Cap. 3 (a)

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Estaba pasando la esponja por mi cuerpo, cuando oí la puerta cerrarse. Me había quedado sola en un total silenció que decidí romper, tarareando una canción de Gabriel Coronel, desnudo. Me gusta esa canción así que mientras la tarareaba cerraba mis ojos y no se que me pasó que las gotas de agua de la ducha me hacía recordar el cosquilleo que Jhair causaba en mí.
Terminé de ducharme y salí como siempre, liada en la toalla camino a mi closet, cuando las llaves sonaron y de pronto vino ese excelente olor de pizza y adobo.

- ¿Estas ya lista Dayra? *Me pregunto desde la otra sala*

- Me estoy vistiendo, ya voy. *Dije cogiendo mi pijama rojo de corazoncitos blancos, unas bragas rojas*

Fui al baño a vestirme, ya que vi que sangraba, debía ponerme una compresa. Luego de vestirme salí del baño hacía mi habitación y vi mi cama llena de sangre, parecía que había habido un asesinato.

- ¿Dayra?

- Voy.

Salí hacía la mesa del salón dónde me esperaba Jhair con la pizza, el adobo y unos refrescos. Me senté a su lado, y me metí un trozo de cazón en adobo, estaba tan rico.

- Gracias por la cena.

- No las des, aparte no es lo prometido. No la hice yo.

- Pero la compraste tú. Gracias por todo, sobre todo por el trato que tienes conmigo.

- No las des Dayra, me pondrás rojo. *Dijo cogiendo un trozo de pizza que me la dio a mí, para luego coger otro para él*

Comimos viendo la televisión, estaba echando The Flash, ha veces comentábamos alguna escena, de pronto sonó su celular y él lo atendió, yo baje la televisión y seguí tomando mi refresco, mientras oía lo que él decía.

- Sí, mamá... Vale iré para allá, mañana busco un vuelo para ir a casa, no te preocupes... Te quiero madre.

- ¿Todo bien? *Le pregunte por lo serió que respondía*

- Mí madre tiene que ir al médico pasado mañana y no quiere ir sola. Así que tengo que buscar un vuelo he ir para allá.

- Te ayudo a buscar vuelo. Espera voy por el portátil. *Corrí a por el portátil, lo cogí y volví a su lado* Bueno verás que encontramos vuelo de ida y vuelta para mañana y baratos.

- Gracias Dayra. *Me sonrió y dio un beso en la mejilla en agradecimiento*

Estuve buscando por varías páginas pero un vuelo a España era complicado de encontrar tan rápidamente, o eso me lo estaba pareciendo a mí. Después de mucho buscar lo encontré, hicimos todo los pasos que nos indicó, ya tenía el vuelo.
Me sentía feliz por haberlo echó tan rápido y haberlo ayudado.

- Nada más pises Miami de vuelta, vienes a verme, ¿Vale?*Le ordené*

- Claro, y te llamaré o escribiré todos los días que este allá. Te lo prometo.

- Eres un gran amigo. *Lo abrace*

- ¿Que? No, no. No somos amigos, no quiero tu amistad, yo quiero tu amor. *Dijo muy rápidamente*

- Primero amigos. ¿Vale? Ya luego veremos. *Le sonreí, le tenía mucho cariño*

Lo sé no lo conozco lo suficiente quizás, pero en un par de día se a echó de querer.

- No me convence eso. *Me miró raro, pero de inmediato me dio un abrazo*

- Bueno mañana te vas muy temprano y no te veré en 3 días, así que quédate a dormir aquí por favor.

- ¿Y como hago las maletas?

- ¿No tienes ropa en tu casa?

Se rasco la nuca y saco la lengua.

- Verdad no necesito equipaje. *Rió sonoramente*

- ¿Te quedas pues? *Le repetí la pregunta*

- Claro. * Sonrió*

- Pues tira a la cama ya, que voy a recoger las cosas y a fregar.

- Dayra, lo hago yo si quieres.

- No tú mejor ponte cómodo. Eso sí cómodo no es desnudo completamente. * Le advertí*

- ¿Que es cómodo? *Dijo divertido*

- Pues sería pijama, pero aquí no tienes así que puedes estar en ropa interior. ¿Ok?

Él solo río y se fue a la habitación, yo me quedé sola fregando, no podía correr el riesgo de romper otro vaso por culpa de la presencia de Jhair. Lo reconozco me pone algo nerviosa, y me hace sentir timidez en ciertos momentos, a la vez que comodidad.
Terminé de fregar y corrí hacía la habitación, me senté en ella, sacudí mis pies, y entré en mi cama. Jhair dormía como un angelito, así que con sumo cuidado apoye mi cabeza en su pecho y acurrucada a él, me dispuse a dormir.
La alarma del móvil sonó, y Jhair estiró su brazo para apagadlo.

- ¡Buenos días! *Sonrío* Bueno me tengo qué ir, pero volveré. *Dijo con la voz adormecida y dulce a su vez*

- ¿Ya es la hora? *Le dije con voz triste, lo miré con ojitos tristones y le hice pucherito*

- Pareces una niña pequeña. *Se río*

- Quería saber qué me decías. *Le hable ya con mi voz normal*

- Sí no fuera importante no me iría. * Dijo levantándose y cogiendo su ropa, para comenzar a vestirse*

- Ten mucho cuidado. ¿Si?

- Claro, pero la que debe tenerlo eres tú. Dayra, de verás no andes sola, ese tipo parece obsesionado contigo. *Se término de vestir*

- Lo tendré, no te preocupes Jhair, eres un sol de niño. *Le lancé una sonrisa*

- Bueno ya, si que si me voy. *Me besó la frente*

- Te veo pronto, cuídate. Buen viaje. *Le lancé un beso, y él desapareció de mí habitación*

Me levanté y fui hacía el baño, para meterme en la bañera durante un rato, oí como se cerró la puerta de la entrada. Estaba totalmente sola, comencé a llenar la bañera, le eché gel y se empezó a llenar la bañera de espuma. Yo me quité mi pijama y acerqué la toalla a la bañera, luego me quité la braguita. Y me metí lentamente, me recosté en la bañera, cerré mis ojos mientras notaba como se llenaba la bañera, y mientras esperaba comenzaba a cantar.

- Dime si es verdad...Me dijeron que te estas casando...Tú no sabe como estoy sufriendo...Esto te lo tengo que decir... Cuéntame...Tu despedida para mi fue dura...Será que te llevo a la luna...Y yo no supe hacerlo así... Te estaba buscando...Por las calles gritando...Como un loco tomando... *Paré el grifo* Es que yo sin ti...Y tu sin mi...Dime quién puede ser feliz...Y eso no me gusta...Eso no me gusta... Yo te juré a ti eterno amor...Y ahora otro te da calor...Como aquella noche entre tú y yo... No sé quien *Tararee, mientras eché el gel en mi esponja* te parece mejor...Pero yo esto en tu corazón...Y por eso pido perdón... Es que yo sin ti...Y tu sin mi...Dime quién puede ser feliz...Y eso no me gusta
Eso no me gusta...*Dejé de cantar, cogí el champú y comencé a lavarme mi cabello, luego de eso mí mente quedó en blanco, para disfrutar de un baño Dominguero tranquilo, para una completa relajación*

Enamorame... Si es que puedes... ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora