Enamorame... Si es que puedes... ©

Cap. 1 (a)

Hoy como cada día para ir a trabajar, me levanté y fui al baño para darme una buena ducha y despejarme, ya que soy la dependienta de una tienda de deporte debo estar bien despierta y presentable, aún que vengo de una familia adinerada, yo prefiero apañárselas sola, por cierto, soy Dayra, tengo 23 años y acabo de acabar la carrera de empresariales, marketing y publicidad. Me gusta cuidarme un poco, y ahora que terminé de estudiar, pues me he mudado a una casa normalita, así que ahora sólo trabajaré y algunos días me perderé por el gym.
Notar el agua caer como lluvia por todo mi cuerpo hacia que me sintiera bien despierta. Una vez me duche salí con la toalla reliada hacía mi closet, saqué mis mallas negras, mi camiseta básica de deporte roja, me pinte un poco y me dispuse a vestirme, una vez vestida me puse mis zapatillas de deporte negras, cogí las llaves de mi coche, un ford deportivo rojo, y me fui directa a la cafetería.
Bajé de mi auto y entré, al entrar se oía la campanilla que colgaba del techó.

- Buenos días Rosa, me das mi café y mi pastel de manzana, por favor.

- Claro que sí Dayra, voy a por ello.

Me senté en el mostrador y no tardo más de 5 minutos en traerme lo que pedí, una vez lo tomé, pague la cuenta y me despedí de Rosa, me puse en marcha para mi trabajo, ya estaba con fuerzas para echar una jornada laboral.

- Buenos días, disculpe ¿Podrías decirme dónde está la ropa de baño? Por favor.

- Buenos días, la ropa de baño de hombre está por aquí, sígueme. *Comencé a caminar hacia el lugar y el chico me seguía* Aquí está, si necesita mi ayuda no dudes en pedírmela.

- Gracias, Dayra. *Miró mi cartel de identificación y me sonrió*

- De nada, un placer el poder ayudarle.

- Me llamó Jhair, un gustó.

- Igualmente. *Le sonreí y me retiré*

Me puse a colocar algunas prendas, que habían desordenado.

- ¿Me cobras tú? *Oí la voz de Jhair por mi espalda*

- No, hoy me toca atender al público, te cobrará mí compañera.

- Vale, y muchas gracias por indicarme.

- Muchas de nada, que tengas un buen día.

- Muchas gracias, usted también tenga un buen día Dayra.

El chico se alejó, pero antes me soltó una resplandeciente sonrisa. Y yo tuve que volver a mis caseres.
Salí de la tienda y me encamine hacía mí coche.

- ¿Donde vas tan rápida? *Sonó la voz alegremente de Jhair*

Me volví y vi al chico son su sonrisa. Era muy agradable verlo debo ser sincera, castaño, ojos verdes, tez bronceada, medirá como 1'90 y complexión atlética, sin olvidar que sus dentadura perfecta estaba siempre mostrándose.

- ¿Alguna vez no sonríes? *Le pregunté*

- Suelo sonreír, la vida es demasiado complicada, así que me gusta son reírle y mostrar que conmigo nada puede. *Me guiño un ojo* ¿Ahora me respondes?

- Claro, yo voy a mi casa a comer, bueno estoy realmente que no sé si ir a algún bar a comer, no me apetece preparar comida.

- Sí quieres vente a comer a mí casa, estamos unos amigos y yo de vacaciones.

- ¿Vienes de vacaciones a Miami muy a menudo?

- Todos los años, mis padres tienen una casa aquí, pero esté año no vine con ellos, sino con mis amigos, tengo ya 18 años toca vivir la vida sólo.

- ¡Oh! Pensé que tendrías más o menos unos 23 años como yo.

- No que va, igualmente la edad sólo es un dígito que no te prohíbe almorzar conmigo. ¿O si?

- No para nada, y gracias. ¿Vamos entones?

- Gracias por aceptar la invitación, vamos esta aquí a lado.

- Entonces olvidó coger el coche. *Le sonreí*

Llegamos a su casa, bueno era un apartamento, así que abrió el portal, y entramos en el asensor, Jhair pulsó el botón de la segunda planta.

- ¿Te gusta el pollo? *Me preguntó por primera vez sin mirarme a los ojos, parecía nervioso, tímido, y miré sus labios y no estaban sonriendo*

- Sí me gusta. ¿Que te ocurre? *Pregunté algo preocupada, él alzo su vista y sonrió*

- No me pasa nada, sólo estaba pensando en una tontería, ni caso. *La puerta del ascensor se abrió y estiró su mano para darme paso*

Entramos en el apartamento y estaban dos chicos tomando cerveza en el sofá.

- Hola chicos, os presentó a Dayra, ellos son Dario y Fermín. *Señaló a sus amigos*

- Hola hermosa, yo soy Fermín, un gusto.

- Buenas, yo como bien a dicho Jhair soy Dario, un gusto preciosa.

- Encantada. *Sonreí amablemente*

Dario y Fermín era dos chicos de casi la misma altura que Jhair, morenos de ojos azules, y vaya físicamente a puestos.

- Dayra ¿Eres de aquí? *Me preguntó Fermín*

- Sí, claro llevo aquí desde los 18 años viviendo, antes vivía un poco mas lejos de esta zona, pero vaya sí soy de toda la vida de Miami. ¿Por qué?

- ¿Nos podrías enseñar algún lugar para salir a festejar, y no sé presentar a algunas chicas?

- Puedo decirle a Rosa y a Sara de salir está noche a algún bar de copa. *Le respondí amablemente a Fermín*

- Gracias bellezon. *Dijo Fermín, a lo que me puse algo roja, y Jhair le miró fulminante*

- Puedes dejar de acosar a Dayra, por favor Fermín.

- Perdón no quería que se sintiera incómoda. *Le respondió Fermín a Jhair*

- No te preocupes. *Le respondí yo*

Fermín, Dario y Jhair fueron a la cocina y a mí me dejaron en el salón sentada. No tardaron en volver con el pollo, olía tan bien, y tenía buena presencia.

- ¿Quien lo cocino? *Pregunté muy curiosa*

- Lo cocinó Jhair. *Me respondió Dario* Y el condenado cocina muy bien.

Nos sentamos a comer el pollo, el cuál estaba tan delicioso, no se como este chico cocina tan bien.

- ¿Que estudiáis? *Pregunté por sacar una conversación*

- Voy a empezar ahora el curso que entra a programador informático.

- Sí, Jhair con un PC es feliz. Y a tú pregunta yo ya terminé soy mecánico, y Dario igual, somos dos mecánicos muy cualificados. *Río fuertemente* No hombre, mecánicos normales, no somos unos expertos por el momento.

- Que bueno, yo acabó de terminar la carrera de empresariales, marketing y publicidad. Pero vaya lo tengo terminado para nada por el momento, ya que estoy asegurada en una tienda de deporte.

- ¿Entonces seguirás ahí?

- Exactamente Dario, tengo un buen sueldo para mantenerme, pago casa, coche, me sobra para el gym y salidas, y sólo trabajo medía jornada, ósea 8 horas.

- ¿A qué hora quedamos para salir esta noche?

- Pues, no se Fermín. ¿Que te parece si os dijo luego cuando salga del Gym, que voy a irme ya, así salgo pronto.

- Genial, te doy mi número Dayra. *Respondió rápidamente Jhair*

Salí de la casa de Jhair, y fui directamente al Gym. Pero antes de empezar mi entrenamiento llame a mis amigas, Rosa y Sara, para contarles lo de la salida, como es de suponer aceptaron enseguida.