Cap. 9 (b)

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Desperte, pero esta vez pude abrir los ojos, a mí lado estaba Jhair, con un yogur de fresa. Miré a mí alrededor y ví que estaba en un hospital.

- ¿Por que estoy aquí? *Pronuncié con dificultad*

Jhair me miró realmente emocionado y aliviado.

- Caíste al suelo, por lo visto por el WhatsApp que recibiste. *Soltó el yogur en una mesilla y agarró mi mano* Y decidí que era mejor traerte al hospital, por el golpe en la cabeza y el embarazo.

- Gracias Jhair. Te quiero. *Le sonreí*

- No me la des reina. *Suspiró* Vaya susto que nos has dado pitufa.

- No era mi intención. *Tiré de él para que me besará, pero no lo hizo. Sólo miró mis labios*

- Se qué no lo era. Te amo. *Y entonces choco sus labios con los míos, ese beso era de lo más delicado*

- ¿Que tengo? *Pregunte terminando el beso*

- Pues cuando llegaste al hospital te hicieron un montón de pruebas, y en la cabeza no te paso nada, por suerte tampoco tienes ningún daño físico. Pero si ingresaste con un gran ataqué de ansiedad y el asma también colaboró en tú pérdida de conocimiento. Y bueno después de un par de horas despertaste. Eso si hace una hora te dio un ataqué de nuevo. Y eso es todo amor, al menos que yo recuerde.

- Quiero irme de aquí. Tenemos planes. *Dije queriendo salir de la cama, pero me fue imposible, ya que Jhair me detuvo*

- Amor, mi padre, mi hermana, mi madre y mi abuela están afuera. Los demás tenían que irse, ya que tenían que coger un vuelo. Digiero que llenarían para decir que llegaron y saber como estas tu.

- ¿Y por que no pasan?

- Por que el doctor no deja pasar a mas gente.

- Pues yo quiero que pasen. Por favor, que entren. *Rogé*

- Vale amor, ya vuelvo.

Salió de la habitación, dejándome completamente sola. Aun que mi soledad duró poco, ya que Jhair entró y con el su madre, su abuela, su hermana Jasmine y el que debía de ser su padre, Max.

- Buenas tardes dormilona. *Su tono de voz a pesar de ser ronca, sonaba dulce* Soy Max.

- Buenas tardes, Max. Soy Dayra. *Contesté con timidez*

Yo quería conocerlo, pero no con estas pintas, en el hospital. Quería que me viera bien vestida, peinada y maquillada.
Miré a Max y era un hombre de unos 45 años o cosa así. Moreno, de ojos negros y tez blanca, su rostro era de seductor, ya que era guapo y su toqué de travieso. Portaba un buen físico para su edad. Se debía de cuidar mucho. Miré Jhair y no puede evitar comparar a ambos. Pero mi castaño de ojos verdes y con tez bronceada le ganaba en la sonrisa, ya que Max a penas mostraba sus dientes a sonreír, su sonrisa era pequeña y Jhair todo lo contrarió. Ambos de la misma altura y aun que Max tenía mas trabajado el cuerpo, me parecía mucho mas atractivo el de Jhair, el cual sólo tenía marcado su cuerpo, en plan atleta. Miraba a ambos hablando de lo que me habían dicho el médico y realmente parecía su padre, si no fuera por algunos rasgos, podría pasar por padre e hijo, a pesar de no tener el mismo colo de ojos, pelo o piel. Era increíble la conectividad entré ambos, la soltura de como hablaban, esa conexión era la misma que tenía yo con mi padre.
Miré a Mar, a la abuela y a Jasmine. Ellas tres era casi iguales, la abuela con los pelos blancos, mientras las otras dos lucían un cabello castaño, es piel blanca y eso si esos ojos verdes al igual que los míos me hacia pensar en que parecería su hija. Me gustó no desatacar, pensé que si fuera yo la única castaña y ellas rubias sería la que llamaría la atención por ser diferente.

- ¿Que piensas cuñada? *Dijo sacándome del trance en el que estaba*

- Pensaba en que hacéis una linda familia, que se os ve bien unidos.

- Cuñada es así. ¿La tuya no?

- Con mis padres sí, pero con el resto lo veo de año en año, y con suerte.

- Bueno yo voy a buscar al doctor a ver si te dan el alta ya. *Mí suegra digo saliendo de la habitación*

- Amor, te quedas con mi padre un momento, voy a llevar a mi abuela y hermana a la casa, para que coman algo, luego regreso amor de inmediato.

- Sí, ve tranquilo nene.

Besó mis labios, luego su hermana y abuela me dieron dos besos en mis mejillas y salieron de la habitación, dejándome con Max, el cuál parecía analizarme.

- Esto *Pronunció* ¿Estudias?

-No.

- ¿Entonces? *Dijo de repente*

- Pues trabajaba hasta hace unos meses, ya que acabe mi carrera universitaria.

- ¿Que edad tienes? *Su tono de voz era de escándalo*

- 23 años.

- ¿Y éstas con mi hijo de tan solo 18. *Su voz ahora era de sorpresa*

- Sí, y no preguntes por que, por que no se contestarle a esa pregunta.

- Es muy fácil de responder. *Levantó del asiento dónde se había sentado al irse Jhair*

- No entiendo.

- ¿No éstas enamorada? ¿No te gusta nada de él?

- Me gusta lo atentó que es, y esas cosas. Pero es cierto, no estoy enamorada.

- Chiquilla, si no lo estas mejor dejalo, no le des falsas esperanzas.

- No se las doy, yo no le dije que estuviera enamorada de él. Hace poco que estamos juntos, sólo estamos en el punto de conocernos. *Me sentí acorralada*

- No os entiendo, uno comienza algo serio, como es un noviazgo cuando se siente enamorado.

- Es lo típico, y le entiendo. Pero le soy sincera no estoy enamorada, lo quiero mucho, pero no siento amor por él. Y creeme que me encantaría hacerlo, por que Jhair es maravilloso. Pero no sé como hacer que afloren esos sentimientos, que parece ser que están ocultos.

- Eso no se puede obligar, los sentimientos surgen. ¿Acaso nunca has estado enamorada en estos 23 años?

- Creó que no, al menos oyó hablar a su hijo y yo jamás sentí nada de eso. Ni con mi primer y único novio. Es mas su hijo me despierta sensaciones que ese tipo no despertó en todo el tiempo que estuvimos.

- Tienes un ultimátum, sí antes de verano no sientes que ames a mi hijo, lo dejarás.

- Vale, si es eso lo que usted creé mejor lo haré.

Tocaron la puerta a lo que quedamos en silencio esperado que entrara. Jhair asomó su cabeza por la puerta, y escondiendo algo atrás de él, se introdujo en la habitación.

Enamorame... Si es que puedes... ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora