Eran ya las siete de la tarde, y yo quería irme ya. Tenía hambre, demasiada hambre. Sin olvidar que estaba embarazada y no creó que fuera bueno esforzarse mucho.
Al llegar a la casa, nos fuimos a ducha rápidamente. Una vez ducha y vestida con un vaquero rojo desgastado, una camiseta negra básica y mis botines de lentejuela bajé al salón donde estaba Saray tomando un jugo.- ¿Quieres un jugo? *Se dirigió a mí amablemente*
- No, gracias Saray. *Le sonreí*
- Toma a siento a mi lado, *Dio unas palmadas en el sofá* no muerdo, jurao *Levantó la mano en forma de juramento*
- Ya voy, perdón es que ando algo desubicada.
- ¿Que te ocurre?
- Es sólo que estoy en casa ajena.
- Aquí eres de la familia, eres la novia de... *Calló*
- ¿Aun te gusta? *Mi corazón latió muy deprisa, no quiera una respuesta afirmativa de su parte*
- Nunca salió de mí corazón, y no se si lo hará. Pero de verdad espero que lo hagas feliz. *Su rostro se entristeció*
- Lo siento. *No sabía que decirle, sólo disculparme por estar con su primo*
Jhair entró en la sala, estaba espectacular, con una camisa ajustada de color rojo y unos pantalones de salir negros, andaba descalzó.
- Amor ven, me tienes que ayudar con los zapatos.
- ¿Que has echó? *Lo miré estrañada* Lo siento Saray, ahora nos vemos.
- Claro, ve. Hasta el rato.
Salí con Jhair de la sala y subimos a la habitación.
- Haber me vas a decir que te pasa ¿Verdad?
- No sé cual ponerme. *Señaló dos zapatos de salí negros, y ambos eran iguales*
- Son iguales, que mas da. *Me irrite*
- Si aparentemente sí, pero uno esta sin usar y el otro me hace daño, me lo puse como tres veces y mis píes terminan destrozados.
- Cielo, coge unos calcetines de deporte son mas gordos y quizás no te hagan daño.
- Amor, gracias. Primero por ayudarme con mi dilema y segundo por llamarme cielo.
Sonreí al oírlo hablar. Su cara era de emoción total. Verlo como se ponía sus zapatos, me hacia sonreí y no sabía por que extraño motivo estaba sonriendo como boba ante algo tan simple.
- ¿Que te hace tanta gracia? *Se levantó de la cama y camino hacia mí para agarrar mi cintura*
- Lo concentrado que te pones los zapatos. ¿Me das un beso? *Mis brazos rodeaba su cuello*
- ¿Me acabas de pedir eso? * Su cara era de asombro*
- ¿Que tiene de malo? *Lo miré haciendo una mueca*
- Nada, solo que no me lo esperaba, eso y que no tienes que pedirlo, solo dámelo.
- Ni yo se por que te lo pedí, pero tengo ganas. ¿Sera que estas consiguiendo que me enamoré?
- No sé. Yo sé que quiero besarte, cuidarte, levantarme cada día y verte a mi lado, y cuando estoy lejos me siento vacío, y un dolor en el pecho, sin olvidar que me pongo muy celoso pensando que puedes estar con otros, y olvidarte de que existo.
- Púes creó que no lo estoy aún, si te extraño al tenerte lejos y ahora quiero un beso, pero no siempre quiero besarte, aun que si tenerte cerca.
- Nena, todo llega a su tiempo. *Besó mis labios muy dulcemente, seguí ese beso disfrutándolo más de lo que pensaba*
- Primo *Abrió la puerta de sopetón Dario, haciendo que nuestros labios se separarán*
- ¿Que pasa? *Miramos a Dario atentamente*
- Pues quería hablar a solas contigo *La voz del joven fue perdiendo intensidad*
- ¿Te paso algo? *Dijo agarrando aun mi cintura*
- A mí no, solo es algo tuyo.
- Primo si es cosa mía puedes hablar delante de ella.
- Vale, pues a Ian creó que le gusta tú novia, por que estábamos hablando y pues, ya sabes su tono pareció molesto a hablar de ustedes dos en la misma oración, ósea, dijo «Puedes creer que esa chica, Dayra este con» hay callo y yo terminé diciendo «Con Jhair» y el con un tono molesto dijo « Pues eso».
- No sé Dario, pero sí le gusta no puedo hacer nada.
- Dario, yo quiero a tu primo Jhair. Es más *Callé pensando si decirle o no lo de mi embarazo*
- ¿Que paso? *Dario nos preguntó a los dos*
- ¿Se lo vas a contar a él primero cielo?
- No sé. ¿Lo hago? *Dije con dudas*
- Sí crees que es el momento, sí. Sino calla hasta que estén todos juntos como tu querías.
- Quiero que tú lo digas, yo no puedo. Me da mucha vergüenza.
- En la cena lo diré yo. Ahora tranquila cielo.
- Chicos, ignoráis mi presencia. *Soltó Dario y lo cierto que por un momento así fue*
- Perdón. *Me disculpé* Creó que te lo diré a ti, pero no digas nada.
- No diré nada. ¿Es gravé? *Su cara era de preocupación*
- No es grave, solo seremos padres. *Soltó con una gran sonrisa Jhair*
- ¿Vas a ser padre con 18 años? ¿Que clase de locura es esta? *Escupió sus palabras muy irritado*
- Ninguna primo, estoy muy seguro de lo que he echó. Quiero una familia con ella. *Jhair dio a entender que mí embarazo fue a posta* Me muero de ganas de ser padre.
- Bueno, si es lo que quieres. Ahora me voy a ayudar ayudar a mi hermana con la computadora, no sabe como perdió los altavoces.
- Vaya como siempre toco los Driver, vaya niña. *Ambos rieron*
- Ya ves, os veo al rato. *Digo dándose la vuelta para irse*
- Adiós, hasta luego. *Nos despedimos ambos, Jhair miro mis labios, a lo que yo no aguanté las ganas de besarlo*
Luego de un beso tan dulce y fogoso a la vez, ambos decidimos ayudar con la comida y a poner la mesa. Mientras yo estaba en la cocina, Jhair fue llamado por Dario e Ian, ellos no sabían como arreglar el problema de la computadora, así que se fue con ellos, mientras su abuela, su madre, sus tías y primas estaban como locas para un lado de la cocina y para el otro, sinceramente me mareó tanto nerviosismo, o quizás era el maldito embarazo el que me daba esos mareos. Mientras a mi me dijeron que pusiera la mesa junto a Diara, que era de mi edad, ella era asmática y la quería lejos de la cocina, ya que se ponía mal con el humo, y había bastante, gracias a dios a mí el asma no me afectaba tanto, como para no estar en lugares con humo.
- Diara a parte del humo, a ti el asma ¿te impide hacer más cosas? *Le pregunte mientras llevábamos unas bandeja con jamón*
- No hago nada de deporte, el simple humo del cigarro me asfixia y no se que más. La verdad es que mis pulmones tiene poca capacidad o algo así.
- Sabes en el gym te ayudarían a ir poco a poco a mejorar, o la piscina. A mí esas cosas han echo que ni me acuerde del asma, hasta hace unos meses que medio de nuevo, y la verdad que otra cosa que ayuda es el cambió de ambiente.
- Lo tendré en cuenta. *Sonrió*
ESTÁS LEYENDO
Enamorame... Si es que puedes... ©
ChickLitDayra una chica de 23 años que no sabe que es el amor... Pero Jhair llega a su vida dispuesto a enseñarle a amar, ya que se enamoró de ella a primera vista... Pero no es lo único difícil que debe conseguir es deshacerse de Félix que no deja en paz a...