Lewin había escuchado varias veces sobre los cataclismos en su época de trotamundos, pero nunca había estado en uno; a menos hasta donde recordaba.
Según lo que le enseñaron cuando era apenas un recluta, existen tres momentos cruciales para todos los mundos: creación, evolución y destrucción. El primero era el más largo, variable según el Etéreo que le dio origen; el tercero era el más rápido, una eliminación brutal de todas las formas de vida y el conducto físico que formaba el mundo.
La evolución era un caso especial, pues si el resultado era positivo podría llevar al mundo a una era nueva y próspera, pero si era negativo lo llevaría a su destrucción. A este proceso de transición evolutiva se le llamaba cataclismo, pues no solo era algo natural (hablando en magnitudes cósmicas), sino que, más allá de si tenía un buen resultado, no dejaba de afectar en grandes proporciones a los mundos en los que se desataba.
Ya que se trataba de un cataclismo, tenía sentido que 2-2 no pudiera verlo venir, pues uno de los principios básicos que Lewin recitó de memoria hace tanto tiempo sobre este fenómeno decía que los cataclismos son imprevisibles. Otro de los principios presentaba una jerarquía de prioridad ante la posibilidad de que muchos cataclismos ocurrieran de manera simultánea en distintos mundos, siendo desde las tierras inferiores prescindibles de asistencia y las tierras superiores en adelante con asistencia necesaria. (1)
Había mucha más teoría sobre los cataclismos, pero a menos hasta que entraran de manera oficial al Departamento de Operaciones, donde se localiza la mayor parte de la actividad relacionada con estos fenómenos, los trotamundos solían ignorar los detalles sobre este fenómeno.
Basado en la poca información teórica que pudo relacionar con los cataclismos, Lewin cuadró los datos con los que la pantalla de luz proporcionó: la capacidad de conducción etérea (CCE) de este mundo era de 0.5, lo que equivalía a una evolución de grado 4 a grado 3, así que sin duda habría trotamundos infiltrados entre los mortales para asistir el cataclismo.
Como no estaba familiarizado con el procedimiento interno, Lewin tardó un poco en recordar por qué sentía que esta situación era muy peligrosa para su estado de fugitivo. Por lo regular, repasó en su mente, la asistencia se deriva en varios Departamentos. Descartando los que solo trabajan con datos o transmiten imágenes, es la Agencia de Reclutamientos de la que hay que cuidarse. Y si se abrió una misión especial, será más difícil...
Después de todo, su alma ahora contenía mucha energía etérea, lo que en los sistemas se traduciría en un altísimo potencial etéreo; que le prestaran atención en el CAE por esto sería natural, pero era lo último que quería. Tenía que disfrazar su poder si quería pasar desapercibido, por suerte, aprendió algunos trucos de sus recuerdos recién recuperados y burlar los análisis de datos de los sistemas no era gran cosa. Solo debería actuar con cuidado frente a otros trotamundos.
El problema es reconocerlos.
Pero ese era un problema para después, en ese momento, la pantalla de luz cambió su contenido:
╔───────────────────╗
A todos los habitantes de Terra 57,
el sondeo está a punto de iniciar.
Todos los que no son aptos para
someterse a la evaluación de
cambio de grado cósmico, según
la media de su mundo, serán
forzados a avanzar.
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Entonces te olvidé
FantasiLewin tuvo una vida común hasta el momento de su muerte. Cuando volvió a abrir los ojos, estaba en un lugar extraño. Al principio creyó que se trataba del "más allá", hasta que una voz le dijo que su muerte en realidad ocurrió hace muchísimo tiempo...