Cap. 1 (c)

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Jhair entró al garito, y yo nada más verlo corrí hacía él.

- Gracias por venir. *Dije mientas lo abrazaba* No quiero, no me siento lista.

- ¿Que? bueno no te entiendo muy bien, pero aquí estoy. ¿Donde vamos?

- Llévame a mi casa, y quédate. No quiero estar sola.

- Vale, vamos Dayra. *Me cogió en brazos*

Me cargo hasta el coche, una vez en el coche, abrí el bolso y miré el móvil, tenía WhatsApp de Félix.

WhatsApp:
Conversación de Félix:

-- Que haces?
Por que te vas?
Aceptas venir a mi casa y te vas a escondidas
Que carajos haces?
Ven no seas cabrona
Me estas mosqueando amor
Ven
Cielo solo vamos a gozar
Ven
Dayra ven, no seas calienta polla, tira para mi casa

- ¿Que pasa? *Preguntó Jhair mientras miraba la carretera*

- Para el coche.

Jhair me hizo caso y le mostré la conversación WhatsApp.

- ¿Puedo respondedle? *Me pregunto. Yo solo asentí*

---Félix déjala en paz, si me entero que le haces algo, te arrepentirás

-- No se quién eres pero por lo mas sagrado que Dayra, la cual es mi novia sera mía, la haré mujer. Así que cuidado con lo que dices, por que ella no me ha dejado y estoy en mi derecho.

--- Error, que sea tu novia no te da derecho alguno, si no quiere, no quiere y te jodes... Déjala en paz... Y creó que es muy mujer, solo hay que verla.

- Toma. *Me dio el móvil, y seguimos el camino*

Yo leí lo que habían hablado y salí de WhatsApp.

- Gracias nuevamente. *Dije avergonzada, por todos los acontecimientos*

- ¿Eres virgen? *Me miró por el rabillo del ojo* Perdón por la pregunta, me entro curiosidad.

- Sí, si lo soy. * Sentía mis mejillas arder*

- No es malo serlo.

- ¿Tu eres virgen? *Pregunte con demasiada curiosidad*

- Yo no. *Dijo desanimado*

- ¿No entiendo? ¿ Quieres serlo?

- No, no es eso... Pero hubiera estado bien amar a esa persona, y haber tenido ganas de verdad, y no hacer por hacer, por qué una tía quiera.

- ¿Era mayor? *Volví a preguntar y él cada vez estaba mas rojo y sin su hermosa sonrisa*

- Si, era mayor, yo tenía 14 años y ella 24, no se que vio en mí, pero me pidió ser mi novia delante de todos mis amigos y vaya todos decían « Di que si tío » Así que comencé a salir con ella * comenzó a acaparar el auto* y a la semana me llevo a su casa y hizo todo lo que quiso conmigo, vaya la relación duro un año. Cambió al niño, por uno de su edad. * Termino de aparcar el coche*

- No quiero hacerlo, no me siento preparada.

- Si no lo sientes, no lo hagas. Es un consejo.

- Gracias. Vamos a dentro.

Cogimos y salimos del auto. Entramos en la casa y subimos a la habitación. Fui al baño y me puse mi pijama blanco de lunares de colorines, limpié bien mi cara y salí hacia el dormitorio. Jhair estaba recostado en la cama mirando a la nada.

- Ya estoy. ¿Me veo bien?

Jhair se aproximó a mí, me agarró de la cintura, estaba su rostro a milímetros del mío.

- Te ves preciosa. *Me susurró*

- Te voy a decir una cosa. No se yo tampoco qué es el amor. Nunca lo he estado y nunca lo estaré.

- Yo no lo he estado hasta que te conocí, y te aseguró que te enamoraré, por que desde que te pregunté donde esta los trajes de baño y vi tus bellos ojos y esos carnosos labios supe que serían míos. Deja a ese Félix, y sólo déjame enamorarte.

- No puedo, no creó que pueda. *Lo miré muy fijamente a los ojos*

- Déjame intentarlo. Con un enamorame si puedes me conformo, déjame que lo intente, dame tu permiso.

- A pesar de lo que a pasado no lo he dejado, no puedo decirte eso, tengo novio.

- Déjalo entonces.

- Lo haré, pero hoy no. No tengo fuerzas para enfrentarlo.

No me dijo nada más, quedo callado mirándome a los ojos, en total silenció.
Unos instantes después sus labios chocaron con los míos, me beso superficialmente mis labios, también tenía ternura el beso. Yo quedé quieta, no me molestaba, pero no sentía nada espacial, pero si sé lo que trasmitía el beso. Se retiró lentamente, me miró tímido, y sonrió levemente.

- Lo siento, pero tenía que besarte.

- No está bien que lo diga por que tengo novio, pero de cierta forma me a gustado.

- Vamos a dormir mejor, antes que lo haga de nuevo.

- Si mejor dormimos Jhair.

Fuimos a la cama, Jhair se quitó la camisa y le deje yo una de las que daban de propaganda una vez los batidos, se quito los zapatos y calcetines, y quedo con su vaquero desabrochado y el chaleco que le preste, ya que las camisas se arrugan mucho, y debo admití que esta muy bien planchada, y limpia, tiene un blanco nuclear.
Estaba harta de dar vueltas en la cama, Jhair estaba dormido tan plácidamente, y yo no podía pegar ojo. Así que decidí acabar con Félix.

WhatsApp:
Conversación con Félix:

--- Félix tenemos que dejarlo yo no te puedo complacer.

-- Tu eres mía.

--- No soy tuya, y hemos terminado
Punto Final.

-- Eso se verá.

Salí de WhatsApp... Eh ignore completamente lo que me dijo, me eché sobré el pecho de Jhair y me quedé dormida.

A la mañana siguiente abrí mis ojos y vi como me miraba sonriente Jhair.

- Buenos días, nada mejor que empezar el sábado con esos ojazos verdes mirándote. *Me dijo con su sonrisa dibujada en esa carita de malote y a la ves tan angelical*

- Buen día, la verdad me sento bien dormir en tu pecho. Ahora voy a preparar el desayuno o mejor me ducho, te vas a tu casa, te ducha * Lo miro, y me reclamó el labio de pensar en el desayuno* y desayunamos en mi lugar favorito desde pequeña.

- Me parece genial, me voy y al rato regreso por ti. Cualquier cosa llamas.

- Vale, gracias por todo. *Lo acompañé a la puerta*

Una vez sola en casa me fui a la ducha. Me encanta sentir el agua por la mañana caer por mi cuerpo, una vez duchada, dientes cepillados, y bien seca... Salí desnuda hacia mi closet, saque un vestido blanco de flores rojas entallado de tirantes, cogí mis vans blancas, y fui al cajón de la ropa interior saqué mis tangas y mi sostén blanco, y una vez todo elegido me dispuse a vestirme. Luego cepille mi cabello, y maquille un poco.
Una vez lista no tardo mucho en llegar Jhair, cuando subimos al auto le indique por donde ir. La verdad quedaba algo lejos pero su café, sus pasteles, sus batidos, todo allí estaba delicioso.
Mientras íbamos en el coche estábamos callados, pero no era incómodo el silencio, sino que trasmitía paz. Yo miraba él paisaje de Miami, y me percaté que él auto que venía atrás nuestra era Félix, mi ex.

Enamorame... Si es que puedes... ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora