LoveDrunk |FANFIC JOSHUA BASSETT| 𝄞

Capítulo 9: Lovely Rita

Allí, frente a mí estaba Lía Russo, la amiga que "abandoné" cuando me vine a vivir a New York, mi mejor amiga en mis tiempos escolares, la amistad que muchas veces creí que iba a ser eterna, pero que no lo fue por completo, se encontraba en frente de mí, con sus ojos color chocolate al igual que su cabello. Lía estaba más alta, y me percaté que aquello era porque usaba unos tacones más largos de lo que alguna vez imaginé, sus lunares en la mejilla izquierda seguían intactos, y aquella tez de levemente morena, que llamaba la atención de toda Miami en nuestros tiempos de escolares.

Miré a Joshua, pero por alguna extraña razón se encontraba muy relajado, como si la presencia de Lía no le extrañara en absoluto. Tragué fuerte, jamás, pero jamás, ni un millón de años pensé que me encontraría en New York, precisamente en el mismo restaurante en el que yo estaba por primera vez en toda mi vida. Cuando le pedí al universo que Lía me respondiera el mensaje, definitivamente prefirió enviármela en persona.

─¡____!─Lía reconoció mi rostro, por un momento estaba dudando si era yo o no aquella chica que sus ojos observaban.

Me abrazó fuertemente sin que yo moviera un músculo de mi asiento, su sonrisa era enorme y podía ver a través de sus ojos, un leve brillo, aparte del brillo labial.

─¡Lía!─Sonreí nerviosa─ No sabía que estabas en New York, me hubieses dicho, yo te envié un...

─Me llegan tantos mensajes por las redes sociales que ni tiempo de responder tengo.─Dijo hastiada─He estado muy ocupada... pero tú...

Lía miró a Joshua y ahora la extrañada era yo. Russo abrazó a Bassett como si fuese algún familiar lejano que no había visto hace mucho tiempo, causando una expresión en mi rostro de confusión enorme,

─¿Se... conocen?─ Pregunté extrañada.

Lía miró a Joshua y sonrió. No estoy entendiendo absolutamente nada, por qué extraña razón mi única "amiga" que me quedó de Miami y con la cuál de una y otra forma también perdí contacto, conocía al chico que me botó los tragos en mi horario laboral, y que luego de eso me invita a restaurantes que yo no podría pagar ni el agua.

─¿Tú qué crees?─Lía me miró coqueta.

Miré a Joshua que también sonreía.

─No estoy entendiendo...

Lía soltó una risa, mientras que mis dudas crecían aún más, ¿Acaso ellos fueron pareja en el pasado? Está bien, aquello no debía por qué incomodarme, estuve bastante tiempo ausente en la vida de Russo como para saber cuántos novios tuvo después de que me fuese de Miami.

─Tenemos un amigo en común con el señor Bassett.─Lía sonrió.

─Fue más que tu amigo diría yo.─Joshua soltó una risa.

─Matt Cornett es amigo del caballero aquí presente, y Matt fue un especie de "amigo con privilegios" para mí, antes de que estuviese en aquella serie de Disney.─Lía sonrió─ Pero ahora estoy con Richard Sanchez, está en la mesa de allá.

Lía apuntó una mesa más lejana a la de nosotros, en donde pude ver a un hombre de traje alto.

─Yo creo que si le hablarás a Matt, él volvería a ti.─Joshua miró coquetamente a Lía.

─Estoy completamente feliz con Richard, e incluso.─Lía mostró un anillo en su dedo, mi cuerpo se tensó por completo.─Pronto tendremos fecha, estoy completamente feliz.

Mi "amiga" chilló lo último, de verdad sonaba y se veía muy emocionada por aquel futuro matrimonio.

Una parte de mí quería morirse, en aquel mismo instante, y no saber absolutamente nada. Es increíble saber cuando hemos tocado fondo realmente, tanto, que deseamos que cualquier catástrofe suceda en aquellos momentos, un terremoto, un tsunami, que se caiga en edificio, cualquier cosa que nos salve de aquel momento. Lía Russo no me había contado ni siquiera que estaba en pareja, no sabía que tuvo una relación fugaz con un chico Disney y tampoco que ahora se encontraba en New York, me sentía completamente extraña a su vida, ajena, como si nunca hubiésemos sido aquellas amigas que pasaban horas leyendo algún drama amoroso de Joe Jonas. Por un extraño momento sentí que había perdido todo mi pasado, que ya no me pertenecía, que los recuerdos no eran más que eso, recuerdos, y que las personas avanzaban a pasos gigantescos. Lía perfectamente pudo seguir en contacto conmigo, pero tampoco respondía mis mensajes cuando estaba recién instalada aquí, en esta ciudad de edificios. La pérdida de contacto fue de ambas, y me dolía pensar el sólo hecho de que tal vez, ni siquiera era la misma Lía que conocí con la que estaba hablando.