No está bien soltar los
lazos que Dios decretó anudar.
Seremos todavía los niños
del viento y los brezales.
Muy lejos de casa, aún para
ti y para mí
sigue el viento azotando el
país del norte.
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El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde
HorrorUna calle estrecha y miserable. Los oscuros ladrillos de las casas parecen impregnados por todos los crímenes, pecados y miserias de las gentes que allí tienen sus guaridas. De pronto, algo mucho peor, más monstruoso, sobresalta el ánimo de Robert L...
A KATHERINE DE MATTOS
No está bien soltar los
lazos que Dios decretó anudar.
Seremos todavía los niños
del viento y los brezales.
Muy lejos de casa, aún para
ti y para mí
sigue el viento azotando el
país del norte.