Cap. 9 (c)

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Una vez dentro, cuando estaba justó a mi lado sacó sus manos de atrás de su espalda, y en sus manos tenía una rosa roja con un tallo muy largo, con una caja de bombones y un peluche de gatita blanco con un lasito rosa.

- Gracias, no tenías por qué. *Una lágrima salió recorriendo mi mejilla. Agarre las cosas y él limpió mí mejilla*

- Te amo y todo lo que pueda darte será poco. *Beso mi frente*

- Chicos podemos irnos en una hora o cosa así. *Dijo su madre, la que acababa de llegar de hablar con el doctor*

Ella se acercó a lado de su esposo, el cual paso su brazo por los hombros, y la atrajo hacia él. Jhair cogía mi ropa de un armario pequeño que había en la habitación, con sumo cuidado la puso a mis píes.

- Gracias guapísimo. *Sonreí*

- No las des. Ahora vienen a quitarte todo estos cables, y suero. No se tu amor pero creó que exageraron un poco con tanto cacharo. *Río*

- Creó que sí. *Puse el peluche y la rosa aún lado de la cama, y abrí los bombones*

- Es para controlar, a ella y al bebé. * Mar dijo abrazando a su hijo por la espalda*

- Gracias mamá, por estar aquí a mí lado.

- No las des hijo. *Besó la mejilla de su hijo, para luego volver a abrazarse a su esposo*

- Buenas tardes, tome la carta del alta. *Tendió unos papeles a Jhair* ¿Usted señorita esta segura que estas bien? *Me miró el Doctor*

- Sí, estoy bien. *Respondí con un bombón en la mano*

Luego de llevar el bombón a mi boca, el médico procedió a quitarme todo. Luego de quedar solos en la habitación, Jhair y yo me vestí con su ayuda, ciertamente le pedí que me ayudará, estaba algo mareada aún. Y quería su ayuda, él me hacia sentir bien.

- Nena vamos a tomar algo a la cafetería a donde están mis padres, necesitas tomar algo. *Me aconsejó*

- Vale, pero preferiría tomar algo en casa de tú abuela.

- ¿Ya no quieres ir a mi casa?

- No, es que estoy cansada.

- Vale amor, pues vamos andando para el auto, yo le mando un WhatsApp a mi padre para que vengan.

- Vale cielo.

Sacó su móvil mientras caminábamos hacia el coche. Una vez llegamos al auto, minutos después a parecieron ambos agarrados de la mano. Cuando llegué a casa de la abuela, me prepararon un sándwich y un refresco.

- ¿Y tus padres?

- Se acaban de ir. *Sé sentó a mi lado*

- Te quiero. Gracias por todo. Haces tanto por mi. No se como agradecerte tanta atención.

- No tienes que hacerlo cielo. *Agarró mi mano y llevo el sándwich hacia él, dándole un bocado* Me conformó con esto.

- Malo, esté era mío. *Le hice burla*

- Pero te lo hice yo. *Su voz parecía la de un niño pequeño*

- Pero es mío. *Saque mi lengua, y Jhair se acercó a mi rápidamente para besarme*

Me besó entré risas, mientras tocaba mi cara y cabello.

- Esto me gusta más *Dijo separándose de mis labios, apenas 1 centímetro. Me miró a los ojos, sonriendo de lado, su cara pícara hizo que yo me sonrojara*

- Pues mis labios si te dejó comerlos. *Murmuré con una pequeña sonrisa en mis labios, mientras soltaba el medio sándwich en la mesa*

- Aun qué no me dejarás, lo haría de igual modo. Por que tú estas tan dentro de mí, que siento que eres mía. Aún sin a ver conquistado lo mas importante. *Puso su dedo índice en la zona de mi corazón* Te amo y acabarás amándome. Por mi padre, que lo harás. *Volvió a besar mis labios con mucho fervor*

Al rato fuimos hacia la cocina para mirar que pastel podríamos hacer Jhair y yo para noche buena, que apenas quedaba un día.

- Tiramisu. *Murmuró. Yo miré hacía el y le sonreí afirmándole*

- Estará delicioso amor. ¿Y mañana el almuerzo que prepararemos? Y aún mas importante ¿Y la cena?

- No te estreses amor. Comeremos al medio día lo que sea y a la noche cinta de lomo al horno. Ahora hagamos el postre para mañana a la noche.

- Claro que sí. *Cogí una bandeja de cristal*

Hacer el tiramisu con Jhair fue una sensación fabulosa, con tanta paz. Parecíamos una pareja de recién casados, eso me hacía gracia, y reí sola un par de veces.

- Nena, me das el cocholate de la nevera, por favor cielo bello.

- Voy. *Dije llendo al frigorífico*

Una vez tuve el chocolate en mis manos fui a dónde estaba Jhair, pero el solo me tendió un rayador. Así que lo agarré y me puse a rayarlo, cuando quería comérmelo a bocados, no echarlo en el tiramisu.

- ¿Quieres chocolate nena?

- Sí *Murmuré como nena pequeña*

- Voy a por una tableta de chocolate con oreo ¿Quieres?

- Jhair, eso no se pregunta se trae.

- ¡Ah! Esto que es chocolate no. Pero tu si me pides un beso, en vez de darlo.

- No seas rencoroso. *Bromeé*

- Te amo.

- Te quiero.

Me besó mientras seguía el rayando el chocolate por encima de todo el pastel.
Una vez la acabo de cubrir salió dándome como cuatro onzas. Yo la acepte, y metí el postre en el frigorífico, y luego me fui al salón a esperar que Jhair comprará el otro chocolate, uno que tenía oreo por dentro y que a mi me enloquecía. No se aun como este chico podría aceptar con mis gustos.

Entró en el salón se sentó a mí lado y saco una tableta para cada uno. Luego de comerla, Jhair y yo fuimos a la cocina a ayudar a su abuela. Jhair dijo de llamar a su hermana para saber como estaba y eso.

- Menos mal que tengo carnet, ya no estoy para llevar a Jasmine andando. *Murmuro su abuela*

- Tenías que habermelo dicho y la llevaba yo, abuela. *Le respondió*

- No, si yo quería salir en auto, hacía como 15 días que no cogía el auto. Y ya sabes que me gusta conducir.

- ¿Hace cuanto conduces? *Pregunté curiosamente*

- Hace dos años. Para coger el auto de mi difunto esposo.

- Sí, y me hizo apuntarme en la auto escuela nada mas cumplir los 17, y a al mes de cumplí los 18 me lo saqué.

- Mí padre me dijo y obligó. Yo a mis 17 años me saqué como tu el teórico y el práctico me lo saqué a los 6 meses de haberlo cumplido.

- No os queréis. Ahora lo tenéis y podéis ir donde sea, sin que os lleve o tener que coger el trasporte público.

- Lo sé abuela.

- Ahora estoy agradecida. Sinceramente.

Enamorame... Si es que puedes... ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora