Cap. 4 (b)

7 1 0
                                    

Entré en WhatsApp:
Conversación con desconocido:

-- Nena no te enojes, solo no te diré mi nombre, ni veras mi cara por ahora
Pero en breve nos veremos y estaremos muy bien bebé

--- Como tienes mi número?

-- La informática es lo mío y hoy en día el número lo tenemos andando por la red, en un médico o cualquier lado
Es fácil para mí
Es más los datos de tu trabajo es fácil de burla
Debería tener mas seguridad

--- Has entrado en los archivos de mí trabajo?

-- Si bombón, soy un genio de la informática
No desperdició mi sabiduría
Yo necesitaba conocerte
Te veo cada día... Desde hace un mes
Menos hoy, que estuve muy ocupado
Ya no aguantaba las ganas de no tener tu número para poderte hablar
:*

--- Enserio? 0.0 xDios

-- Estás feliz? :3

--- Tengo que hacer cosas
Adiós

Salí de esa conversa y entré en la de Jhair.
Conversación con Jhair:

--- Jhair, este medio día esta siendo raro, hay un tipo que me esta asustando :(

-- Que te paso?
No salgas, solo lo esencial hasta que yo este allí
No me perdonaría que te pasará algo

--- Tranquilo Jhair
Sólo necesito que me pronuncies NO TE PASARA NADA... Vale?

-- No te pasara nada Dayra
Y si pasara te juró por mi vida que no descansó hasta encontrar a ese tipo y matarlo

--- No seas agresivo
Gracias ;)

-- De nada
Voy a ayudar a mi hermana a terminar el equipaje

--- Vale
Besitos

-- :*

Salí de esta conversación y volví al número desconocido.

Conversación con Desconocido:

-- Vale termina y hablamos
Cuidate, pronto lo haré yo
Deseó verte y sentirte
Muah

--- ADIÓS

-- Kiss :)

Salí de WhatsApp, completamente. Subí a mi habitación y me acosté un rato en la cama, necesitaba una siesta.
Después de una larga siesta, me fui al baño, retoque mi maquillaje y peine, para dar una vuelta con mis amigas, tenia ganas de verlas, y tomar la merienda con ellas.
Cogí mi móvil y llame a Rosa primero, ella aceptó, luego llame a Sara, pero ella no la pudo aceptar, tenía trabajo extra.
Así que me fui a la ducha para salir fresquita, ya que hacia mucha calor. Cuando salí fui a mi closet, y cogí un vestido rojo liso y ajustado. Me maquille, peine, cogí mis cosas y salí de mi casa, iría a pié ya qué vive cerca.
Estaba caminando, sentía como si me observarán, mis pasos se aceleraron como mi corazón, mis pulsaciones son muy elevadas. Llegue a la puerta de la casa de mí amiga, gustó cuando fui a llamar a la puerta, alguien tapo mí boca, y me alejó de la puerta.

- No grites, y deja de quererte escabullir, no vas a poder. *Oí decir muy flojo en mi oído una voz que no reconocía, era una voz de un hombre de unos 30 años o cosa así*

Yo me calme, para que me soltará. Oía mi móvil vibra. Él me soltó lentamente la boca, y pude respirar mejor.

- ¿Que quieres? *Dije, sin verle la cara, ya que me tenía agarrada y me daba temor girarla*

- A ti. *Me dijo en mi oído*

- Me suena el móvil, dejame responder.

- Vale, pero cuidado con lo que hablas o te corto la cabeza. *Su voz parecia amenazante*

- No lo haré. *Metí las manos en mi bolso, saqué mi cell y miré la pantalla*

- Jhair ¿Que te pasa?

- Nada, sólo decirte que te quiero, y que no salgas. Por favor no salgas, no quiero que te pase nada.

- No me pasará... *Me agarró el cell y colgó*

- ¿Por que cuelgas? Se va a preocupar más.

- Por que me esta entrando ganas de matarlo, a él y a todos el que pueda acercarse a ti.

- Me haces daño, sueltame o al menos afloja.

- Perdón. *Dijo soltandome*

Me giré y lo miré, pero de poco sirvió. Llevaba unas lentes de sol, y una gorra, sus vestimentas no eran de alguien mucho mayor a mí.

- ¿Que edad tienes?

- 23 años, la misma que tu Dayra.

- Pensé que tu eras algo mayor, por tu voz.

- Aún no me has oído con mi voz. Sabes hacía años que no te veía.

- ¿En tonces?

- Entonces nada. *Me dijo con una voz más juvenil*

- Está voz va mas con tu edad. Ahora puedo llamar a mi amiga *señale la puerta* hemos quedado hace rato.

- Sí, claro. Ya te vere sin que te esperen. Y serás sólo para mí muñequita.

- Adiós. *Dije para ir a llamar a mi amiga*

Entes de tocar, miré hacía atrás y ya no lo vi. Toqué y mi amiga me abrió la puerta, para salir de la casa e ir a un bar, a tomar la merienda.
Llegamos al bar y tomamos asiento, le conté todo a Rosa, todo sin dejar nada, le enseñe la conversa, mientras tomábamos un batido helado de fresa.
Habían pasado 3 horas. Y estabamos aún sentadas en esa cafeteria, tomando un helado de dulce de leche y agua fresca, ya que nos daba sed. Entonces mi WhatsApp sonó, era Félix.

Conversación con Félix:

-- Amor, necesito verte

--- No soy tu amor... Ni lo seré

-- Tengo un regalo para ti, es como disculpa

--- No lo quiero

-- Volvamos amor

--- No, no y mil veces no... Pfff

-- Amor, no pasará lo de la otra noche

--- No, ya te perdone mucho

- ¿Es Félix o el anónimo? *Preguntó mi amiga*

- Félix. *Ella me miro raro, yo solo hice una mueca*

-- Pero estoy muy arrepentido

--- Y las otras veces según tú también

-- Amor estoy perdiendo la paciencia

--- Adiós, estoy ocupada

-- Estas con el mocoso de la otra noche?
Eres una zorra, te lamentaras

---Que?
Que carajos te pasa?
No eres nadie y hago lo que quiero
Adiós

Salí de WhatsApp. Y mi amiga decidió que nos vayamos a casa, así que mi amiga me acompaño a la mía y ella luego se fue a la suya. Tenía mierdo de que me hicieran algo.
Yo de inmediato me fui a cambiar de ropa, me puse mi pijama, este pijama era en plan otuku, era de pandita y tenía una bata de casa con orejas de panda, era un cojunto de dormir hermoso, o como diría un antiguo amigo el cual me lo regalo a mis 18 años, «Este pijama es hermoshishimo, tanto como mi preshiosha Dayra» me reí mucho cuando habló así. La cosa que el pijama me hace recordar que se mudó ese mismo año. Lo extraño, era super loco.

-Ains *suspire*

Estaba sola en casa, buscando en la nevera algo que comer, no tenía ganas de nada. Mi cabeza solo pensaba en que mañana tenía que trabajar y ya no era un pesado, si no dos, dos locos que no se que piensan.

Enamorame... Si es que puedes... ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora