•❀•|CAPITULO 30 - AUN NO LO SABE|•❀•

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Ray no sabía que pensar. Si hacia lo que su cabeza le decía tendría la vida ganada, llena de comodidades y de lujos, pero si no, solo tendría una vida normal junto a Norman siendo feliz a a su lado, pero ¿Hasta cuándo?

De todos los anteriores gobernantes del reino solo hubo uno que no tuvo ni una sola concubina, fue el único que duró todo su gobierno con una misma esposa con la cuál tuvo más de siete hijos. ¿Acaso Norman seria igual?

•—Claro que no será así, es un hombre con necesidades al igual que tú, ¿Quieres cumplir tus objetivos? Olvídate de los demás y enfócate solo en ti•

—Pero... No quiero que Norman...

Ray estaba apunto de llorar justo cuando uno de los libros que estaban en el librero cayó al suelo, lo miro detenidamente viendo que era aquel libro de hierbas que había estado leyendo antes de caer en su profundo sueño.

•—Bien, vayamos paso por paso•

Ray se levantó de la cama llendo hasta el tomando lo en sus manos, podía recordar cada una de sus anotaciones, todo lo que necesitaba estaba ahí escrito de una forma en la que solo el podía resolver.

•—Primero desaparece al pez mas gordo•

Ray sonrió riendo un poco mientras seguía leyendo el libro, miro como en el librero habían más libros relacionados, justo lo que necesitaba para pasar la tarde.

Eran justo las 9:37 de la noche cuando la puerta del cuarto se abrió, Norman había tocado pero al no escuchar respuesta decidió entrar. Suspiro justo cuando vio en el suelo a Ray recostado con varios libros alrededor de el y con un libro de más encima de su estómago.

—¿Cuanto leíste?— Norman hizo a un lado los libros tomando a Ray en brazos, lo dejo acostado en la cama mientras veía su cara, estaba profundamente dormido.

Comenzó a acariciar sus mejillas venido como Ray se movía lentamente.

—¿Estás despierto?— Norman sonrió pero Ray aún permanencia dormido.

—Yo...— Ray había empezado a hablar dormido, no era algo común en el, aún así Norman tenía curiosidad por lo que diría —Yo debo de [...]

Los ojos de Norman se abrieron de golpe al escucharlo, sentía su cuerpo temblar y se sentía un poco débil. Tomo su cara tapando sus ojos y después de unos segundos se calmo empezando a reír. Destapó su cara dejando caer una pequeña lágrima de sus ojos.

—Claro que si cariño, te daré todo lo que quieras— Norman se acercó hasta Ray besando delicadamente sus labios —Aun si mi vida dependiera de ello, haré de todo para que puedas tener todo lo que quieras en este mundo.

Norman comenzó a acariciar el cabello de Ray escuchando su respiración tranquila.

—Dulces sueños, amor mío.

En la mañana siguiente, Ray se movía lentamente mientras se estiraba, no sabía en qué momento se había quedado dormido. Se dió vuelta para ver el sol que se asomaba por la ventana, pero después de mucho tiempo lo primero que vio fue a Norman a su lado durmiendo profundamente.

«El está aquí...»

Ray se sonrojo y se tomó del pecho de Norman abrazándolo, estaba muy feliz de verlo y amaba el hecho de que no rompiera su promesa apesar de lo que estaba pasando.

—¿Ray? ¿Ya despertaste?— Ray mantenía su cabeza hundida en el pecho de Norman, mientras se aferraba a el —¿Estás bien?

Norman tomo su cara viendo que Ray estaba llorando.

—¿Por qué estás...?

—Si viniste...— Ray sonrió besando los labios de Norman, estaba muy feliz de estar con el —Te extrañe mucho.

—Si, yo también.

Norman solo comenzó a acariciar la cabeza de Ray mientras tarareaba una pequeña canción para calmarlo.

Ray no podía dejar de un lado su felicidad, pero el recuerdo de la tarde pasada llegó a su cabeza de golpe.

•—El debe de casarse•

—¿Tienes hambre?— le pregunto Norman a Ray, Ray solo nego.

—No, me gustaría más hablar sobre como van las cosas contigo. Últimamente solo vienes y preguntas por mi, es mi turno de saber cómo van los días de mi señor, ¿Ha pasado algo importante en mi ausencia?

Norman desvió los ojos.

«Por favor, dilo. Menciona algo aunque sea, ¡Lo que sea! ¡No me mientas!»

—Ah decir verdad paso algo— Ray tembló al escucharlo —Pero no quiero preocuparte por eso, es algo que estoy tratando de evitar que pase así que estate tranquilo.

—¿Tan grave es?

—Bueno...— Norman solo miro hacia otro lado, pero al ver nuevamente los ojos de Ray sonrió sintiéndose más tranquilo —No, todo va a salir bien, todo seguirá como siempre lo ha sido.

Ray estaba algo confundido, y Norman apesar de verse tranquilo por dentro estaba molesto. 

—Ya debo irme, mandaré tu desayuno y a Anna para que esté contigo ¿De acuerdo?— Norman beso la frente de Ray sentándose en la cama pero Ray tomo su brazo deteniendo su salida.

—No puedes...— Ray cayó —No, no es nada. Vaya y haga un buen trabajo, mi señor.

Ray se acercó hasta Norman besando su frente, Norman solo sonrió y salió quedándose por un momento en la puerta.

«Ya lo sabe...»

Norman empezó a caminar hasta su estudio, ahí estaban Nat y Anna esperando por el, no podían ir a otro lugar que no fuera ahí hasta esperar las órdenes de Norman

—Mi señor, ¿Ocurre algo?

«Alguien le dijo, el ya lo sabe... O solo de preocupa... No es obvio que piensa algo, el ya sabía, el mejor que nadie sabe que...»

—¿Norman?— Anna llegó hasta el frente de Norman tomando sus hombros —¿Que ocurre? ¿Ray está bien?

«Claro que ahora está bien, quien sabe cómo estará cuando yo se lo confirme»

—Si, todo bien.

Norman evadió a Anna entrando sentándose en una silla

—Solo vayan y hagan su trabajo, asegúrese de que el este bien por favor.

Nat iba a hablar hacia Norman, no se veía muy bien, pero Anna tomo la mano de Nat deteniendolo, negándose con la cabeza de que era mala idea.

—¿El aún no sabe?— susurro Nat hacia Anna preguntándole

—No se, ¿Que?

DERROCANDO AL REY | TPN •NORRAY•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora