•❀•|CAPITULO 12 - ¿NO LO CREE?|•❀•

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—¡¿Que mierda significa eso?!

El grito de Norman se había podido escuchar por todo el reino, una mezcla de emociones pasaba por todo su cuerpo, sentía escalofríos, estaba molesto, preocupado, aliviado y a la vez decaído.

—Mi señor, solo estaba acompañado a Ray por un momento— Anna se puso al frente de Ray para cubrirlo, era obvio que estaba molesto y lo demostraría aún mas.

—¿Que significa lo que tienes en los brazos, Ray?— Ray solo se oculto detrás de Anna tomando más fuerte sus brazos abriendo su herida.

—Me dijo que hiciera lo que quisiera, así que eso hice.

Norman rodeo a Anna tomando a Ray de los brazos dejándolo recargado en la pared.

—¡Para! ¡Así solo te haces más daño!

—¡Eso a usted no le debería de preocupar! ¡Me dejó solo para que siguiera y eso hago!— Ray se separó de Norman, apretó más fuerte sus brazos mientras su sangre salía nuevamente manchando su camiseta nuevamente —Déjeme... solo...

Ray camino pero se tambaleó casi cayendo al suelo pero por suerte Norman lo tomo antes de que cayera y se golpeara, ahora su ropa estaba con sangre.

—¡Ray!— Anna se acercó hasta ellos tomando la herida de Ray cubriéndola para que dejara de sangrar —¡Mi señor, iré por Vincent!

—¡No! Presiona su herida de este brazo hasta que la sangre pare— Norman tomo su camisa cubriendo las heridas de Ray, estaba tan preocupado que quería llorar —No debí dejarlo solo.

—No es su culpa mi señor... Tampoco la de Ray— Anna fue la primera en empezar a llorar, las lágrimas caían sobre la cara de Ray mientras la sangre paraba.

Después de un pequeño momento los brazos de Ray dejaron de sangrar, Norman lo tomo en brazos cargándolo para ir hacia su cuarto.

—¿Por qué no fui avisado de esto?— Anna bajo la cabeza, pero aunque fueran órdenes de Peter ella sabía que a quienes servía eran a Norman y a Ray.

—El príncipe Peter fue el primero en auxiliarlo y pidió que no se dijera nada, trate de decírselo pero el príncipe estaba cerca, lo lamento mi señor— Anna apretó su delantal empezando a llorar, pero en cambio recibió un beso en la frente por parte de Norman.

—Es tarde, gracias por cuidar de Ray. Ve a dormir Anna, tienes el resto del día libre— Anna se sonrojo empezando a llorar, estaba tan feliz por qué Norman no se molestará —Y puedes llevarte a Nat contigo, salgan juntos y pásenla bien.

Anna sonrió abriendo la puerta para Norman abrazándolo por la cintura.

—Cuide mucho de Ray, mi señor.

Norman entro dejando a Ray recostado en la cama, no era la primera vez que debía curar ese tipo de heridas en el, así que tenía lo suficiente para poder sanarlo.

Los brazos de Ray estaban nuevamente vendados, pero aún se podían ver la cicatrices de su pasado, Norman rozo sus muñecas acercándose poco a poco a Ray.

—Lamento mucho todo esto— Norman junto su frente con la de Ray suspirando —En verdad perdóname, mi amor.

Norman se acercó hasta Ray juntando sus labios con los de el, extrañaba tanto ese tacto, solo habia pasado un día pero lo había extrañado tanto.

—No... No puedo respirar— Ray empujó a Norman de los hombros empezando a jadear, estaba rojo y le faltaba el aire.

—Lo lamento— Norman solo tomo las manos de Ray volviendo a juntar sus labios con los de el besándolo con desesperación, pero Ray aún no estaba del todo recuperado.

—¡Alto!— Ray se separó de el empujándolo un poco fuerte —¡De verdad no puedo respirar!

Norman suspiro alejándose un poco de Ray, se veía agitado y completamente colorado.

—¿Por qué lo hiciste?— Ray aún trataba de recuperar el oxígeno — Ya llevabas cinco años sin auto lesionarte, ¿Que paso?

—Todo esto de ser rey paso— Ray limpio sus labios viendo sus vendas, odiaba usarlas —Si no le importa, que no creo que sea así, me iré a mi cuarto.

Ray se levantó caminando hasta la puerta, aún se estaba tambaleando, y antes de abrir la puerta, nuevamente vió las vendas, las odiaba a más no poder así que busco el broche para quitárselas.

—¡Déjalas!— Norman fue hasta Ray deteniendolo —Si te las quitas perderás más sangre y eso terminaría en tragedia, por favor, déjalas.

Ray solo sentía el tacto de Norman con el de el, lo extrañaba, pero ya que el no seguiría con la sucesión Ray debía continuar para poder llegar a cumplir su cometido.

—Lo haré, pero solo hasta que cicatrice— Ray se separó de Norman viéndolo.

—¿Te quedarás?— Norman se acercó hasta el cayendo en su hombro tratando de persuadirlo —Ayer fue un poco...

—Debo irme para que prepara las cosas, mañana debo darle su progreso a su majestad y debido a que va a retirarse debo ver qué nuevas órdenes me da— Ray abrió la puerta pero Norman la cerro de golpe viéndolo a los ojos.

—¿Quién es tu señor?

—¿Que?— Ray no entendía la pregunta.

—¡¿De quien mierda tienes que seguir las órdenes?!— Norman mantenía la cabeza baja mientras apretaba los dientes sin mirar a Ray.

—De usted mi señor— Ray bajo la mirada pero Norman se puso frente a el poniendo sus manos a los lados de la cabeza de Ray mientras se recargaba en la puerta.

Las miradas de ambos chocaban, Norman estaba molesto a mas no poder.

—¿Entonces por qué mierda debes de hacer lo que ese bastardo te ordena? Aquí el que se hace cargo de ti soy yo.

—Pero cuando me tomo con su ahijado fue por qué su majestad lo acepto ¿O no?— Ray ladeó la cabeza viendo desde abajo a Norman y por un momento, pudo amar la expresión de miedo y enojo que Norman tenía en el rostro.

•—Este bastardo va a caer duro•

—Asi que no puedo negarme a lo que su majestad, el rey, me ordene, ya que fue también gracias a el que mi vida fue perdonada— Ray junto sus manos en la espalda, sus sentidos se recuperaban y ya formulaba bien lo que estaba diciendo, era una locura, pero su boca no se detenía —Lo menos que puedo hacer es cumplir unas pocas de sus exigencias, ¿No lo cree? 

DERROCANDO AL REY | TPN •NORRAY•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora