención.
Hace casi un mes que había sido hecho prisionero, pero en ese momento no creyó que fuera a terminar así, por lo que había memorizado las posibles salidas del palacio; fue gracias a que notó la evasión de los guardias y la dirección general de la ruta que se relajó un poco. ¿Quizá alguien vino a rescatarlo? Pero, ¿por qué enviaron a alguien tan débil como un ger? Pensando en ello, Liu Bei volvió su mirada al joven que lo sostenía.
Su corazón estuvo a punto de colapsar.
Ahora que sus sentidos estaban más alerta que cuando acababa de despertar, los rasgos inolvidables golpearon en sus recuerdos como un balde de agua fría. Una llama oculta en su corazón se encendió, pero se obligó a apagarla con el rechazo. De repente quería alejarse de él.
—Tranquilo, solo quiero ayudarte —susurró Lewin al sentir que Liu Bei se movía.
Gracias a que su atención fue desviada, el torbellino confuso se evaporó. ¿Qué era más importante que su ser amado? Para Lewin, ni siquiera su propia vida, así que el pasado mucho menos.
—Rápido —murmuró el comandante Sun con molestia.
Los dos que se habían quedado detrás dejaron de lado sus propios pensamientos y sentimientos, apresurándose para alcanzar los pasos firmes de la figura imponente frente a ellos.
【Maestro...】
«Mmm.»
【Hay algo extraño con este comandante Sun.】

ESTÁS LEYENDO
Entonces te olvidé
FantasyLewin tuvo una vida común hasta el momento de su muerte. Cuando volvió a abrir los ojos, estaba en un lugar extraño. Al principio creyó que se trataba del "más allá", hasta que una voz le dijo que su muerte en realidad ocurrió hace muchísimo tiempo...